Para María Antonia Palacios tener éxito en el mundo de la moda es una de sus metas en la vida.
Desde pequeña, María Antonia Palacios se sintió atraída por el mundo de la moda, los vestidos elegantes, las texturas y los colores de las telas, inspirada por su abuelita María Loreta, a quien siempre veía frente a la máquina de coser, pues era costurera.
Así nació esta gran pasión que dio inicio a uno de sus más grandes sueños: ser diseñadora de modas.
En aquel entonces, cuando apenas era una niña, con los retazos de tela que le sobraban a su abuelita jugaba a hacer la ropita de sus muñecas.
Para ella, hacerle los vestidos a las “Barbies” era más que un juego de niñas, pues se esmeraba en que fueran realmente hermosos; además les creaba los accesorios.
Sin embargo, su sueño se vio un poco frustrado cuando su mamá, Rosa Isabel de Palacios, se negó a comprarle una máquina de coser, para así seguir aprendiendo de su abuela el arte de la costura.
Con el tiempo, su vida tomó un rumbo completamente diferente, dejando a un lado esta inquietud que de pequeña surgió.
Continuó sus estudios y fue la primera generación de su familia que decidió tener una carrera universitaria, por lo que se trasladó a Dallas, Texas, para hacer la especialidad en Criminología en la Texas Woman University.
Debido a que tenía que trabajar para solventar sus gastos, acudió a una boutique en donde desempeñó el puesto de cajera. En este lugar se le despertó nuevamente el gusto por la moda y se dio la oportunidad de apreciar a detalle cada prenda, la manera en la que estaba confeccionada y el diseño, recordando lo que la abuela le sugería. Fue entonces que tomó una decisión que cambiaría el rumbo de su vida, estudiar Diseño de Modas.
Durante cinco años estuvo viviendo en Dallas, para después regresar al Valle de Texas, de donde es originaria y lugar al que sólo venía en vacaciones.
Durante su estadía tuvo la oportunidad de trabajar como asistente de dos reconocidos diseñadores de esta ciudad, Terri Ives y Abi Ferrin, de quienes aprendió en la práctica no sólo el arte del buen vestir sino a confeccionar vestidos. También se dio cuenta que por más bello y lucido que sea el trabajo, se trata de un negocio y se debe saber de mercadotecnia para promoverlo.
TIEMPO DE OPORTUNIDADES
En 2010 regresó a la ciudad que la vio nacer con mucho más que prendas en la maleta; volvió con sueños y metas, además de todas las ganas de hacer realidad lo que había imaginado desde que inició su carrera: tener su propio estudio de ropa, dar a conocer sus diseños y que el mundo viera lo que ella tenía para ofrecer. No obstante, al tocar algunas puertas, no todas se abrieron.
“Todo llega a su tiempo, creo firmemente en eso”, aseguró.
Y la oportunidad llegó cuando participó en un evento altruista organizado por un conocido estudio de maquillaje y la Fundación Ale de Reynosa, donde presentó cinco de sus diseños; su trabajo llamó la atención de la sociedad, no sólo del Valle sino del otro lado del río Bravo, incluso, le hicieron algunos artículos en periódicos y revistas locales dándole impulso a su carrera.
En ese momento trabajaba para un magazine local en el que daba su opinión sobre la moda, además de brindar tips y consejos sobre el uso de outfits para ciertas ocasiones.
Quería aprovechar cualquier oportunidad y sembrar en los espectadores el gusto que ella siente.
En la columna en la que escribía se mencionaba su teléfono y pagina Web, por lo que la contactaron de un distrito escolar que comprende las ciudades de Pharr, San Juan y Alamo, Texas, para invitarla a formar parte de su planta de maestros en el área de diseño de
modas.
Emocionada aceptó, más aún cuando supo que se abrió un programa especial en esta área, ya que no es una carrera que fácilmente se elija debido a las expectativas de trabajo.
“Cuando me lo propusieron yo estaba atónita, simplemente no lo podía creer, porque mi vida daría un giro de 180 grados”, señaló.
