Con porte de cazador, Greg Carter realizó algunos trucos de magia con la interacción de cinco animales salvajes.
El evento anunciado como “Noches de Safari” fue realizado el 9 de agosto a las 19:00 horas en la Quinta Maza-
tlán y congregó a cerca de 400 personas.
Una cría de cocodrilo, un zorro del desierto, un monstruo de Gila, un zorrillo y un lemur fueron sacados de sus pequeñas jaulas para diversión de los espectadores.
Greg, quien trabajó en el zoológico de Austin, invitó a los niños para que tocaran a los animales, no sin antes desaparecer una botella de refresco contenida en una bolsa de papel o lanzar una araña plástica de un cilindro que asustó a algunos asistentes.
“Hay muchos cocodrilos en Luisiana y otros en algunas partes de Texas, son considerados una especie en extinción; usan su cola para balancearse y como látigo para golpear a sus presas”, dijo.
Minutos antes mostró varios bastones que se usan para someter serpientes, para no ser mordidos por ellas.
El zorro del desierto, también llamado fénec, fue el segundo animal que sacó de una jaula, tiene sus orejas grandes para escuchar a pequeños animales o detectarlos debajo de la arena y cazarlos.
“Usa una cobijita para no tener frío en las noches”, bromeó sobre la especie originaria del norte de África.
En cada presentación Carter invitaba a un niño, que podía tocar a un monstruo de Gila, de color anaranjado y que tiene una mordida venenosa. El lagarto es originario del desierto de Sonora y pidió que no lo molestaran a pesar de su aspecto quieto.
Después Greg llevó un zorrillo, llamado “Bandido” que se defiende rociando su orina a sus depredadores.
Un lemur, primate de Madagastar, fue el último en hacer su entrada y realizó grandes saltos para comer una rodaja de plátano.
Al final los pequeños hicieron fila para tocar a los animales y tomarse fotografías.
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