Acostumbrado al pizarrón y a los gises, el ingeniero Jesús Bruno Mariel Lezama los tuvo que cambiar por el mousse y las plataformas digitales para adaptarse a un nuevo sistema de enseñanza tras la pandemia. Reconoce que no fue fácil, y menos cuando la tecnología no es su fuerte.
POR ALEJANDRA ARELLANO
De acuerdo a información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) el 80% de los usuarios mexicanos de computadora tiene entre 12 y 35 años de edad, en tanto que los mayores de 55 años apenas representa un poco más del 2% .
Sin embargo, con el tiempo la utilización de las nuevas tecnologías crece en los adultos mayores de 60 años, principalmente como una nueva forma de vinculación y encuentro social pero que, sin duda, repuntará con la pandemia por el coronavirus para hacer frente a las necesidades laborales.
Este es el caso del ingeniero Jesús Bruno Mariel Lezama, a punto de cumplir 88 años de edad, quien por el aislamiento social sugerido por las autoridades ha tenido que cambiar los gises por el mousse y sentarse frente a una “máquina con pantalla” para trabajar desde casa.
Perteneciente a la generación silenciosa, a partir del 9 de mayo de este 2020 guardó las libretas y los folders en el cajón para empezar a archivar las tareas escolares y sus presentaciones en la computadora.
Desde entonces, a través de las plataformas digitales Chamilo y Teams inició la clase de Sistema Virtual con sus alumnos de la UMAN y del Instituto Tecnológico de Reynosa, en sus respectivos horarios.
Mariel Lezama reconoce que no fue fácil, pero con actitud positiva y deseo de cumplir con sus responsabilidades ha logrado adaptarse a este nuevo sistema.
‘JUVENTUD ACUMULADA’
De manera coloquial se le definiría como “adulto mayor” o “de la tercera edad”, pero él prefiere considerarse como un hombre de “juventud acumulada” que tendrá “vigencia” mientras se suba al tren, de otra manera se quedará abajo.
“Nuestra obligación es seguir con mucha actividad. Dios nos prestó la vida, mientras tengamos esa oportunidad hay que continuar cumpliendo con esa misión de la mejor forma que podamos”, considera.
Al mismo tiempo, reflexiona: cuántos años tiene el sol, cuántos años tiene el mar y, sin embargo, ahí siguen.
Jesús Bruno Mariel Lezama estudió en el Politécnico Nacional en la Ciudad de México, donde obtuvo el título de ingeniero geólogo petrolero. Durante su trabajo en Pemex tuvo la oportunidad de terminar la maestría de control de calidad en el Tecnológico de Monterrey.
A los 35 años de edad se jubiló y continuó desarrollándose en diferentes empresas particulares, y como director de Ecología en el Municipio de Reynosa.
Además se dedicó a impartir conferencias y cátedras sobre ingeniería petrolera terrestre y marina a nivel universitario.
Hasta entonces todo parecía caminar de manera normal, pero el destino le tenía preparadas dos noticias que le cambiaron el rumbo.
Primero, un cáncer que mermó su salud y lo afectó emocionalmente. Años más tarde una neumonía muy severa que superó en forma definitiva.
Pero con fe en Dios, una actitud positiva y control mental logró vencer ambas enfermedades. Su alimentación hasta el día de hoy ha sido también su aliada para mantenerse sano, lúcido y con el ánimo de seguir adelante.
ETAPA DE CONFUSIÓN
Después de 12 años de impartir cátedra de la manera tradicional: en una aula, frente a sus alumnos, con un pizarrón, gises y plumones, el 9 de mayo de este año, ante un virus que toma por sorpresa al mundo, las cosas cambiarían de manera significativa. Se implementarían otros métodos de enseñanza, de comunicarse y se entraría a una “nueva realidad”.
“Fue una etapa de confusión general. Ni los maestros ni los alumnos estábamos preparados”, reconoció.
Acostumbrado a manejar todos los días su carro rumbo a la escuela, registrarse en una carpeta y pasar asistencia de viva voz, de pronto el estudio de su casa se convirtió en el salón de clases donde a través de una computadora y el WhatsApp se empezó a comunicar con sus alumnos.
“Uno le tiene miedo a lo desconocido y más cuando la tecnología no es tu fuerte. He sido un profesor tradicional que sigue un método de enseñanza convencional. Pero es como cuando tienes un carro automático y después debes manejar un standard, se va a batallar, pero si eres una persona positiva lo puedes lograr. Si otros lo pueden hacer yo también”, determinó.
