Compartir el rol de mamá con un trabajo fuera del hogar no es fácil pero, sin duda, ser madre es un regalo de Dios y desarrollar una profesión, una satisfacción que engrandece a las mujeres.La mayoría de ellas sabe lo que es dividir las 24 horas del día entre citas de negocios, juntas de la escuela y comidas en familia, pero no las cambiarían por nada aun cuando en ocasiones sientan que les falta tiempo para dormir un poquito más.
EL ARTE DE SER MAMA.- Para Conchita Cázares la pintura es su pasión, por lo que se siente privilegiada de haber tenido la oportunidad de compartir con los niños un poco de este gusto por el arte. En la actualidad se desempeña como decoradora de interiores ayudándole a la gente a crear un hermoso y confortable ambiente para su hogar. El rol de mamá lo divide con su trabajo. Tiene dos hijos: Mariana y Humberto que considera el motor de su vida y quienes la motivan a salir adelante.
ADMINISTRADORA DE SU TIEMPO.- Myriam Cruz de Ramírez es licenciada en administración de empresas y mamá de Julio Andrés y de Alan Mauricio. Desde que estudiaba trabajaba, y cuando nació su primer hijo inició un pequeño negocio pero siempre con la idea de no descuidar a su familia. Participa, además, en una asociación que apoya a las mujeres a concluir sus estudios profesionales. Sus hijos la acompañan en ocasiones al trabajo y ella, a su vez, participa en sus actividades escolares y deportivas, considerando que es el reto más grande de una madre que trabaja. Si me preguntas que si vale la pena. Sí, y mucho. “Disfruto a mi familia, cocinar para ellos… pero también poder desarrollarme en el trabajo”, señala Myriam.
BUSINESS WOMAN.- Adriana Abraham Nakhoul tiene dos hijos: Tony Trad, de 13 años de edad y Eddie Trad, de 10. Desde pequeña ha trabajado, incluso en la universidad y durante la maestría trabajaba y estudiaba al mismo tiempo. Actualmente ocupa el cargo de gerente de desarrollo de negocios, distribuyendo su tiempo entre sus dos hijos: Tony y Eddie estudian. Después de la oficina dedica las tardes para resolver las tareas con sus hijos, y en sus ratos libres y fines de semana aprovechan para hacer ejercicio juntos, salir a caminar o andar en bicicleta. Les encanta la música y cada uno toca un instrumento. Adriana es una mamá profesionista que disfruta el tiempo en familia.
LA DOCENCIA, SU PROFESION.- Marisela Pérez Ramírez es maestra desde hace 24 años, una carrera que le ha permitido convivir con los jóvenes. Es madre de Diego y Viviana con los que planea los domingos las actividades de la semana. Siempre se da espacio para convivir con ellos, hacen ejercicio y los apoya en sus deportes. Cuando hay oportunidad viajan en familia, pues ser mamá es uno de los regalos que le ha dado la vida, y ser maestra es un logro como mujer.
ENTRE PAPILLAS Y LOS NEGOCIOS.- Martha McDonald Chávez se siente bendecida de ser madre de Homero, Martha Andrea y Juan, además de Anylú, a quien considera la adoptiva porque es esposa de su hijo mayor. Su rol de madre lo ha compaginado con el trabajo, ya que desde que se casó dividió su tiempo entre pañales y papillas. Su esposo era dueño de zapaterías y ella se hacía cargo de una sucursal. Con los años terminó su matrimonio y se dedicó a criar a sus hijos además de incursionar en los negocios al abrir la primera farmacia de similares en Reynosa. Hace un año se graduó de enfermera aunque ya tenía un título universitario en psicología.
EL DERECHO DE TRABAJAR.- Cata Arechandieta es licenciada en Derecho y tiene 20 años de ser mamá. Considera que cada día son más las madres que deben combinar las tareas del hogar con el trabajo, lo cual puede resultar difícil, pero que es un reto como mujer y al final del día te deja una satisfacción muy grande. Su hija Marifer estudia la universidad en Monterrey y fue su motivación para comenzar a trabajar fuera de casa. “Me siento muy conforme, contenta y plena con lo que hago ya que cada día representa un reto para mí como madre, profesionista y mujer”, asegura Cata.
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