A cargo de 200 alumnos sin conocimientos del tema e interesados en aprender más de moda y diseño, María Antonia estaba ansiosa de compartir sus sueños con otros jóvenes que
anhelaban y sentían ese interés por convertirse en diseñadores de moda.
Para las evaluaciones tenía que preparar dos pasarelas por año, y eso no era una tarea fácil, ya que al ser la responsable tenía que hacerse cargo de todos los detalles: decoración, iluminación, en resumen, la logística en general.
Recordó que en el último fashion show contó con la participación de la locutora Denisse, “La ronca”, además de 400 invitados especiales, miembros del departamento de proyectos de economía de las ciudades del distrito escolar y personalidades, quienes quedaron maravillados con el talento de los jóvenes estudiantes y el de ella.
Al paso del tiempo recibió una llamada de la cadena de televisión Telemundo invitándola a participar en uno de los programas matutinos con un segmento de moda; accedió, a pesar de no estar familiarizada con las cámaras. Al principio no sabía si sería cada mes o cada quince días.
Recordó la diseñadora que cuando tenía 19 años visitó un estudio de televisión y pensó: “Yo estaré aquí en unos años”.
En su primer programa a los productores les encantó la manera como se desenvolvía y hablaba sobre el tema, además de que los índices del rating aumentaron considerablemente, por lo que decidieron transmitir el segmento una vez por semana.
“Gracias a mi participación en Telemundo, he recibido algunas propuestas, pues mi trabajo se está proyectando cada día más”, añadió.
María Antonieta ha tenido la oportunidad de que vistan sus creaciones participantes del Border Fest y Miss Weslaco, además de que han sido parte de algunas portadas de revistas.
LA COLECCION
Por la proyección que ha alcanzado, la diseñadora consideró que era el momento perfecto para crear una nueva colección de ropa en la cual incluyó once vestidos de gala, cinco de
coctel y el mismo número de trajes sastres, así como tres prendas más de la temporada otoño-invierno que presentará en un fashion show la última
semana de octubre.
Consta de 60 piezas, de las cuales 15 no ha mostrado en pasarela. Sus diseños, aseguró, son exclusivos, por lo que no se encontrará a alguien con otro igual. María Antonia, incluso, viste sus propias creaciones cuando asiste a una presentación o evento importante, pues considera que no hay mejor carta de presentación.
Sus viajes a Londres, París, Nueva York y Puebla le han dado la oportunidad de conocer diferentes culturas que la han inspirado para poner en marcha sus nuevas creaciones, además de entender las necesidades y gustos de las mujeres.
Por lo pronto está en pláticas con algunas dueñas de boutiques donde tendrá un espacio para proyectar su trabajo.
Sin duda, está interesada en lanzar al mercado su colección de ropa y venderla.
Explicó la diseñadora que en la colección anterior, primavera-verano, utilizó colores vivos, fuertes, pero la nueva será más urbana, pues su concepto educativo adquirido en Dallas es diferente al que se utiliza en el Valle, de tal forma que lo adaptó a las necesidades de aquí.
Su versatilidad como diseñadora quiere mostrarla en la pasarela, pues así como puede crear para una mujer de menos de 20 años de edad, puede hacerlo para una de más de 50.
A pesar de que la mayoría de sus modelos están hechos para las mujeres, los hombres no están excluidos. Si le gusta diseñar más para ellas, es porque entiende sus necesidades.
“Las puedo ayudar a lucir una linda figura, a ocultar o destacar ciertas partes del cuerpo”, comentó.
Los diseñadores reconocidos a nivel internacional cuentan con una colección de vestidos de novia, y María Antonia también lo ha logrado, al cumplir el sueño de una joven próxima a casarse y a quien ayudó a sentirse como princesa el día de su boda.
CON TIJERA EN MANO
María Antonia, de 28 años de edad, dijo que ella realiza desde el dibujo de la prenda hasta la confección de la misma. Toma las medidas, hace patrones, selecciona las telas y juega con los colores y las texturas. Para concretar el trabajo cuenta con cinco máquinas de coser, una de ellas es industrial, como las que utilizan los grandes
diseñadores.
