Desde hace más de un siglo, “The Nutcracker” cobra vida en Navidad convirtiéndose en uno de los cuentos más presentados en puntas alrededor del mundo.
Viajando por la magia de la fantasía, la historia gira en torno al regalo que recibe Clara, un soldado que termina convirtiéndose en príncipe.
Su nuevo juguete, un cascanueces, la sorprende defendiéndola del ataque de unos ratones.
Con una escenografía majestuosa, una coreografía bien estructurada y un vestuario amplio y llamativo, el Rio Grande Valley Ballet dirigido por Deborah Case despertó el interés de la gente con
este clásico que cada diciembre anuncia en la cartelera desde hace 43 años y, que en esta ocasión, fue dedicado a la memoria del doctor Jorge Martínez.
Los asistentes empezaron a soñar con los ojos abiertos desde que ingresaron al McAllen Civic Center Auditorium y después de casi dos horas de dejar volar su imaginación aplaudieron a los bailarines por dar sus mejores pasos en esta obra magistral.
“El cascanueces”, de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, adaptación de Alejandro Dumas y música de Piotr Ilich Chaikovski se estrenó en 1892 y, desde entonces, sigue siendo una tradición en Navidad.