Fotos: Víctor Briones
Los residentes de la frontera han hecho una costumbre celebrar el Halloween y el Día de Muertos. Dos tradiciones que no tienen nada en común, pero que los reúne en una fiesta donde conviven monstruos, personajes de ficción, catrinas y calaveras, entre otros seres del más allá.
Con motivo del Halloween los niños acostumbran salir a la calle a pedir dulces. Tocan en las puertas de las casas y amenazan con hacer travesuras si no les dan caramelos.
Festejar a los difuntos en México se ha difundido por todo el mundo a través de sus altares de muertos, catrinas y calaveras. Una tradición que cada vez cobra más vida.
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/Alejandra Arellano
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