Reconoce que su hija Daty Mariel fue de gran ayuda y apoyo en este proceso.
“Esa tarde llega de la universidad en rastras a decirme bien triste y bien sacado de onda: ‘oye, pues creo que ya no voy a seguirle, dicen que ahora va a ser virtual’. Papi vamos a echarle ganas, tú puedes, vamos a actualizar la laptop, el celular y a configurar el WhatsApp. Casi me tira la toalla en un principio”, confesó su hija.
Especialistas en el tema por parte de ambas instituciones académicas donde labora, durante una semana actualizaron y enseñaron al personal docente sobre las herramientas que deberían empezar a usar para impartir las clases y comunicarse con sus alumnos.
‘NUEVA REALIDAD’
Pero, ¿cómo adaptarse de un día para otro a una tecnología que antes le coqueteaba no muy de cerca, y la utilizaba solo como un medio para comunicarse de forma convencional? Si bien el celular y los Cd’s eran las herramientas más próximas a su vida.
Considera que con la aparición de esta pandemia, hay una necesidad de aprender y adaptarse a las nuevas circunstancias de la vida en todos los aspectos, y depende de la actitud y el carácter para seguir adelante o quedarse estancado.
“En mi caso quiero mucho mi profesión, me costó bastante trabajo ser ingeniero, entonces quiero compartir mis conocimientos, mis experiencias con estos jóvenes que van a aportar a México, a ser hombres de bien; hay que tomar la raqueta y a echarle ganas”, recomendó.
Sin duda, no soy un experto en el uso de la computadora, a veces aprietas un botón y se te borra la página, pero debes ser paciente, porque de otra forma el fastidio y el enojo sobrevienen.
A dos meses de dar clases a distancia, tanto él como sus alumnos están adaptándose a un nuevo sistema de trabajo a través de dos diferentes plataformas virtuales: Chamilo (UMAN) y Teams (Tec de Reynosa). Ya no está el profesor frente a ellos para resolverle sus dudas pero para eso tienen el WhatsApp, y el correo para enviar las tareas. Actualmente utiliza, además, YouTube y Spotify.
En ocasiones usan la aplicación zoom, pero la computadora ya es su libreta de trabajo y el libro donde consultan.
Se intercambian los links y cada uno tiene un número de usuario.
El ingeniero Jesús Bruno reconoció que están adaptándose.
“A medida que pase el tiempo las dificultades serán menos. Como en todo, de pronto la lámpara se descompone, el micrófono deja de escucharse, alguien no consigue conectarse, la señal está muy lenta… problemas técnicos que se van resolviendo, incluso, a veces se dificulta entrar a la plataforma”, explicó.
Las nuevas generaciones, usuarios de la nueva tecnología
> El Siglo XXI ha sido testigo del crecimiento de las nuevas tecnologías, el Internet cumplió más de 30 años al igual que la primera computadora personal, mientras que el teléfono celular ya pasa los 40.
Como parte de este desarrollo se suman las redes sociales: Facebook, Twitter, Youtube, Instagram, WhattsApp y LinkedIn, entre otras.
De acuerdo a estadísticas mundiales, la mayoría de usuarios de computadoras y de Internet oscila entre los 6 y 20 años de edad y nació en la era de las telecomunicaciones; por el contrario, los usuarios mayores de 60 años son minoría. En México hay 80.6 millones de usuarios de Internet, que representan el 70.1% de la población de seis años o más, revela la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (Enduith) 2019.
Publica que estas tecnologías permiten a los ancianos aumentar y mejorar su desarrollo individual y social, así como optimizar su calidad de vida desde los puntos de vista técnico, económico, político y cultural. Mente sana en cuerpo sano, y por lo tanto las actividades intelectuales apoyan y aumentan la autonomía en la edad avanzada, por lo que se consideran un factor protector contra una vejez decadente.
Profeco asegura que para los baby boomers mayores de 50 años de edad el uso de plataformas por Internet, dispositivos digitales y comercio electrónico es significativamente menor en comparación con otros perfiles de edad, explicado por sus hábitos de consumo y menores habilidades digitales
Sin embargo, la encuesta, publicada por INEGI, en los últimos cuatro años los usuarios de tecnologías de la comunicación se han incrementado y los usuarios de 55 años y más no son la excepción.