Entre los principales motivos de consulta para los adiestradores caninos y médicos veterinarios se encuentran los problemas de comportamiento, y es que existen diferentes tipos y cada uno se puede presentar en formas variables.
Hablar de este tema es complejo y extenso, sin embargo, nos vamos a enfocar en lo que todo tutor responsable de mascotas debe saber.
Estos problemas tienen un origen, y algunos de estos problemas pueden estar relacionados con la edad, pues los cachorros y adolescentes muestran un especial interés en explorar su medio a través de sus sentidos, lo que puede causar mordidas en sitios inadecuados, masticar o ingerir objetos no comestibles, entre otros.
Otra causa importante la constituyen las enfermedades (causa orgánica), pues causan malestar físico. En ocasiones, la alteración en la conducta puede ser el único dato evidente de una enfermedad. En estos casos es frecuente que el perro se torne agresivo, que
defeque u orine en sitios inadecuados, etc., como se explicará más adelante. Estas dos causas se presentan en forma transitoria, es decir, una vez que el perro crece y conoce su entorno, puede disminuir sus conductas destructivas y mordidas, y de la misma forma, al dar tratamiento a un malestar o enfermedad, se puede mitigar su agresividad.
Una causa no menos importante, y que puede ocasionar problemas de comportamiento de larga duración, es la socialización inadecuada con personas, animales y el medio ambiente. El proceso de socialización de los perros inicia desde las 3 semanas y termina hasta los 3 meses de edad, es decir, el tiempo en que el cachorro aprende a interactuar y adquiere conductas que generalmente son transmitidas por la madre, y aprende límites, por lo que una separación de la madre a edad muy temprana puede contribuir a la agresividad y miedos.
Otro factor de suma importancia es el que la madre del perro haya tenido un ambiente estresante durante su embarazo, pues sus cachorros estarán más predispuestos a tener problemas de comportamiento.
Existen muchos más problemas de comportamiento que requieren también una evaluación profesional, como es el caso de la coprofagia (comer heces, propias o ajenas) o las llamadas estereotipias, que son conductas repetitivas, que se presentan en secuencia y sin un propósito, tales como caminar en círculos y el acicalamiento constante que puede llevar a la automutilación.
Es muy importante el conocimiento de nuestro perro para identificar si existe en él alguno de estos problemas y acudir con un profesional que le pueda otorgar una solución personalizada.
El tratamiento debe ser integral, es decir, el perro debe ser valorado por un veterinario y por un experto en el manejo de estos problemas, como un adiestrador canino y/o etólogo.
La importancia recae en las consecuencias para el perro y el daño a su salud física y mental, así como los daños hacia al tutor, tales como pérdidas materiales o las derivadas por lesiones físicas, como las mordidas.
Si quieres saber más sobre este tema, puedes consultar nuestras próximas publicaciones dedicadas a los problemas de comportamiento, nos puedes contactar a través de nuestras redes sociales o con tu profesional de confianza.

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