En su afán por compartir sus conocimientos, desde hace seis meses imparte clases privadas, pues sabe que hay personas que por la edad no califican para cursar esta carrera.
Actualmente, también se encarga de los trajes sastres para el personal del centro de economía de San Juan,Texas.
Mencionó que solicitaron sus servicios porque les atrae el estilo clásico que les da.
“Los artistas ven en la naturaleza su inspiración, el diseño de moda también tiene mucho de arte”, consideró.
Y la naturaleza en estos momentos es su musa. “La arena, el mar, la noche… serían los colores que se utilizarían en una velada romántica en Dubai, dando ese toque de distinción”, mencionó.
Las ideas que le surgen las apunta en su libreta e imagina cómo quedarían plasmadas en un outfit, cómo sería su diseño, así como el lugar y el momento ideal para utilizarlo, además de los accesorios con los que combinaría.
Es importante para ella seleccionar el material de mejor calidad para la confección de su ropa; lo adquiere en Dallas, Nueva York y Londres, ya que en México considera que hacen los mejores hilos y cierres.
RUMBO AL EXITO
Sus perspectivas profesionales son muy grandes: participar en prestigiadas pasarelas y ser una de las grandes diseñadoras a nivel internacional, pero para lograrlo primero quiere crear su propio estilo, tener un sello personal que la identifique y así marcar la diferencia.
Además, quiere destacar aún más en la región donde nació, dar a conocer lo que hace y, más adelante, considerar las propuestas de trabajo e invitaciones para participar en eventos de moda, las que ha recibido a través de su página Web: www.palacioscollection.com., sitio por el cual se han comunicado con ella, asombrados por su línea de ropa.
Representantes de moda de las reconocidas marcas Betsey Johnson (Nueva York) y Bebe (Los Angeles) son dos de las empresas que han solicitado sus servicios. Recientemente, dijo, recibió una carta de una importante universidad de Tokio, invitándola a formar parte de su planta de maestros en diseño de moda.
También le han abierto las puertas para participar en el Fashion Week en Boston y Miami, pero reconoce que por falta de presupuesto no ha podido asistir.
“Me encantaría llegar al Fashion Week en Nueva York, por lo que ya estoy ahorrando”, comentó.
Mientras se abre camino y con la experiencia de estar cerca de las máquinas de costura desde pequeña, María Antonia se define como una diseñadora con tendencia minimalista, aunque admira el estilo clásico de Coco Chanel y el trabajo de Valentino Garavani.
En un futuro quiere tener su propio estudio, más que una tienda, para crear prendas únicas y establecer un trato personalizado con los clientes, pues señala que no es lo mismo comprar un traje de un aparador que otro hecho a la medida, con los colores adecuados y de acuerdo a su figura y a su gusto.
LA FAMILIA
Además del diseño, su familia tiene un lugar especial reservado en su vida.
Asegura que es el motor que la impulsa a seguir adelante, es por eso que en su taller tiene un pizarrón con imágenes de su esposo, hijo, padres y amigas, así como mensajes de optimismo para continuar sus metas.
Reconoce que su esposo, Rubén Páez, a quien desde los tres años tiene de conocerlo, la ha apoyando de manera incondicional y la alienta cada día para conseguir sus sueños.
“Estoy infinitamente agradecida con él, ya que no todos pueden contar con una pareja que comparta su trabajo y te ayuden a realizar tus metas”, refirió.
Hace menos de un año, María Antonia se convirtió en mamá de un varoncito al que llamaron Rubén y el que la ha hecho sentirse plena como mujer.
De origen humilde y con una educación basada en valores, recuerda el consejo que le diera su papá, Guadalupe Palacios:
Mantenerse firme, no darse por vencida, creer en sí misma y esforzarse por demostrar que hay que trabajar duro para conseguir lo que se anhela.
En María Antonia se aplica muy bien aquella frase de Coco Chanel que decía: “Si has nacido sin alas, no hagas nada por impedir que crezcan”.