Cuando Regina Olivares se casó, su esposo y ella planearon que hasta dos años después tendrían familia. Así fue: el 25 de abril le dieron la noticia de que sería mamá. Ella tiene una gemela, así que no descartaba la posibilidad que su embarazo le trajera un par de bebés; se emocionaba con sólo pensarlo.
Sin embargo, fue hasta el segundo eco donde el doctor le detectó que gestaría dos niños.
Dios le había concedido el mejor regalo de su vida: Regina y Esteban nacerían el 29 de noviembre del 2014, con un minuto de diferencia.
Aunque fueron prematuros, ambos pequeños están bien y los orgullosos padres reconocen que les cambió su vida.
Como madre está dedicada a ellos y agradece a sus pequeños darle el mejor título que puede tener una mujer: ser mamá.
¿Qué recuerdos tienes de niña al lado de tu mamá?
Con mi mamá, Alma Patricia Rodríguez de Olivares, tengo recuerdos muy bonitos, igual que con papá, pues somos una familia muy unida. Ella ha sido una gran esposa y madre, y ahora que yo también lo soy puedo apreciar más todo lo que ha hecho por nosotros.
¿Cuáles fueron las travesuras por las que tu mamá te castigó?
Nunca fui de hacer travesuras, pero sí era muy inquieta, siempre por andar corriendo, saltando, me caía, incluso a veces hasta me abrí la cabeza y terminé en el hospital, fueron como cuatro veces las que recuerdo.
¿Qué consejos de ella tienes muy presente?
Tanto mi madre como mi padre me han aconsejado tener a Dios como prioridad en el hogar. Agradecerle todos los días por lo que nos da y lo que no nos da. Tener una muy buena comunicación con mi esposo y tratar de dar lo mejor de mí cada día. Tengo muy presente a mi abuelita materna, que es como si fuera mi segunda mamá, cuando me dijo: “Para que puedas ser feliz nunca esperes nada de nadie”. Ahora trato siempre de tenerlo muy presente, pues de esa manera no te decepcionas ni nadie te hará sentir triste, porque no estás esperando nada a cambio. Su frase es: “Tú haz el bien, sin mirar a quien”.
¿Cuál fue el momento más conmovedor, triste y alegre que pasaste con ella?
El conmovedor es, creo yo, cuando le di la noticia de que iba a ser abuela. El más triste: el fallecimiento del mejor abuelo del mundo (materno), un gran hombre, fue otro papá para nosotros. Y el momento más alegre fue cuando le di la noticia que yo también iba a tener cuates.
¿Cómo percibe al matrimonio tu mami?
El matrimonio para mis papás es un sacramento muy importante, es para toda la vida, es el vínculo de dos personas que se convierten en una. Requiere todos los días de amor, paciencia, esfuerzo, confianza y comunicación, para que un matrimonio tenga éxito.
Tú, ¿a los cuántos años te casaste?
Me casé a los 27 años con Esteban Rafael González Mendivil con quien formé mi hermosa familia cuando nacieron mis cuates: Regina y Esteban González Olivares, el 29 de noviembre del 2014; a las 3:30 nació Regina y a las 3:31, Esteban.
A pesar de que son muy pequeños, ¿cómo es cada uno?
Desde el momento que nacieron mostraron su personalidad y carácter. Regina es más despierta, más inquieta, más exigente, está más al pendiente de los detalles. El Bebo siempre fue muy tranquilo, más dormilón.
¿Cuál fue tu reacción cuando te enteraste que estabas embarazada e ibas a tener cuatitos?
Desde que nos casamos, mi esposo y yo siempre planeamos que después de dos años de casados pensaríamos en el embarazo. Exactamente pasando dos años un mes quedé embarazada, nos casamos el 16 de marzo del 2012 y el 25 de abril del 2014 me dieron la noticia de que iba a ser mamá.
En la segunda visita al doctor me confirmó mi embarazo, me hizo el eco y se percibía como un saquito, era el embrión. Entre emocionada y triste, exclamé: ¿Ay, nada más es uno, doctor? Y me contestó: ¿Por qué? ¿Quería más? Le respondí: ¡Claro!, se acuerda que le dije que soy gemela, ¡pues yo quiero cuates también! Mi esposo entonces le preguntó si sería posible escuchar el corazón del bebé. El médico empezó a presionarme más fuerte el abdomen y de pronto me dice: sabes que estoy viendo algo más, te tendré que hacer el otro eco porque parece que sí son dos. ¡No lo podíamos creer, fue una emoción indescriptible!
Tu primera reacción al tenerlos en tus brazos.
Fue la mejor sensación, me sentí la mujer más feliz del mundo. Nacieron prematuros, entonces el niño estuvo en observación nueve días y la niña 14 en cuidados intensivos y luego en cuidados intermedios.
Mi embarazo fue perfecto, nunca me sentí mal, no tuve náuseas, andaba de arriba para abajo; hasta el día que nacieron estaba en la calle. Recuerdo que ese viernes fui con mis papás a la iglesia San Juditas a rezar, luego nos pasamos a comprar unas donas y a tomar café, y en la noche cenamos. En la madrugada del sábado fue cuando empecé con los dolores de parto.
¿Cómo cambió tu vida, desde el nacimiento de los niños?
Mi vida cambió por completo, de estar dedicada sólo a mi esposo y a mí, y tener tiempo de sobra para hacer lo que quisiera, ahora ya no puedo, pero es parte de la vida y estoy muy feliz en esta nueva etapa. Gracias a Dios pude disfrutar dos años mi matrimonio y divertirme sin preocupaciones, ahora también me divierto, pero ya con las responsabilidades que implica tener un par de bebés.
¿En tu familia hay tendencia a tener parecitos?
En mi familia las únicas gemelas idénticas somos mi hermana y yo, y ahora mis cuates. Creo que nuestras abuelas, por parte de los dos, tuvieron hermanos cuates o algo así, pero primos o tíos cuates, ni mi esposo ni yo tenemos.
¿Están pensando tener más familia?
Sí, mínimo uno más. Si me embarazo otra vez sería muy feliz de volver a tener cuates, pero Dios dirá. A corto plazo no, pues mis cuatitos apenas tienen cuatro meses y medio y requieren de todo mi tiempo, igual y ya que tengan un año y medio nos animamos. Estoy dedicada de tiempo completo a mis cuatitos y a mi esposo.
Gemelos, cuates, mellizos, trillizos o cuatrillizos… en un sólo viaje, con una cigüeña arriban para sorpresa de sus adorados padres.
Bebés que no vienen solos, se acompañan de uno, dos, tres y hasta cuatro hermanitos…
Las almas gemelas son idénticas, mientras que los mellizos tienen ciertas características que los hacen “parecer hermanos”.
No es común que nazcan por parecitos o más de uno al mismo tiempo, por lo que estos casos los hacen ser unos niños muy especiales.
En el Día del Niño dobles y más felicitaciones a todos ellos.