Manuel, Mateo y Mario Moisés han sido distinguidos por la National Society of High School Scholars al recibirlos como embajadores entre los estudiantes más destacados a nivel internacional; Marcos, el más pequeño, sigue sus pasos y a tan corta edad ya recibió el primer lugar en el Segundo Concurso Literario llevado a cabo en España, por el cuento: “En el rayo con Emilio”.
Cuando Manuel, Mateo, Mario y Marcos eran unos niños, antes de dormir su madre acostumbraba leerles cuentos. Ninguno, en aquel entonces, hubiera imaginado que esas narraciones que los llevaban al sueño más profundo, serían las que unos años más tarde los despertarían para escribir sus propias historias.
Menos aún se vislumbraban como embajadores de la National Society of High School Scholars, un organismo fundado por Claes Nobel, sobrino de Alfred Nobel, quien estableció los premios Nobel en 1901 para destacar las contribuciones especiales en las áreas de paz, literatura, medicina,
química y física.
Tampoco hubieran pensado que las letras los llevarían hasta los concursos más prestigiados, como fue el caso de Marcos Mansilla Moya, el más pequeño de los cuatro, quien ocupó el primer lugar del Segundo Concurso Literario en honor a Emilio Salgari, llevado a cabo en España, donde participó con el cuento “En el rayo con Emilio”.
Por su parte, Mario Moisés, después de haber leído 75 libros en un año, cuando cursaba la secundaria en Cathey Middle School en McAllen, se motivó tanto que los cuentos, los poemas y Franz Kafka lo han inspirado desde entonces para seguir escribiendo; incluso, cuando cursaba la preparatoria, se dio a la tarea de fomentar el hábito de la lectura en los niños de algunas casas hogar de Reynosa. Su interés fue más allá y, durante la preparatoria inicia una sociedad literaria de alumnos.
Su hermano Mateo no fue la excepción y obtuvo una mención honorífica entre 500 participantes, en el décimo cuarto Concurso Nacional Preuniversitario “Juan Rulfo” por el cuento “Pursuing the Mexican Dream”, publicado en la revista estadounidense “Teen ink”, mientras que con una selección de poemas participó en el 7th. Annual Rio Grande Valley International Poetry Festival, los cuales fueron publicados en una antología en abril de este año, como parte del Mes Nacional de la Poesía. Asimismo, en España, en el próximo otoño formarán parte de las páginas de la antología “La vida es un verso”, del Centro de Estudios Poéticos de España y serán publicados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes del gobierno de ese país.
Manuel Mansilla, sin duda, ha sido un ejemplo para sus hermanos menores, ya que al ser embajador de la Sociedad Nacional para los Becados de Preparatoria está considerado uno de los mejores estudiantes a nivel mundial.
Actualmente todos viven en la Ciudad de México; los tres mayores estudian en la Escuela Libre de Derecho donde obtendrán su título de abogado, a excepción de Marcos, el pequeño, quien apenas cursa la preparatoria en el colegio Williams.
Su padre, abogado de profesión, y su madre, maestra de español del nivel primaria, han sido una gran influencia en las decisiones de sus hijos a los que han apoyado en todo lo que
emprenden.
UNA HISTORIA QUE CONTAR
Manuel, Mateo y Mario Mansilla Moya, de 21, 19 y 18 años de edad, respectivamente, gracias a su dedicación y talento en las letras, son parte de la National Society of High School Scholars, aunque el más pequeño, de 16, está en trámites para ser admitido.
Los cuatro son originarios de Reynosa, donde, los mayores, cursaron la preparatoria en la escuela “José de Escandón” y Marcos en la secundaria número nueve; al terminar ingresó a la Jackson Elementary School en
McAllen.
Así, sus estudios los realizaron en esta frontera, de ambos lados, en Lamar Academy, en Cathey Middle School, en Memorial High School y en Jackson Elementary School, para continuar su camino profesional en la Ciudad de México.
Durante su reciente visita a Reynosa, por sus vacaciones, los cuatro jóvenes concedieron una entrevista a CLASE en la que hablaron sobre cómo despertó su interés por los géneros literarios y el reconocimiento que han recibido gracias a los cuentos, ensayos y poemas que han publicado en antologías y revistas en España y Estados Unidos.
