Sus primeros pasos en puntas fueron a los siete años de edad en Reynosa, y solo tenía quince cuando empezó a dar clases de ballet, jazz y tap.
UN TEMA DE GÉNERO
Aunque fue a principio del siglo XIX y hasta la fecha cuando las mujeres toman su lugar en la danza, es necesario recordar que entre los años 1710 y 1750 se consideraba una disciplina esencialmente masculina. Fue hasta el ballet romántico cuando las mujeres de manera delicada, formal y refinada aparecen en escena, ellos empiezan a ser los menos y se les cuestiona, en cierto modo, su masculinidad.
Hablar de un hombre al que le gusta el ballet implica colocarlo como contrario a lo esperado de este estereotipo de género, donde el imaginario colectivo coloca a la figura predominantemente mujer envuelta en gasas y tules, en zapatillas de punta y en movimientos suaves propios de la femineidad.*
En Baby Ballet Marbet, Sofía Flores Gómez recibe a niños y niñas a partir de un año y medio de edad; un grupo cuya finalidad es el desapego con mamá, seguir instrucciones y la motricidad.
“Es una clase muy lúdica, pero ya como disciplina de ballet se imparte a partir de los tres años”, explica.
Reconoce que en su academia sí hay varones, pero “no te voy a mentir, son pocos… en general hoy en día creo eso va creciendo de manera paulatina”.
“En Baby Ballet Marbet inicié como coordinadora de una sucursal desde que llegué a vivir a la Ciudad de México. Poco a poco la vida me fue llevando hasta poder ser dueña de la misma academia. Siento que hay que estar preparados para cuando la oportunidad que esperas aparezca y puedas tomarla. Como dueña tengo aproximadamente tres años con la compañía de mi socia Daniela Paola Jiménez Avilés”, señala.
Esta dirigida a niños a partir de un año y medio hasta 18 años. Entre las clases que imparten están: ballet, jazz, contemporáneo, hip hop, taekwondo, gimnasia rítmica y danza aérea.
Sofía Flores Gómez se ha dedicado al ballet y en general al baile desde su infancia, pero se dio el tiempo para concursar en Nuestra Belleza Reynosa donde obtuvo el primer lugar en el año 2014, y el segundo sitio en Nuestra Belleza Tamaulipas el mismo año. Ahora se corona como madre y esposa, y su futuro no lo ve de otra forma más que en la danza.