Como cada año, el Super Bowl atrae a millones de aficionados en todo el mundo y esta ocasión en su 50 edición no fue la excepción.
Hubo quienes pagaron hasta 15 mil dólares y más por un asiento, como fue el caso de dos boletos vendidos por 20 mil 500 dólares que adquirió un residente de la ciudad de San José, próxima a Santa Clara, donde se llevó a cabo el partido en el estadio de Levi, entre las Panteras de Carolina y los Broncos de Denver, llevándose el trofeo estos últimos gracias a su defensa.
Pero hay quienes prefirieron reunirse en familia o con los amigos en casa, en un restaurante o algún bar.
Desde muy temprano se organizaron para empezar la convivencia en la que no faltó la carne asada, las espadas de alas de pollo al horno, los elotes cocidos, las frituras y las cervezas.
Las pantallas de televisión dispuestas en la sala de la casa y en el jardín, desde muy temprano se sintonizaron en los canales deportivos para no perderse ni un detalle de la transmisión.
Aunque los favoritos eran los Panthers, incluso en Las Vegas las apuestas estaban a su favor y por mucho margen, los Broncos no permitieron que rugieran convirtiéndose en unos domables gatitos que desilusionaron a sus seguidores.
En Reynosa y el Valle de Texas este domingo fue de Super Tazón y se disfrutó en un ambiente tranquilo y lleno de adrenalina.
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