Manuel, un ejemplo
a seguir
Manuel, el hermano mayor, definió que la National Society of High School Scholars, de donde es miembro, es una sociedad fundada por Claes Nobel, miembro de la familia que lleva este ilustre apellido, fundadora de los premios Nobel en 1901 para destacar las contribuciones especiales en las áreas de paz, literatura, medicina, química y física.
La sede, dijo, se encuentra en Georgia, Atlanta, la cual congrega a los mejores estudiantes a nivel mundial dentro del rango medio superior y tiene presencia en alrededor de 180 países.
Explicó que para poder ser parte de esta sociedad se debe tener como promedio mínimo 8.75 o el equivalente en cada sistema educativo, tener una actitud ejemplar y realizar actividades extracurriculares y de servicio a la comunidad.
Mencionó que otra forma de ingresar es a través de ciertas asociaciones educativas o de los llamados “embajadores”, cuya misión es promover la sociedad en sus locaciones y encontrar a los miembros que cumplan con los requisitos.
Indicó que la idea principal de reunirlos es reconocer el esfuerzo académico que hacen e impulsar la actitud positiva que tienen otorgándoles algunos incentivos, ya sea a través de becas, estímulos educativos o la posibilidad de ingresar a una de las mejores universidades a nivel internacional. También les brindan la posibilidad de asistir a eventos y conferencias que organiza la misma sociedad en varias partes del mundo.
Mateo, embajador
de Mexico
A sus 19 años de edad tiene varios escritos publicados en tres países. Para Mateo, el amor a la lectura nace desde muy pequeño, gracias a la motivación de sus padres, quienes en las noches les leían algunos cuentos a él y a sus hermanos. Desde entonces su interés por la literatura creció. Mencionó que al principio se acostaban con la lectura de cuentos, fábulas o alguna historia de fantasía, pero con el paso del tiempo llegaron las novelas de Emilio Salgari, que trataban sobre filibusteros o piratas.
Después, los libros de Isabel Allende formaron parte de su biblioteca, ampliando más su curiosidad sobre este mágico mundo de la literatura.
El primer libro que leyó Mateo no lo recuerda, pero en la secundaria una de sus maestras, Cristina Fontes, le regaló varias obras de William Shakespeare, entre ellas “Julio César” y “Romeo y Julieta”, las cuales lo maravillaron.
Cuando tuvo la oportunidad de vivir en los Estados Unidos, recordó que las lecturas eran en inglés y se convirtieron en parte de su vida, de una manera más formal. Las analizaba y tomaba como base para escribir y estructurar sus primeros ensayos. Eran tan buenos que uno de ellos: “Pursuing the Mexican Dream” (Persiguiendo el sueño mexicano) fue publicado en la revista literaria estadounidense “Teen ink”, de la editorial Young Authors Foundation Inc, logro que lo motivó a continuar desarrollándose en la literatura, sin pensar hasta donde lo
llevaría.
El tema surgió cuando deportaron a su madre de Estados Unidos, y Mateo, junto con sus hermanos, por ser menores de edad, no pudieron quedarse en este país y tuvieron que volver a México.
Señaló Mateo que el movimiento “Yo soy 132” que surge en México, durante el periodo de elecciones presidenciales en el 2012, y “La Primavera Arabe”, en Oriente, para promover la democracia, le sirvieron de inspiración para escribir este cuento de crítica social.
Mateo se inclina por los temas con un sentido de reflexión, por lo que “Rebelión en la granja” y “1984”, del periodista George Orwell, se convirtieron en sus libros de cabecera.
Otros autores que lo atraparon fueron Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, mientras que “El príncipe”, de Nicolás Maquiavelo, le asombró la manera en la que el autor escribe la forma como un pueblo es oprimido por su gobierno.
Creció entonces su interés y su manera de pensar lo motivó a escribir el cuento: “Un sueño en blanco”. Por este trabajo Mateo recibió una mención honorífica entre diez de 500 participantes, por parte de un jurado compuesto por maestros y doctores en Letras y Filosofía de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México encabezado por la doctora Silvia Ruiz Otero.
Mateo recientemente participó en el 7th. Annunal Rio Grande Valley International Poetry Festival, con algunos poemas que ya fueron publicados en una antología, como parte del Mes Nacional de la Poesía en Estados Unidos, los cuales también tendrán un espacio en la antología “La vida es un verso” editada en España, en el otoño de 2014 .
