Sea futbol, tenis, natación, golf o cualquier otro deporte, fomentarle a los hijos el hábito desde pequeños es la mejor forma de cuidarlos.
En cuanto a la cacería, en Reynosa es una actividad que se ha hecho tradición entre las familias de la ciudad y los últimos meses del año son los mejores para practicarla.
Aunque el clima de esta ciudad es muy extremo, hay clubes con las instalaciones adecuadas, los que cuentan con profesores e instructores que supervisan a los deportistas.
Cuando apenas tenía siete años, Lety Casados empezó a jugar tenis y aunque hizo una pausa, hace un año volvió a practicarlo y le dedica parte de su tiempo a entrenarlo.
Aunque juega tenis con sus amigas como una forma de entretenimiento, considera que es un deporte que necesita de mucha concentración para lograr buenos tiros y movimientos.
Como ejercicio, dijo, es muy recomendable, porque se adquiere salud y condición física.
Ramiro Ongay heredó el gusto por el golf gracias a su padre. Durante 14 años lo jugó, incluso participó en torneos regionales.
Aunque debido a sus ocupaciones actualmente le es más difícil practicarlo como años atrás, lo hace ahora como un pasatiempo.
Para él es un deporte relajante que logra “atraparte”.
“Me gusta mucho porque pone a prueba la inteligencia y es muy divertido, aunque tal vez para quienes no lo juegan pudiera parecer lo contrario”, mencionó.
El futbol soccer para Héctor Palma es un deporte muy completo, de mucha acción y muy apasionante. Por supuesto que no se pierde ningún partido por televisión
Además de seguirlo muy de cerca, forma parte del equipo “Leathernecks”, de la Marine Military Academy, institución donde estudia.
El equipo al que pertenece tiene su campo de acción en el Valle del Río Grande y en San Antonio, Texas, el cual ha cosechado gr
