Es frecuente que al llegar un perrito a casa, cachorro o no, una de las primeras preguntas que nos hacemos es acerca de lo que nos gustaría que aprendiera.
Sin embargo, debemos tomar en cuenta la edad y la raza, factores importantes que nos orientarán acerca de su educación y entrenamiento.
El momento justo para iniciar la educación del perro siempre será posterior a las diez semanas de vida o en el momento en que éste llegue a su nuevo hogar, pero recomendamos el inicio de los paseos fuera de casa y la socialización una vez que ya se haya concluido esquema de vacunación y desparasitación, para evitar enfermedades que pongan en riesgo su vida.
Como ya hemos comentado en publicaciones previas, los primeros tres meses de vida la educación del cachorro está a cargo de la madre, la cual le enseñará algunos hábitos relacionados con su supervivencia, y conducta de socialización con la manada, incluyendo la formación de jerarquía.
Debe entenderse que al ingresar a nuestro hogar un perrito al cual se le separó en forma temprana de su manada éste no tenga nociones de comportamiento ni socialización. Por lo anterior, es importante conocer la edad exacta o aproximada, así como el antecedente de convivencia o no con su madre y hermanos, y las condiciones ambientales (criadero, casa habitación, rescatado en vía pública, etc.) para establecer un adecuado programa de educación y adiestramiento.
Al perro se le va a considerar cachorro hasta los seis meses de vida en razas pequeñas y medianas, y hasta el año en razas grandes o extra grandes. Esta etapa se caracteriza por la exploración del mundo por parte del perro y el uso al máximo de sus sentidos. Lo primero que se recomienda para iniciar la educación en esta etapa es la formación de hábitos y estabilidad emocional.
Las principales acciones que debe aprender son los hábitos higiénicos como acostumbrarse a los baños y el manejo de sus evacuaciones en un lugar adecuado. La estabilidad emocional abarca aquellos hábitos y conductas que le permitirán al perro una adecuada convivencia en sociedad, por lo que se pueden reforzar comandos tales como atender al llamado por su nombre, entendimiento del “no”, y otros comandos como “ven”, que permitirán mantener y recuperar el control durante la socialización; también debe aprender a estar solo en casa, a permanecer en una transportadora y a controlar su mordida, sobre todo si fue separado de su manada en forma temprana. Una vez que se ha logrado el dominio de lo anterior ya podemos continuar con comandos de obediencia, como los comandos de posiciones (sentado, echado, de pie), comandos de permanencia, es decir, quedar “quieto” en un sitio por tiempo determinado, y también se involucra el trabajo con aditamentos como pecheras y collar, como el caminado junto. La exposición a estímulos auditivos y visuales debe hacerse en forma gradual, pues una exposición súbita y excesiva a estímulos como pirotecnia, detonaciones o percusiones, o visuales como luces, destellos o tormentas, pueden generar miedos y fobias.
Es muy importante que la información que le brindemos a nuestro perro durante su aprendizaje le genere una experiencia positiva, de lo contrario, obtendremos como resultado conductas aversivas o evitativas a ciertos estímulos, así como problemas en la socialización con otros animales, personas y el medio ambiente.
También recordemos que la permanencia en casa o en transportadora, de no realizarse de buena manera, podríamos generar ansiedad por separación. Las experiencias de nuestro cachorro se pueden reforzar con recompensas tales como comida, juguetes, caricia o elogios. También es importante ser pacientes, pues cada perro tendrá su ritmo de aprendizaje, pero el resultado será más satisfactorio siendo constantes en las sesiones y siendo congruentes con lo que se le pide al perro y la recompensa otorgada. Inicialmente se recomiendan sesiones cortas y atractivas, para no perder la atención del perro.
Todas estas recomendaciones son sólo parte de lo que se puede realizar en cuanto a educación y entrenamiento de perros de compañía, sin embargo, este proceso varía en aquellos perros con un propósito en específico (guardia y protección, olfato, etc.), de los cuales hablaremos en próximas publicaciones. Si tienes duda con la educación y entrenamiento para tu perrito, puedes contactarnos en nuestras redes sociales.