TEXTO Y FOTOS VIRIDIANA LEAL
Ana Laura Villalva Núñez estudió la carrera de Derecho, tuvo la oportunidad de ejercer como abogada y jamás descartó la posibilidad de ser madre, pues sabía que podía conciliar su profesión con el rol de mamá.
Cuando llegó Kiana Isabella alternó su trabajo en una institución pública sin desatender a la niña.
Sabía que tenía que cumplir con ambas responsabilidades y así lo hizo.
Ella es una mujer contemporánea, de la generación de “multitask”. Aprendió a realizar varias tareas y las redes sociales son su mayor aliado. Cuando está en casa desde el celular entabla negociaciones, recibe mensajes, se conecta al face, revisa sus correos y aprovecha para no dejar de lado su vida social. Las aplicaciones también las usa para darle más agilidad a su vida y mantenerse a la vanguardia de la tecnología.
MAMÁ PROFESIONISTA
Es hija de Carmen Núñez y Jorge Villalva, quien falleció cuando ella era muy chica, por lo que se vio en la necesidad de trabajar desde muy joven.
En la etapa escolar siempre se esforzó por obtener las mejores calificaciones, para forjarse un futuro exitoso.
Al terminar la universidad ejerció como abogada en un tribunal unitario y en un juzgado de distrito.
Basada su educación en los valores y la fe católica, se convirtió en una mujer independiente, esforzándose para abrirse paso en la vida.
Llegó entonces el momento de ser mamá y acogió la idea con gran entusiasmo. El 5 de enero recibió a Kiana Isabella Sauceda, la que cambió su mundo por completo y el de su familia.
Se le presentó, además, la oportunidad de trabajar para el Gobierno del Estado.
Los roles de mamá y mujer trabajadora los compaginó sin dificultad, pues el horario de oficina le permitía pasar las tardes con su hija, quien por las mañanas se quedaba a cargo de su abuelita.
Después de ocho años de trabajar en esta institución pública, decidió emprender su propio negocio invirtiendo sus ahorros.
ISABELLA, SU INSPIRACIÓN
Emprender un negocio siempre representa un riesgo, pero fue su hija quien la motivó, y las redes sociales en las que encontró el camino para decidir el giro de la tienda de ropa y calzado made in México.
“Mami, estoy muy orgullosa de ti”, expresó Isabella a su madre, una vez que la boutique abrió sus puertas.
A través de las redes ha logrado un mercado de clientes de Monterrey, Saltillo y la Ciudad de México. Incluso, por Instagram, se comunica para atender pedidos desde Los Ángeles, California.
Ser su propio jefe, a Ana Laura le permite compartir más tiempo con la pequeña, tanto en la tienda como en la casa.
Aunque fue educada a la vieja usanza, inculca a su hija los valores que a ella le enseñaron sus padres, y a ser auto suficiente, honesta y responsable.
EN SOCIEDAD
Después de ser madre su vida social continuó. Su carácter extrovertido le permite mantener y crear nuevos grupos de amistades. Pero a las fiestas también van madre e hija, y acostumbran organizar una tarde de chicas, para ver películas, pintarse las uñas… ambas se consienten y disfrutan de su compañía.
Ana Laura es una mujer que sin
olvidar su rol de mamá, ha organizado su vida de tal forma que la tecnología le ha facilitado desarrollar su carrera, emprender un negocio y mantener sus relaciones públicas.
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