Fotos: Víctor Briones
Majestuoso como siempre, Cirque Du Soleil levanta el vuelo con Ícaro, un personaje de la mitología griega que pierde sus alas y aprende a volar de nuevo en lugar de ahogarse en “Varekai”, nombre que lleva esta producción.
Desde el 6 hasta el 10 de diciembre se presentó en State Farm Arena, para continuar de gira en Fortworth y Frisco, Texas, después de 15 años de viajar por todo el mundo donde ha visitado 43 países y 200 ciudades.
Entre la magia y la fantasía cuenta la historia del hijo de Dédalo, Ícaro, a quien su padre le fabricó unas alas pero al volar tan cerca del sol las quema y cae en un bosque encantado lleno de criaturas míticas que lo ayudan nuevamente a caminar y enfrentar desafíos, además de encontrar el amor.
Maxwell Silva, encargado de publicidad de Cirque Du Soleil, señaló que participan en “Varekai” alrededor de cincuenta artistas de 13 países en escena, otras cincuenta en la producción y tan sólo 23 empleados para armar el escenario durante doce horas. También cien extras encargados del cuidado y mantenimiento de la utilería, ya que el vestuario consta de un aproximado de 2 mil piezas.
Informó que “Varekai”, tales of the forest, fue estrenado en el 2012 en Montreal y es un tributo “acrobático al espíritu nómada”.
Es un espectáculo, dijo, que recrea una historia con acrobacia, comedia, teatro, artes circenses y música en vivo, en donde los protagonistas hacen gala de su talento y junto a todo el equipo de producción mantener la calidad y profesionalismo que distingue a Cirque Du Soleil.
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