La historia del Rock&Roll en México se remonta a los años 50 cuando ingresó al país por Reynosa, procedente de
Hidalgo, Texas con una chica, una vedette de origen mexicano llamada Gloria Ríos.
En ese tiempo, recuerda Wayo Roux, el rock se tocaba con orquesta, antes que nacieran a través de los cuartetos con guitarras, bajo y batería a la usanza de Los Beatles y algunos grupos que en Estados Unidos intentaban emular a Chuck Berry, Little Richard, Jerry Lee Lewis o el gran Elvis Presley, quien inspiró a tantos.
Roux es un reynosense con la música en la sangre, hoy considerado una leyenda viviente del rock de aquellos tiempos, que en los 60 y 70 despuntó para potenciar la fuerza de una juventud avasallante que deseaba expresar toda su inspiración a través de la música, en ese tiempo inaceptada por todo un país que despertaba de la música de tríos, el mariachi y el folclore de los Pedro Infante, Jorge Negrete y los sones que llegaban del trópico con una cadencia muy distante de la estridencia y el poder acústico que representaba el rock.
Y Wayo, a quien le correspondió estar en el Festival de Avándaro hace 46 años, representando al rock de la frontera junto con su grupo División del Norte, encabeza junto con Roberto Carlos Salomón (RoCaS) un proyecto musical en la web de Hora Cero, a través de Wayo&RoCaS donde los amantes de esta música conocerán historias, anécdotas y podrán revivir los buenos tiempos.
En la primera entrega de este programa estuvo de invitado Martín Anzaldúa compartiendo escenario y hablando cada uno de cómo llegó para ellos el rock.
Primero Wayo compartía con sus invitados el recuerdo de aquella “pochita” Gloria Ríos, que estuvo en Reynosa, pero también el legendario Chuck Berry, y otro grande del rock en todo el planeta como fue James Brown o uno poco más tarde, en la pista del Alaska donde pudieron disfrutar a ZZTop.
RoCaS compartía sus recuerdos, cuando a través de la radio, siendo un chiquillo de escuela, escuchaba en la radio y los inspiraron figuras como el texano Don Henley, ex voz y guitarra de The Eagles, o Carlos Santana que fusionó los ritmos afrocaribeños a través de su guitarra mágica; RoCaS también comentaba de cómo fue que adquirió su primera Fender Stratocaster, su llegada a escenarios del Barrio Antiguo regiomontano y a las filas de Nopal Blues donde interpretaban rock en español al más puro estilo del Three Souls, de Lora, Enanitos Verdes o Miguel Mateos.
Anzaldúa, hoy todo un ejecutivo empresarial, recordó aquellos momentos cuando probaba de la miel de la fama musical a través de la banda Niña Violeta.
Al final, Wayo y Charlie Salomón rebobinaron el cassette, o mejor dicho el cartucho de ocho tracks, para recordar una pieza inolvidable que los hermanos Gibb, Barry, Robin y Maurice, conocidos como los Bee Gees, pusieron en el Top Ten mundial: To Love Somebody.
RoCaS y Wayo dinamitaron una versión acústica deliciosa, que transportó a los oyentes a esa época… una era dorada que quedó ahí para siempre.
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