Recientemente tuve el privilegio de ser invitada a la “Cumbre Mundial de Comunicación Política” en Lima, Perú. En este foro pude compartir con colegas expertos en distintas áreas de la comunicación política, entre ellos Daniel Ivoskus, Yago de Marta, Sergio José Gutiérrez y el famoso fotógrafo David Ross, entre otros.
Ofrecí una ponencia que fue recibida con mucho entusiasmo, sobre todo cuando hablé de los elementos que generan ruido o distracción en nuestra imagen.
Sin embargo, lo que llamó poderosamente mi atención fue la conferencia a cargo de Antonio Sola, mejor conocido como “El creador de presidentes”; su conferencia fue titulada: “Encuentra tu causa y moverás al mundo”.
Sola explicó que actualmente los políticos aún siguen con la idea de querer ser los mejores en todo, los famosos “todólogos”, además, les gusta ser autoritarios y dictatoriales, sin embargo, lo que antes funcionó ahora ya no tiene cabida, en otras palabras, adiós para siempre.
Además, consideró que la gente está cansada y harta de este modelo de político omnipotente, pero por otra parte sedienta de creer en líderes reales, que conecten con el sentir de las personas a quienes representan. La gente busca líderes apasionados de sus causas y que quieran hacer historia con éstas. Sola afirma que quienes se presenten así y logren sumar gente a su causa dominarán la fuerza de creer.
“No seguimos a un líder por él, sino por nosotros”, reconoció.
Lo interesante es que para encontrar la causa hay que recorrer un camino hacia el interior. Tengo más de 11 años de dedicarme a la imagen personal de manera integral, es decir, la imagen se compone de elementos externos pero también internos y estos últimos son más importantes. Estoy convencida de que el crecimiento interior es el eje de cualquier transformación como persona.
De hecho, esta idea fue desarrollada a profundidad en mi libro “Lo mejor de Clara Villarreal: Siete caminos para la superación personal”, y tengo que reconocer que me da alegría que los libros que promueven el crecimiento personal finalmente estén tocando la puerta de los políticos, porque así serán capaces de reorientar el desarrollo social.
Las nuevas generaciones nos han venido a demostrar que lo que mueve al mundo son las emociones y quien no entienda esto, ha caducado. De ahí que el nuevo sistema político, o más bien, político-emocional tenga la fuerza de escupir a todos aquellos que no se encuentren a sí mismos de manera genuina, para compartirse y compartir su causa.
No importa si alguien es abogado, se tiene que conectar emocionalmente con el sentir del cliente, o si es estilista, o fotógrafo, o contador. Todos tienen que buscar establecer ese lazo emocional con los clientes y dar un buen servicio.
Hay nuevas reglas, nuevo juego y quienes se adapten serán los nuevos personajes que rijan en esta era. En conclusión: Chango viejo tiene que aprender maroma nueva… o que se despida de su profesión.