Bajo la dirección de Sergio Esquivel, la actriz regiomontana Nena Delgado interpreta a Virginia, una mujer que de ser una madre celosa, pasa a ser una soñadora enamorada cuando conoce a Eusebio, personaje interpretado por Roberto Alanís.
La historia inicia cuando Virginia, muy enojada, llega procedente de Torreón a casa de su hijo Angel, interpretado por Marco Polo. La razón de su enojo no fue haberse enterado que su ‘creatura’ se haya casado, sino que lo hubiera hecho con Esperanza, personificada por Tere Salas, una supuesta mala mujer que no vale la pena y seguramente lo
sedujo y engatusó para casarse.
Enredo tras enredo, la puesta en escena logró convencer al público que se dio cita en el McAllen Civic Auditorium, quien no paró de carcajearse durante las casi dos horas que se prolongó la obra. Además de divertida dejó un mensaje de reflexión sobre el amor de una madre y el de pareja.
Al final, el empresario artístico Servando Cano fungió como padrino, al develar la placa por las 350 representaciones de “Mucha suegra y poca madre”, ante los aplausos de los asistentes.
Cano manifestó su beneplácito por haberlo distinguido como padrino y felicitó a los productores y actores por el éxito de la obra, la cual ha obtenido el récord de ser la pieza teatral con mayor duración en las marquesinas.
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