En entrevista para TOP Abraham Ancer recuerda que aún usaba pañales cuando ya traía un palo de golf entre las manos. Desde pequeño vislumbraba el sueño de ser parte del WGC-Mexico Championship y lo logró a unos días de cumplir 28 años de edad. Participar contra los mejores del mundo y en su país, es como un “major” para él; más aún cuando fue parte del grupo de Tiger Woods, a quien admira desde pequeño.
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A unos días de haber celebrado su cumpleaños, Abraham
Ancer logró un sueño que vislumbraba desde pequeño: ser parte del World Golf Championships-Mexico Championship, un evento de élite que se llevó a cabo del 20 al 24 de febrero, y considerado uno de los mejores en el mundo y el más importante en México y en Estados Unidos.
Para Abraham, quien figura en la lista del top 100 del mundo, jugar en un torneo de estas dimensiones, contra los mejores del mundo y en su país, fue como un “major” para él.
El golfista que acaba de cumplir 28 años de edad, aunque nació en McAllen, Texas, tiene una estrecha relación con Reynosa, tanto así que en los torneos se presenta como mexicano.
Este año, como el mejor mexicano en el Ranking Mundial Oficial, se sumó a más de 50 estrellas del golf, entre estas Tiger Woods, Rickie Fowler y Rory McIlroy, en el Club de Golf Chapultepec; un logro más en el que ocupó el puesto 61.
Sus avances en el green durante los últimos meses son notables al acumular seis top-10 en el PGA Tour y llevarse la victoria en los Emirates Australian Open donde venció a los favoritos Dimitrios Papadatos y Jake McLeod. Y en el Desert Classic de Palm Spring, California, fue el mejor entre los cuatro mexicanos en acción, ubicándolo en la posición 25 de la FedEx Cup.
Desde entonces considera que el progreso logrado en sus recientes participaciones le dio mucha confianza y es evidente que su juego ha mejorado, por lo que llegó más confiado al WGC-
Mexico Championship.
El reynosense, sin duda, ha puesto a México en las grandes ligas.
Desde Lorena Ochoa, quien logró 27 victorias en el LPGA Tour, el máximo circuito del golf femenino profesional, México no había tenido tanto reconocimiento en este deporte.
Apenas en septiembre del año pasado Ancer tuvo una destacada participación en Dell Technologies Championship, considerado el segundo de
cuatro torneos de playoffs de final de temporada del tour de la PGA.
Meses después en el Club Campestre Reynosa, donde dio sus primeros tiros, Ancer recibió un homenaje y las llaves de la ciudad en reconocimiento a sus éxitos.
Durante una entrevista exclusiva con TOP, recordó que aún era muy pequeño, todavía usaba pañales, y ya daba sus primeros pasos en el campo de juego.
SUS PRIMEROS PASOS EN EL GREEN
Aun cuando Abraham Ancer y Verónica Sagástegui de Ancer eran padres de dos niñas: Claudia y Saira, pensaron tener otro bebé y el 27 de febrero de 1991 nació Abraham.
Aficionado al golf, don Abraham inculcó el amor por ese deporte a su único hijo varón, por lo que se hizo acompañar de él.
No podía sostenerse por sí mismo cuando Abraham ya tenía un bastón de golf en las manos.
En el Club Campestre Reynosa jugaba con un grupo de niños un poco mayores que él: pasaban las tardes en la piscina, recorrían el campo y practicaban futbol. Acompañaba a su padre al club y se metía hasta la cocina porque le encantaba la comida que preparaba Camilo.
Abraham ha pisado los más famosos escenarios de juego, pero sus raíces no las olvida. Sus pensamientos durante la entrevista se remontan a su infancia donde corría por los jardines; incluso en su memoria guarda aquel día en el que se cayó y se cortó la mano con un vidrio.
Reconoce que era tremendo y lo regañaban continuamente por subirse a los carritos de golf.
“A pesar de que nunca me relacioné con niños de mi edad, nos la pasamos muy bien”, comentó.
