Las posadas representan el peregrinar de José y María. Estas fiestas populares que tienen un sesgo religioso y cargado de simbolismo se celebran durante los nueve días previos a la Navidad.
Fotos: Víctor Briones
La travesía que realizó José y María desde Nazaret hasta Belén durante nueve días, dio origen a la representación de las posadas, fiestas populares que desde la época Colonial se celebran en México y otros países que profesan la fe católica.
A unas semanas de la Navidad y algunos días de dar comienzo la primera, el 16 de diciembre, esta es su historia, significado y forma de festejarlas.
Se cuenta que durante nueve días, tiempo que se prolongan las posadas, la pareja caminó hasta llegar a su destino, donde José y la Virgen a punto de dar a luz, recibieron refugio en un pesebre.
Hay evidencias de que a mediados del año 1500, al fraile Diego de San Soria, el Papa Sixto V le concedió el permiso de realizar cada año misas de aguinaldo en representación de aquel peregrinar.
También en el México prehispánico celebraban el advenimiento del Dios de la Guerra, Huitzilopochtli, del 17 al 26 de diciembre, durante el Panquetzaliztli, entre el 17 y 26 de diciembre.
Sin embargo, con el tiempo al evangelizar el pueblo, la imagen de este Dios fue sustituida por la de José y María.
Inicialmente la fiesta se hacía en los templos, pero después se extendió a las casas y plazas públicas sin perder el espíritu religioso. Las calles se convertían en una verbena popular con procesiones, villancicos, danzantes y gente que arrodillada oraba.
En sus orígenes las posadas organizadas por la aristocracia eran suntuosas e iluminadas por fuegos artificiales. No escatimaban en decoración y a los niños se les vestía de ángeles con túnicas de tela metálica, hilos de plata o de oro, penachos de plumas blancas y zapatos de satín blanco, bordados en oro.
Los hogares de la clase media, en cambio, se adornaban con ramas de pino, heno, faroles de papel y se tronaban cohetes.
Las posadas pueden variar de acuerdo al lugar en donde se celebren, aunque por tradición se mantiene la costumbre de rezar el rosario.
La diversión comienza al romper la piñata, además de beber ponche con fruta de la estación y disfrutar la comida típica mexicana.
Para recordar el andar de José y María, pedir posada cantando es uno de los actos más simbólicos. Los peregrinos llevan una vela de adviento en la mano y con cánticos solicitan se les dé hospedaje, hasta que una familia permite que entren a su casa.
Los invitados reciben colaciones, frutas y cacahuates en una canasta, anteriormente hecha de porcelana para guardar como recuerdo. Sin embargo, con el paso de los años se tejió de palma y en ocasiones hasta de cartón se elaboró, decorándose con papel de china de colores.
LA CELEBRACION
Para la procesión, tras los santos peregrinos deben formar una fila los invitados y cantar los párrafos de la letanía.
Se forman dos grupos, uno para pedir posada fuera de la casa y el otro al interior les responderá.
Recibidos los caminantes, se procede a romper la piñata en un ambiente festivo y de integración.
LA PIÑATA
A pesar de que con el paso del tiempo las formas de las piñatas han cambiado, la original, de estrella, es la que representa fielmente esta tradición; cada pico simboliza uno de los siete pecados capitales.
Representan al demonio y se hacen con una olla de barro que se cubre con papel de colores para cautivar al hombre y que ceda a la tentación. Se rellenan de dulces y frutas que son la gracia de Dios.
El acto de romper la piñata con los ojos vendados tiene un significado religioso, es la fe ciega que con la ayuda de Dios nos ayuda a combatir las tentaciones del mundo, los pecados.
Las personas que con sus gritos animan a romperla representan a la Iglesia y nos indican el camino a seguir para vencer el mal. Logrando el propósito, el relleno cae al suelo derramando la gracia de Dios sobre nosotros.
LO QUE SE NECESITA
En la decoración del lugar donde se realizará la celebración, el papel picado es fundamental, los faroles y el heno. Por supuesto que el nacimiento de Jesús con la Virgen María y José; los pastores y los animales de granja también deben estar presentes.
- l Piñata.
- l Libro de letanías.
- l Velas.
- l Colación.
- l Silbatos.
- l Canastas de papel o de palma.
- l Soga o mecate.
- l Frutas de la estación y semillas,
como cacahuates. - l Luces de bengala.
Significado de colación
En la época navideña se acostumbra la colación para dar aguinaldos, lo que se refiere a las pequeñas canastas con dulces y frutas que se distribuyen entre los asistentes a la posada. La colación también es parte del relleno de la piñata.
ANTOJITOS
El ponche es una de las bebidas tradicionales en las posadas, pero también se pueden repartir buñuelos, atole y tamales, entre otros platillos y bebidas típicas.
BUÑUELOS
Ingredientes:
- 4 huevos.
- 1/4 de taza de azúcar refinada.
- 1 taza de aceite vegetal.
- 2 tazas de harina blanca.
- 1 cucharadita de polvo para hornear.
- 1 cucharadita de sal de mesa.
- 1 taza de azúcar refinada.
- 1 cucharadita de canela molida.
- Aceite de canola extra para freír.
Preparación:
- En un tazón grande mezclar los huevos con un cuarto de taza de azúcar y batir hasta que espesen y tomen un color amarillo fuerte.
- Agregar una taza de aceite. Mezclar por separado una y media tazas de harina, polvo para hornear y sal.
- Incorporar gradualmente a la mezcla de huevo y revolver bien.
- Colocar la masa sobre una superficie enharinada (unir la media taza de harina restante). Amasar bien hasta que obtenga una consistencia suave.
- Formar 16 bolsas de masa. Exttender cada una con el rodillo hasta formar círculos de aproximadamente 12 centímetros de diámetro.
- Dejar reposar sobre el papel encerado y sin cubrir durante 10 minutos.
- Calentar el aceite extra a 175ºC en un sartén hondo..
- Freir los buñuelos crudos hasta que se doren, dando vuelta una sola vez.
- Retirar el exceso de grasa con toallas de papel.
- Espolvorear con una mezcla de azúcar y canela. Guarda en un recipiente hermético.
Ponche de frutas
Ingredientes:
- 3 litros agua aproximadamente
(depende de lo concentrado
que se desee). - 2 manzanas amarillas en cuadros.
- 5 Guayabas rebanadas.
- 1 puño de flor de jamaica.
- 1 puño de tamarindos pelados.
- 5 tejocotes (con o sin piel).
- 1 puño de ciruelas
- Cañas partidas en tiras
(a proporción). - Piloncillo o azúcar al gusto.
Preparación:
Hervir todos los ingredientes hasta que las frutas suelten su sabor, a excepción de la azúcar o el piloncillo que se agrega de acuerdo al grado de dulzura que se desee. El agua también es de acuerdo a la consistencia que se requiera. El ponche se sirve caliente. Opcional agregar un chorrito de tequila.