Mateo aún no cumple los veinte años de edad y en el futuro se vislumbra como embajador de México. El camino lo está preparando y ya tiene planes de acercarse a la Secretaría de Relaciones Exteriores, sin dejar de escribir en su tiempo libre.
Mario Moises, atrapado
por la lectura
Inspirado por un concurso que se llevó a cabo cuando estudiaba la secundaria en Cathey Middle School en McAllen, Mario se dio a la tarea de empezar el hábito de la lectura. El ganador sería el alumno que leyera más durante un año y él lo logró con una lista de 75 libros.
Mario comentó que sus cuentos, están escritos en español y sus poemas en inglés. Señaló que el cuento “Memorias retratadas” lo propuso a la revista “Cervantes” de España y el poema, “Forest of shadows”, para ser publicado en la revista “Teen ink”.
Platicó Mario que para los primeros poemas que escribió fue motivado por su hermano Mateo cuando recitaba “Gota de agua”.
Mario comentó que disfruta escribir sobre temas alejados de la realidad, se inclina sobre el género de la ficción, al estilo de Franz Kafka.
Los libros han sido parte de su vida desde pequeño y en la preparatoria inició una sociedad literaria con Mateo para fomentar la lectura entre los estudiantes.
Después, en la preparatoria, cada viernes asistían a la Casa Hogar “San Vicente de Paul” y al Ejército de Salvación para motivar a los pequeños a acercarse a los libros. Sin embargo, como ya radican en el Distrito Federal se ocupará de este proyecto su amiga y colaboradora Alba Guadalupe Hernández Carrillo.
Marcos y ‘El rayo’
El más pequeño de los cuatro comentó que cuando se fue a estudiar a los Estados Unidos no le llamaba la atención la lectura, pero en quinto de primaria lo tuvo que hacer por obligación.
Recordó que al encontrarse en un país en el que hablaban inglés se le dificultaba leer, pero también se dio cuenta que fue la oportunidad para estudiar este idioma.
Contó que en la escuela, para alentarlos en el hábito de la lectura, por cada cien mil palabras que leyeran les daban una medalla, mientras que por un millón la recompensa consistía en llevarlos a comer a un restaurante en una
limosina.
Los libros, entonces, empezaron a ser parte de su compañía por un tiempo, ya que a su regreso a México hace una pausa, pero en la secundaria reabre sus páginas.
Sin embargo, la escuela lo seguía orientando hacia las letras, y en segundo de secundaria le dejan de tarea escribir un cuento sobre la Navidad, el cual recibe muy buenos comentarios por parte de su profesora, quien le sugiere formar parte de un taller de lectura en el Instituto Reynosense para la Cultura y las Artes, dirigido por la maestra Mercedes Varela.
Mientras cursaba el tercer año de secundaria, se entera de una convocatoria en España para participar en el Segundo Concurso Literario de Cuento, en honor al escritor Emilio Salgari, autor de sus sagas favoritas.
Apenas tenía dos meses para terminarlo, pero los aprovechó para investigar sobre el tema y de manera continua asistía a la biblioteca pública.
Como título le pone “En el rayo con Emilio”, cuento basado en la novela de Salgari: “El corsario negro”.
En éste Marcos introduce como personaje al propio escritor, a quien le da el papel de empleado del barco “El rayo”.
Durante la travesía, el personaje de “Emilio” escribe en un diario lo que acontece en el interior de la embarcación, pero principalmente sobre el llamado corsario negro.
“Emilio”, al finalizar el viaje, con la información recopilada en el diario relata lo que es la historia original de la saga de Salgari.
Después de dos meses, finalmente termina de escribirlo y lo envía a España. El 9 de mayo de 2014 se le notifica que había sido el ganador del primer lugar, entre 200 participantes de todo el mundo.
Marcos continúa escribiendo. Le dedica el tiempo necesario y la paciencia requerida para cuando estén sus textos listos, detallados y pulidos mostrárselos a sus hermanos para que le den su opinión.
Señaló que está interesado en participar en el Concurso Nacional Pre Universitario “Juan Rulfo”, convocado por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.
Manuel, Mateo, Mario y Marcos continuarán sus estudios en la Ciudad de México, pero aseguran que al terminar su carrera profesional regresarán a Reynosa porque se sienten comprometidos con la sociedad del lugar de donde son originarios.
Con las bases de una educación sólida y bien cimentada, quieren apoyar a la gente de esta ciudad en los proyectos culturales, y si tienen la oportunidad hasta en Tamaulipas.
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