Entre problemas de migración, pandemia y en un país tomado por un dictador, Lada y Rafael persisten en su sueño de casarse y lo hacen como la realeza: en un palacio.
POR VIRIDIANA LEAL
Esta historia de amor comienza en un viaje que el mexicano Rafael Sierra Deándar hizo por Europa del Este. Mientras tomaba un café en Minsk, Bielorussia, conoció a Lada Buza, la mujer que, sin saberlo, se convertiría en su esposa cinco años después, y la que le ha dado los mejores momentos de su vida.
Aquella tarde Rafael no tenía idea de lo mucho que su vida cambiaría. A la cafetería entró una mujer que se acercó a él. Estaba intrigada de ver a un extranjero en este país, ya que Bielorussia no es muy conocido, y sus habitantes lo saben.
Pero él estaba casi hechizado con esa combinación de belleza e inteligencia que había encontrado en el lugar menos imaginado.
Esa primera cita la consideraron un éxito, ya que resultó de por más divertida. Hubo atracción entre ellos, por lo que aprovecharon para volver a reunirse.
Él viajaba con frecuencia, por lo que decidieron seguir manteniendo comunicación a distancia.
PRÓXIMA CITA NEW YORK
Meses después se presentó la oportunidad de encontrarse nuevamente, esta vez en Nueva York.
Lada asistía a un evento en esta ciudad patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas, mientras que Rafael tenía programado un seminario de negocios, aunque en realidad ese fue el pretexto para poder verla.
Durante la semana que pasaron juntos, él fue su guía de turistas y le mostró la ciudad, que conoce muy bien debido a que vivió aquí una temporada.
Ambos aprovecharon para expresar lo mucho que se gustaban y lo cómodos que se sentían juntos, algo que resultaba bastante nuevo para Rafael, ya que a sus 35 años de edad nunca se había sentido así con nadie.
Así que tomaron la decisión de iniciar una relación a larga distancia. Su primer beso fue en el paseo turístico de Brooklyn Promenade, con una hermosa vista a Manhattan. Desde ese momento formalizaron su relación.
El tiempo seguía su curso y ellos continuaban su relación a distancia. Se veían solo dos o tres veces al año en un país distinto, por dos o tres semanas. Conocieron países y entre aventuras a ellos mismos.
Procuraban no hablar del futuro porque preferían vivir el momento.
COLORADO LOS ACERCA
Después de más de tres años se presentó la oportunidad para que su noviazgo llegara a otro nivel. Lada tenía un año trabajando para una empresa americana con base en Colorado, Estados Unidos, pero con oficinas en Minsk, donde ella vivía.
Por su parte, Rafael estaba planeando vivir en Colorado donde planeaba una inversión. Fue entonces que a ella le ofrecen cambiarse a la oficina de Colorado, lo que significa que ambos podrían empezar una vida juntos. No podían creer la suerte que tenían, que el destino fuera tan generoso con ellos.
¿QUIERES SER MI ESPOSA?
Desafortunadamente los planes no resultaron tan sencillos. Por un lado la sorpresiva noticia de una pandemia, y por el otro las nuevas leyes contra la inmigración legal en donde cancelaron visas como la L-1 y H-1B. Sus planes se retrasaron, incluso aún siguen luchando para lograr este sueño, fuera de sus casas.
Decidieron que en el tiempo de pandemia al menos estarían juntos. Ella aún tenía la opción de trabajar en cualquier parte del mundo, mientras el proyecto de Rafael sigue detenido.
Decidieron entonces que vivirían en San Miguel de Allende, Guanajuato, donde los padres de Rafael tienen una casa. Vivieron aquí por cuatro meses y otros tres entre Kiev, Ucrania, Turquía y Egipto.
Pero fue en San Miguel de Allende, este pueblito mágico mexicano, donde Rafa le pidió a Lada que fuera su esposa. Tenía tiempo pensándolo hacer, pero lo pospuso porque consideraba que había tiempo.
Después de aprender las lecciones que la vida les estaba dando no quiso perder más tiempo.
Lada aceptó la propuesta y sin esperar más ni posponer, decidieron casarse ese mismo año, el ultimo fin de semana de octubre del 2020 para aprovechar la luna llena azul, un fenómeno astronómico que representa la llegada de una nueva época en el mundo.
“Esta creencia y simbolismo se nos hizo ideal para alinear con nuestra propia boda, la que definitivamente iba a ser una nueva etapa para nuestras vidas“, consideró Rafael.
UNA BODA ‘REAL’
La boda fue en un castillo de Bielorussia, un sueño para ambos que decidieron hacer realidad.
Pero había que brincar otros obstáculos: la pandemia, las restricciones para viajar, las protestas contra el dictador Lukashenko… la inseguridad crecía en este país por primera vez.
Lo que más les dolía es de que ningún familiar de Rafael ni sus amigos asistirían. Pero tomaron la decisión de actuar y arriesgarse para lograr este sueño. Él prometió una futura boda en Mexico.
Después de todos los riesgos del viaje, planeación intensiva de la boda en tan poco tiempo, gastos y largos procesos burocráticos, lograron casarse en un emblemático castillo: Nesvizh, una combinación entre fortaleza y palacio, reconocido por la Unesco como patrimonio de la humanidad y hogar ancestral de los Radziwiłłs desde 1533, una de las familias aristocráticas más importantes en los tiempos del Ducado de Lituania y el Reino de Polonia.
Asistieron pocos invitados, no más de 30, entre ellos la familia directa de Lada y algunos amigos cercanos.
Durante la ceremonia, los herederos del castillo Nesvizh, los Radziwiłłs, bendijeron su unión y bailaron un vals con ellos.
Cada momento fue memorable y divertido, transcurrió entre una mezcla de culturas e idiomas: ruso, ingles y español.
Al estilo medieval, recibieron tours por todo el castillo, disfrutaron combates de caballeros medievales con su armadura, participaron en competencias de arquería, y en la noche bajo la luna azul, desde un balcón aullaron como lobos.
“Este fue el ritual para recibir a esta nueva época… con todo nuestro esfuerzo, entusiasmo, fe y voluntad, alcanzando nuestro limite de potenciales, logrando nuestras metas, y donde los obstáculos que nos bloquean por fin dejarían de detenernos. Una época donde lo viejo, corrupto y arraigado se iría, dandole oportunidad a lo nuevo para brillar, vivir y expresarse”, explicó Rafael.
LA ÚLTIMA DICTADURA
Bielorussia es conocida como la ultima dictadura de Europa en poder de Lukashenko por más de 26 años.
Motivo por el cual los invitados jóvenes no han podido realizar sus sueños y cumplir sus metas, así que fueron los que más aullaron con pasión y entusiasmo, sintiéndonos positivos del futuro que les esperaba.
El mensaje fue recibido con entusiasmo y todos compartieron sus metas, sus sueños y sus aspiraciones. Con esa energía tan positiva que les fluía, en el balcón del castillo Nesvizh, tomando champaña, vino, o ron, bajo la luna llena, convirtieron ese momento en uno sumamente mágico que recordarán por siempre.