Inspirado en The Rolling Stones, Wayo Roux inició su camino por la música, pero fue la canción “Acapulco rock”, de Freddy Fender, una especie de epifanía sobre su futuro como cantante de rock. A los 13 años ya tenía su primera banda y en 1971 es parte del controvertido Festival de Avándaro.
Eduardo Roux quien compartió escenario con ZZ Top, James Brown, grupos de rock de los años 60 como “Los Yaki” y fue parte del histórico concierto de Avándaro, ahora se prepara para festejar sus 50 años como músico. Mejor conocido como “Wayo”, dedicó gran parte de su vida a su más grande pasión, el rock and roll. El tamaulipeco originario de Nuevo Laredo, desde los 8 años vive en Reynosa, la ciudad adoptiva que lo vio crecer artística y profesionalmente, quien además destacó como promotor y empresario.
El hijo mayor de Heberto y Alicia Roux sintió desde muy pequeño ese gusto por la música, inspirado por The Rolling Stones, su banda favorita.

Un día por casualidad escuchó en la radio una canción que le despertó a lo que quería dedicarse, era “Acapulco rock” interpretada por el texano Freddy Fender, y que años después se volvería muy popular; sonaba tan fuerte en ese momento que fue una especie de epifanía sobre su futuro como cantante de rock. Tenía apenas 13 años cuando decidió hacer su primera banda con los compañeros de secundaria. Era la época en que entraba a escondidas a las discotecas donde se presentaban cantantes en vivo. Los Johnny Jets estaban entre los favoritos. Con el grupo armado, Wayo al iniciar la preparatoria en 1963 reclutó a jóvenes como Miguel Ibarra, en una nueva banda que llamó “Los Wisers”.
Los ensayos eran cuando podían, conseguir instrumentos era complicado porque había que rentarlos y para obtener ingresos hacían conciertos en eventos privados, en ocasiones sólo conectaban el bajo, la batería y el micrófono del vocalista; no era sencillo pero les iba muy bien. Al terminar el bachillerato en 1966, Wayo con 18 años de edad, decidió seguir su sueño en Monterrey, así que con la bendición de sus padres, tomó sus maletas y se fue a probar suerte. Fue tanta su buena fortuna que al pisar la Sultana del Norte fue invitado a cantar en vivo con un grupo llamado Los Rockets en el programa “El Clan del Martillito”, conducido por el arquitecto Héctor Benavides, actual director del noticiero Telediario.
Ahí estuvo por un tiempo hasta que sintió que la ciudad le quedaba pequeña, por lo que tomó la decisión de viajar a la Ciudad de México.
En enero de 1967 visitó Hallabaloo, un “café cantante” donde se topó por casualidad con Miguel Ibarra, baterista original de su grupo que tenía en Reynosa y a los hermanos José Luis y Meme Gazcón, guitarrista y bajista, respectivamente, de los Ángeles Azules, a quienes acompañó en varias ocasiones a Matamoros. Los tres eran parte de una banda llamada “Los Yaki” que tenía el hit en la radio “Diablo con vestido azul”.
Cuando se acercó a saludarlos le comentaron que el vocalista, Benny Ibarra, estaba recuperándose en el hospital. Fue así que por unas semanas lo suplió en varias presentaciones. De esta manera conoció al director de Capitol Records, el “Güero” Gil, quien lo recomendó con el grupo “Los Profetas” para cantar, y en febrero de 1967 grabó un primer disco con la canción “Un poquito de ti”, un cover del tema “Happy together” de la banda The Turtles, pero en versión en español, además de “Ya ya ya” para el
sello Capitol Records. Una vez que salió el disco el grupo se dio a conocer más en la República Mexicana.
Tuvo la oportunidad de conocer a Abraham Laboriel, con “Los Profetas”, uno de los mejores bajistas del mundo, quien le enseñó disciplina, a tener seguridad en sí mismo y a que el progreso se obtiene con la práctica. Abraham tiene un hijo, Aby Laboriel, baterista de Paul McCartney. Con los “Johnny Jets” hizo una corta temporada en Plaza Casino México, un centro nocturno muy famoso en su época. Después de estar ocho meses fuera de Reynosa, a principios de septiembre del mismo año vuelve, ya con un poco más de experiencia y con el firme deseo de formar y dirigir su propia banda. Ya instalado reunió a algunos músicos de otras bandas y creó “La Moda”. Con ese nombre tenía presentaciones en El Alaska, una disco que abrió con sus papás y que se convirtió en el lugar de más categoría que los jóvenes frecuentaban, con música en vivo y donde tenían además a grupos invitados.
En el ’69 Eduardo entró a una nueva era en el rock que incluía a metales, por ello incluyó la trompeta y saxofón para cambiar su nombre a “Plastic Heavys” y continuar con su auge en la mencionada discoteca. Un año después iniciaba la época de los 70 y con ésta una nueva era rebelde en el rock; hasta el gobierno buscaba eliminar el poder de convocatoria, pero no pudo evitar que surgieran bandas como “La Revolución de Emiliano Zapata” en el sur de México.
Fue por eso que decidió bautizarse como “La División del Norte” debido a su procedencia de la frontera méxico-americana.
Ya con un nuevo nombre, el deseo de volver a grabar algunos temas renació y debido a que no existían las facilidades de hoy en día, pues se requería contar con el respaldo de una disquera, Wayo aprovechó los contactos que hizo en su estadía en la Ciudad de México. Llamó a José Luis Del Río, a quien conoció en Capitol Records mientras grabó con “Los Profetas”, quien le informó que pronto viajaría a McAllen, Texas, y mientras eso sucedía pasaría a escucharlos.
