Desde el pasado 29 de marzo de 2025, entró en vigor en México una medida que ha generado muchas opiniones, tanto a favor como en contra: ya no se permite la venta de comida chatarra en las escuelas. Esta acción forma parte del programa “Vida Saludable en las Escuelas” de la SEP. Aunque para muchos padres y docentes puede parecer una restricción más, en realidad representa una gran oportunidad para replantearnos cómo cuidamos la salud de nuestras niñas y niños.
Tradicionalmente, las celebraciones infantiles han estado llenas de refrescos, frituras, pastelitos y dulces. Pero, ¿te has preguntado cuánto beneficio real aportan estos productos? Hoy México enfrenta una crisis de salud alarmante: casi 4 de cada 10 niños entre 5 y 11 años presentan obesidad. Si seguimos así, más de la mitad de nuestra niñez vivirá con sobrepeso en los próximos diez años. Estas no son solo estadísticas: son niñas y niños que ya enfrentan enfermedades que antes eran exclusivas de adultos, como diabetes mellitus, hipertensión arterial y problemas cardiovasculares.
Aquí en Tamaulipas, la situación es especialmente preocupante. Ocupamos el segundo lugar a nivel nacional en obesidad infantil. De los más de 620 mil menores entre 1 y 10 años, se estima que al menos 206 mil ya presentan exceso de grasa corporal. Además, se proyecta que para el año 2035, el 56% de la niñez mexicana vivirá con sobrepeso. No podemos seguir viendo esto como algo normal.
Y no, esto no significa que el Día del Niño tenga que volverse aburrido o sin magia. Al contrario, es una oportunidad para despertar nuestra creatividad: organizar actividades que los hagan moverse, reír, jugar; ofrecerles frutas de forma divertida, aguas frescas naturales o incluso invitarlos a preparar sus propios snacks saludables. Hay muchas maneras de celebrar cuidando su salud.

Es natural que al principio genere incomodidad. Cambiar hábitos no es fácil. Pero si queremos que las futuras generaciones crezcan con mayor bienestar, este tipo de decisiones son necesarias.
Es momento de recordar que celebrar también es cuidar. Y si el Día del Niño se trata de proteger su bienestar y hacerlos felices, no hay mejor regalo que enseñarles, desde pequeños, a disfrutar cuidando su salud.