Si el público que asistió al concierto de “Vibras Tour” pensaba que sólo escucharía cantar a J Balvin se equivocó. Desde que las luces se prendieron el escenario se sumó a un espectáculo de animaciones en tercera dimensión, proyectadas en pantallas desplegables de más de 15 metros de altura.
Palmeras bailando, tentáculos gigantes moviéndose de un lado a otro, huesos de dinosaurio, enormes figuras que aparecían y desaparecían, así como plataformas que elevaban y sumergían al cantante del piso conformaron un show que llevó al espectador por una aventura musical y visual llena de energía, coreografías y colores.
Un stage a la altura de las grandes estrellas del pop creado para arenas y venues de más de 14 mil personas.
Como si fuera poco, el colombiano también realizó varios cambios de vestuario mostrando ese lado fashionista que se ha despertado en él, como lo evidenció cuando presentó su colección de ropa para la marca GEF, en la que debutó como diseñador; con el beneplácito de algunos y la crítica de otros.
Con un enorme dinosaurio robotizado, animal prehistórico que define su más reciente álbum de estudio, “Vibras”, se escuchó el tema instrumental que da nombre a este disco, a las 21:40 horas, después de que Balvin terminara una sesión de fotos.
El sábado 6 de octubre la Bert Ogden Arena se cimbró cuando la luz iluminó la silueta del cantante; desde entonces el reguetón dio la nota principal entre una mezcla de fusiones urbanas, ritmos colombianos, tropicales y sonidos contemporáneos.
Canciones que los asistentes corearon y bailaron cadenciosamente: “Equis”, “Machika”, “Safari”, “Ahora”, “Ambiente”, “No es justo”, “Dónde estarás”, “Cuando tú quieras”, “Ay, vamos”, “En mí”, “Peligrosa”, “Noches pasadas”, “Tú verdad” y “Ginza”, entre otras. Temas realizados en colaboración con reconocidos exponentes de estos géneros musicales, tales como: Nicky Jam, Carla Morrison, Willi Williams, Annita y Jeon, Wisin y Yandel, Rosalía, Pitbull, Camila Cabello, Zion y Lennox.
En un acto de generosidad, J Balvin sorprendió al público cuando reapareció en un segundo escenario, más pequeño, al centro del auditorio, con la finalidad de acercarse al público, un regalo para aquellos que no pudieron comprar boletos de mayor precio.
Aquí invitó a bailar a dos chicas, quienes no perdieron la oportunidad de abrazarlo y presumir sus mejores pasos de baile que fueron seguidos por él, siempre con los brazos cruzados por la espalda para evitar cualquier roce.
Dos brasieres que le fueron lanzados los recogió del suelo asegurando que son símbolo de buena suerte.
Al regresar al escenario principal -iluminado por luces y figuras digitales de colores, animaciones en las pantallas, en una de ellas con la participación de Cardi B y Bad Bunny- fue recibido por su equipo de bailarines, integrado por el mismo número de mujeres y hombres, debido a un compromiso personal de equidad de género.
“Si yo digo “yei (j), ustedes responden Balvin; si yo menciono Balvin, ustedes gritan J”, exhortó a los asistentes quienes seguían sus indicaciones.
Después de una hora y 20 minutos de espectáculo, concluyó el concierto con la presentación de su quinta producción discográfica de reguetón, dancehall y R&B (ritmo y blues); un contenido de diferentes vibraciones.
“¿Y dónde está mi gente?”, preguntó, al tiempo que volvió a cimbrarse la arena y mantener a las personas de pie, eufóricas. Como si pasara lista, agregó: “Bolivia, Perú, Chile, Argentina, Paraguay, Panamá, Puerto Rico, Venezuela…”, pero fue cuando mencionó Colombia y México que los gritos estallaron y empezó a cantar: “¿Y dónde está Mi gente/ Mais Fais bouger la tête/ ¿Y dónde está mi gente?/ Say yeah, yeah, yeah/ Un, dos, tres, lego, Ay di que sí”.
De esta forma terminó el espectáculo, en un ambiente festivo, respondiendo sin palabras lo que dijo al iniciar su presentación: “Espero se la pasen excelente este día”. Sin duda, así fue, al calor de las mejores “Vibras”.
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