Siempre he sido fiel creyente que somos lo que pensamos, por ejemplo: si pienso en que puedo lograr una meta y trabajo en ello, sé que puedo alcanzarla, o si pienso que no tengo la capacidad suficiente para hacer algún deporte, pues yo misma con mi forma de pensar estoy limitando mi potencial para lograr ser deportista. Y así, en cada pensamiento que vamos teniendo a lo largo de nuestra vida, nos va formando, es por ello que creo (muy mi particular forma de pensar), si lo piensas en positivo, seguramente tu vida será siempre positiva y te irá bien en todos los sentidos.
Y esa forma tan mía de pensar es la que me motiva a creer en que, si una persona piensa en positivo, va contagiando su entorno del “como si” se puede lograr todo lo que te propongas. ¿Demasiado positiva? Tal vez sí. Y es que sí se puede todo lo que te propongas sin importar cuál sea el reto. Creo que hay personas con menos posibilidades que otras, con más limitaciones tanto físicas, intelectuales o cognitivas y lo único que cambia es su actitud frente a la vida. Hay otras que todo lo que creen, lo crean.
Lo único que nos limita para no hacer las cosas, es el pensar que tengo limitaciones y que no puedo lograrlo.
Hace unos días vi en redes sociales a un muchacho hablando de lo maravilloso que es vivir; era un joven de casi 30 años y más de la mitad de su vida se había dedicado a sobrevivir a un cáncer que fue detectado en su adolescencia. Tomaba el tratamiento, quimioterapia o radioterapia, y después del desgaste físico, el cual era más que evidente, volvía a la carga, regresaba al gimnasio, se alimentaba mejor, y mantenía, sobre todo, una actitud optimista muy a pesar de su diagnóstico y de haber perdido ya una pierna (usaba prótesis de la rodilla hacia abajo). ¿Cómo es que ese joven, muy a pesar de tener esa terrible enfermedad, continuaba dando ese mensaje tan positivo y reflexivo a la vez? La respuesta es fácil: con FE. Sí, esa fe que a veces nos falta a nosotros o se nos olvida dónde la dejamos, la fe de que esto que te está sucediendo (pon aquí tu necesidad) pronto pasará y será solo una experiencia más de tu vida.
Además de su fe, su actitud ante la vida, muy a pesar de sus dificultades, la esperanza de que en algún momento podrá salir victorioso de esa incansable lucha; fue ahí donde me hizo recapacitar sobre todas las oportunidades que tenemos, las opciones para salir adelante, la vida en sí como tal ya es una gran oportunidad para lograr todo lo que te propongas, después de eso (la vida) ya no hay nada más, entonces ¿qué esperas para ver la vida de diferente manera?
Te invito a que reflexiones ese problema, dificultad o limitación que en este momento te está haciendo pensar que no puedes lograrlo, tal vez sea el tema económico, o una enfermedad, o quizá seas tú mismo con tus creencias limitantes quien no se permite lograrlo. Deja todo eso atrás, sacúdete y reinvéntate. Tienes las mismas oportunidades que otros para hacerlo, no bloquees tu potencial para lograr lo que te propongas. ¡Sí puedes! Recuerda: “¡Si lo crees, lo creas!”
Con cariño, su amiga,
Dra. Griselda Reyna.