Debido a que la disquera de la competencia, Polydor Records Internacional, acababa de firmar al grupo “La Revolución de Emiliano Zapata” les dieron una oportunidad, al mismo tiempo se ahorrarían costos al grabar en un estudio de McAllen. Por fortuna siempre contó con el apoyo de los miembros de su familia, quienes al principio pensaron que se trataba de un juego, pero al final, después de sus logros lo tomaron en serio. Wayo y su grupo cantaron en la disco El Alaska hasta 1978, después en los 80. Como antes no se hacían muchos Long Plays (LPs) sino que se iba grabando cada tema por separado, en vez de sacar un disco completo se daban a conocer con “sencillos” (singles). Por eso cuando entraron al estudio de grabación hicieron ocho canciones, que fueron promocionándose durante seis años. La mayoría de los temas fueron escritos por Wayo, primero fueron dos, uno instrumental y otro con letra, que lograron estar entre los primeros lugares de popularidad, lo cual lo sorprendió pues no se imaginaba el alcance que tendrían tan pronto. También sonó mucho en una estación local y otras del Valle de Texas. “Soul lady”, “Baby don’t let me”, “She’ll come back to me”, “My way is love”, “It’s a new day” y “I got your love”, fueron algunos de los temas grabados.
FESTIVAL AVÁNDARO
Así recorrió varias ciudades de Tamaulipas y lo más destacado de toda su carrera fue que recibió la invitación para ser parte del festival de música más grande en México, el Festival Avándaro que se realizó los días 11 y 12 de septiembre de 1971 en Valle de Bravo, Estado de México. Este evento masivo se realizó a escondidas del gobierno, por lo que los organizadores se abstuvieron de hacer publicidad. Llamaron al evento “Rock y ruedas” pues decían que sería una carrera de autos y que habría algún grupo tocando en el intermedio. Sin embargo, sólo se trataba de un concierto al que llegaron más de 150 mil personas que se enteraron porque se corrió la voz. En aquel tiempo no habían redes sociales que enviaran una invitación, lo que resultó de verdad sorprendente para los participantes. El orden de presentación de las doce bandas fue por medio de un sorteo, pues se sacaron papelitos con números y de acuerdo al que les tocara aparecían en el escenario. El primero que salió a escena fue “Los Duck Dug’s”, en segundo “El Epílogo” y la suerte les acompañó porque les tocó el 3 en el mejor horario, de las 22:00 a las 23:00 horas.
En este tiempo ocurrieron eventos cruciales que marcaron el festival, como el minuto de silencio en honor a Jimi Hendrix, pues se conmemoraba el primer aniversario luctuoso. En esos 60 segundos no se escuchó ningún murmullo más que las notas que el guitarrista de “La División minúscula”, Ángel Olvera, tocó a manera de homenaje. “Fue impresionante ver como más de 150 mil personas estuvieron en silencio total durante ese minuto, aún no lo puedo creer y eso que lo viví; el estruendo que se escuchó después también fue sorprendente”, recordó el tamaulipeco. También dio mucho de qué hablar a través de los años, una mujer que mencionan que se desnudó, pero que sólo se despojó de su ropa quedando en ropa interior y bailó sobre el techo de un autobús. “En aquel tiempo fue un escándalo”, abundó.
Wayo recuerda con orgullo que durante una entrevista el periodista Jacobo Zabludovsky hizo una narración del festival de manera muy positiva, mientras usaba de fondo el tema “Soul lady” o “Dama con alma”, escrita por Wayo, quien considera un honor que hayan elegido su canción. La participación que “La División del Norte” tuvo fue un parteaguas para su carrera, ya que a partir de ese entonces tuvo la oportunidad de hacer una larga gira por la República Mexicana con la que recorrió en varias ocasiones Guanajuato, Irapuato, Toluca, Cuernavaca, Puebla, Tampico, Victoria, así como el Valle de Texas, entre otros lugares. Avándaro quedó en la memoria no sólo de México sino del mundo, pero no se volvieron a hacer festivales de rock por presiones del gobierno. Vivir en ese tiempo en donde había mucha represión no fue fácil, el delito más grande era tener el cabello largo y como Wayo lo tenía, lo vivió en carne propia. Sufrió persecuciones en el Estado de México, pero no lo atraparon, hasta que llegó a Reynosa donde lo raparon y encerraron en la cárcel. Pero él nunca se desanimó y continuó con lo que más le gustaba hacer, presentándose en los más importantes escenarios.
A lo largo de su carrera tuvo la oportunidad de alternar con grupos como Question Mark & The Mysterians que en ese tiempo tenían de moda el tema “96 Tears” y estuvieron en el Valle de Texas, también tocaron en El Alaska con ZZ Top que vino a promoción su canción de “La Grange”. James Brown era una de las grandes figuras del soul que estuvieron en esta ciudad en la Plaza Santa Fe y compartió escenario con Wayo como lo hicieron Gregg Rolie, el vocalista de Santana, en el año 2008 en la Plaza de la República. Wayo no volvió a grabar después, se dedicó solamente a tocar en la discoteca, a organizar eventos en Reynosa y participar en alguna de las ediciones del Festival Internacional Tamaulipas. En la televisión tuvo un programa: “Rock and Roux”, transmitido por Vallevisión y estuvo al aire durante seis años, también en radio hablaba sobre rock and roll y colaboró en el periódico El Mañana y en la revista Clase con una columna sobre el mismo tema.
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