
El 21 de abril es una fecha especial en México, se celebra a la educadora, un día para reconocer y celebrar la labor de aquellas personas que dedican su vida a la formación y desarrollo de los niños pequeños.
De Reynosa, Tamaulipas, una mujer destaca por su amor incondicional en la enseñanza, por su dedicación y su compromiso, se trata de la maestra Adriana Patricia Villegas Morales.
Nacida el 9 de mayo de 1964 se ha convertido en un pilar fundamental en la formación de generaciones de niños y niñas que han pasado por sus aulas durante casi cuatro décadas.
EJEMPLO DE PERSEVERANCIA
Adriana Villegas desde pequeña supo que tenía vocación por la enseñanza. Sus primeros pasos en el mundo de la educación los dio en el Colegio Las Américas en Ciudad Madero, donde se graduó, lo que marcó el inicio de una trayectoria de logros y desafíos.
Hoy, a punto de cumplir 40 años como educadora, es un ejemplo de dedicación y perseverancia en el área de la docencia.
El colegio Liceo Franco, fundado por Villegas hace 34 años, es el fruto de su visión y su compromiso con la educación. Lo que comenzó en una pequeña casa de madera en su domicilio particular se ha transformado en un colegio con estructura de castillo medieval, adaptado para recibir a los ‘reyes de la casa’ en su primer contacto con el mundo del aprendizaje.
DESAFÍOS SUPERADOS
Para Villegas el amor y la paciencia son las herramientas fundamentales para superar cualquier obstáculo, sobre todo cuando se trata de niños de conducta difícil o con necesidades especiales, como en los casos de autismo o TDAH.
Sin embargo, para ella lo importante es hacer la diferencia en la vida de sus alumnos con la más valiosa recompensa que es: ayudarlos a lograr el éxito y sus muestras de cariño.
Durante todos estos años en la docencia, su compromiso en la formación de niños ejemplares con una educación integral continua basada en los valores morales.
SISTEMA EDUCATIVO
Sobre el sistema educativo actual, Adriana Villegas reconoce que ha habido cambios, pero su amor por la enseñanza se mantiene.
Considera de importancia la formación continua para los educadores, así como la necesidad de adaptarse a la nueva realidad y desafíos que enfrenta la educación en las escuelas en la actualidad.
Sin embargo, a nivel personal, uno de los momentos más difíciles fue cuando sufrió un accidente hace diez años que le dejó estragos en su rostro; el apoyo de su comunidad escolar fue la motivación que la ayudó a salir adelante.
Hoy, su rostro lleva las marcas de su valentía y su determinación, pero para sus alumnos sigue siendo la misma maestra amorosa y dedicada de siempre.
Adriana Villegas más que una educadora es un ejemplo de resiliencia, pasión y entrega. Su legado perdurará en las mentes y los corazones de aquellos a quienes ha tocado con su sabiduría y su amor por la educación.
