Con la mejor actitud y una lista de propósitos recibimos el 2020. En diciembre cerramos ciclos y para enero contemplamos el inicio de nuevos horizontes. Las perspectivas de vida cambian para crecer en lo personal y profesional. Empieza un periodo de renovación.
En el recuento de lo vivido tenemos que poner palomita a lo que nos motivó para ser mejores personas en cualquier aspecto, y ponerle cruz a lo que debe eliminarse de nuestro camino.
Aprender de lo que nos hizo bien y también de aquello que se convirtió en un dolor de cabeza, a fin de cuentas todas son experiencias que nos ayudarán en este proceso.
Mirar hacia adelante y vislumbrar con ojos positivos lo que deseamos para nosotros mismos. Felicitarnos, abrazarnos todos los días y agradecer la oportunidad de estar vivos, de nosotros depende que el sol brille a nuestro alrededor.