‘JUEGA EN SERIO’
A los seis años de edad inició su participación en los torneos y fue parte de la gira infantil y juvenil FMG con la que recorrió diferentes estados de la República Mexicana.
Dependiendo del puntaje obtenido en los torneos, jugaba en verano en los estados de Florida y Virginia.
Cuando culmina sus estudios de secundaria en Reynosa, toma la decisión de estudiar en Estados Unidos para perfeccionar su inglés, por lo que ingresa a Sharyland High School.
En aquel tiempo no fue reclutado por las universidades debido a que no participó en torneos grandes, pero aceptó la oferta de Odessa Junior College en Oklahoma, la que a pesar de ser una escuela
pequeña es una de las mejores en su categoría. Jugó un año aquí y le fue muy bien, así que llamó la atención de otras universidades, pero decidió quedarse en ésta agradecido por haber sido la primera en abrirle las puertas y lo recibió con una beca completa.
En el 2013 se graduó en la carrera de Estudios Multidisciplinarios, y cada vez era más profesional en el golf.
EN EL TOP 5
En enero del 2014 pasa las cuatro etapas requeridas en Web.com Tour (que es como la segunda división del golf) consiguiendo un estatus importante.
Al siguiente año vuelve a obtener resultados favorables y adquiere su tarjeta para el PGA Tour, esto es, ser parte de todos los juegos que se llevarán a cabo en el año. Su talento queda evidenciado al ser parte del top 25.
Reconoce que fueron años difíciles, de aprendizaje.
“Eran más de 200 participantes… intenté cambiar mi técnica y aprender a jugar como los demás, me costó un poco ya que estaba acostumbrado a mi estilo, pero crecí profesionalmente”, aseguró.
Volvió a Web.com Tour en segunda división y puso en práctica los nuevos conocimientos. No ganó ningún torneo pero quedó en el top ten, obtuvo el segundo lugar cuatro veces y el título de sub campeón en los torneos Brasil Champions y el abierto de Nueva Escocia.
“Me fue muy bien gracias a Dios, jugué una temporada muy sólida de principio a fin”, señaló.
En el PGA Tour estuvo a punto de ganar dos veces pero al final la victoria no se le dio, aunque quedó en el top de los 5 mejores jugadores.
“Lo mejor fue ganar el Abierto de Australia, que aunque no es parte de este circuito, es un torneo con una larga historia en los que han destacado reconocidos golfistas”, estimó.
AUSTRALIAN OPEN
Ganar o perder no es un pensamiento que pase por la mente de Abraham Ancer cuando la competencia es uno contra 156 jugadores todas las semanas; las probabilidades de un primer lugar son pocas, pero su paciencia y tranquilidad le ayudan a dar el juego.
Sobre el torneo Abierto de Australia consideró que lo inició muy bien, con un juego muy sólido, tratando de ir tiro a tiro, enfocado en el presente y no tanto en el futuro.
“Sabía que haría muy buen golf, me sentía cómodo. Siempre que voy a un torneo me preparo para disfrutar el momento y ganar”, explicó.
Este juego en particular lo ganó con cinco tiros de ventaja y en los últimos hoyos entendió que era muy difícil perder, aunque decidió seguir jugando de la misma manera para no cometer errores.
El golf requiere de toda la concentración porque es muy mental, pero confiesa que la sensación es diferente cuando se lleva la delantera. Totalmente enfocado metió el último pot que le dio el triunfo.
Después de una semana inolvidable en Sidney, Australia, escuchó comentarios y mensajes de apoyo de todo el mundo.
Estaba agradecido con los anfitriones por su atención y conmovido al ver a los australianos que ondeaban la bandera mexicana.
“El golf en México está mejorando mucho”, dijo.
Así como Abraham Ancer, Gabriela López, Isidro Benitez, Álvaro Ortiz, entre otros mexicanos, prometen dejar en muy bien lugar a México, y ya lo están haciendo.
“Son jugadores que este año van con todo”, aseguró.