Joel Rodríguez Mojica, la historia de un niño inquieto que pese a los tropiezos supo levantarse y consolidarse a través de los años como ultramaratonista internacional.
Joel Rodríguez Mojica fue un niño hiperactivo, de origen humilde pero con muchas ganas de salir adelante. Para sus padres, Juan Rodríguez Guajardo y Antonia Mojica Barragán, mantenerlo quieto era difícil, por lo que deciden inscribirlo en una escuela de futbol, recién llegado de Guadalajara a Reynosa. Pero le cuesta trabajo hacer equipo por las decisiones que se debían tomar en conjunto, y porque el resultado dependía del desempeño de todos los jugadores.
Así transcurrió la primaria, pero siempre con el deseo de realizar un deporte que dependiera de sus propios méritos, de su capacidad y esfuerzo. Así, a los 14 años de edad, da el primer gran paso para empezar a correr, y es la campeona mundial en atletismo, Ana Gabriela Guevara, la que lo inspira para pedirle a su padre que lo lleve a correr a la Unidad Deportiva Solidaridad (actual Polideportivo de Reynosa).
“Cuando estaba en su auge la medallista, la vi en televisión correr los 400 metros planos. Según yo, creía que la vuelta que dio ella la podía hacer con facilidad”, recordó.
Se encontró entonces con los profesores Abel Hernández Turrubiates y Rubén Yepez Zurita, quienes le dijeron que lo único que ellos pedían eran dos cosas: disciplina y entrega.
Así Joel se inicia en el atletismo. Con caídas y tropiezos, con el desánimo de no contar con los recursos económicos para solventar sus gastos, pero siempre con el apoyo de sus padres que además debían procurar los pagos de la casa y de la escuela de sus dos hermanos menores, Fabiola del Rocío y Juan Antonio.
“Me iba corriendo del trabajo, después al CBTis y a practicar cuando se podía, sin importar que estuviera lloviendo o tuviera un mal día”, señaló.
Muchas veces me pregunté: “¿hasta cuándo?, ¿siempre va a ser esto así?”, pero al mismo tiempo me decía: “no, para algo te estás esforzando”.
Aunque estaba seguro de que quería hacer carrera en los deportes, sabía que necesitaba respaldarse con una profesión, así que ese joven inquieto pero además inteligente, y preocupado por su economía, recibe una beca del cien por ciento de la Universidad Miguel Alemán para estudiar la carrera en Derecho y Ciencias Sociales, mientras que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) le otorga otra en conjunto con la Universidad Autónoma de Tamaulipas, apoyado por la actual directora de la UAMRA, para realizar su maestría en criminología en ciencias forenses.
Pese a que el tiempo le parecía eterno para colgarse la medalla de oro, porque quedar en los primeros lugares no le era suficiente, a los 18 años de edad compite en los 800 metros planos y salto de longitud resultando ganador de las dos pruebas en Ciudad Madero, Tamaulipas. Fue la primera vez que salió en el periódico y recibe el nombre de Joel “El dos oros”.
Desde entonces y hasta la fecha los éxitos lo han perseguido aunque no ha sido fácil. Del primer triunfo doble a nivel estatal, le siguen los ultramaratones donde llega a ocupar el podio más alto y obtiene el pase a las competencias nacionales. En Monterrey establece un nuevo récord en los 80 kilómetros. Su carrera deportiva en ascenso lo lleva hasta los mundiales donde se corona dos veces bicampeón. Francia, España, Rumania y Croacia, entre otros países son solo algunos a los que Joel ha sido invitado por anfitriones como la European Championship, USA Track & Field, Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, Federación Mexicana de Atletismo, Asociación Estatal de Atletismo y la Asociación Mexicana de Deportes de Ultradistancia.
En la actualidad puede jactarse de haber tocado pista con atletas de la talle de Timothy Olson, Dean Karnazes y Sage Canaday (EU), Kilian Jornet y Asier cuevas (España), Ricardo Mejía (México) y Giorgio Calcaterra (Italia).
LLEGA A REYNOSA
Joel Rodríguez Mojica con 31 años de edad actualmente, nació en Guadalajara, Jalisco, el 14 de abril de 1991.
Apenas tenía seis años de edad cuando con su familia se mudan a vivir a Reynosa, donde su padre trabajaba para una empresa externa en el área de mantenimiento que daba servicio a las subestaciones de la Comisión Federal de Electricidad.
Con 25 años de residencia en esta ciudad fronteriza, Joel considera que ya tomó agua del río Bravo y tiene placas tamaulipecas.
Recién desempacado de la Perla Tapatía, ingresa a la escuela primaria con un sistema educativo público que no está preparado para atender a niños hiperactivos, aunque tengan muy bien rendimiento académico y en los deportes.
Para encauzarlo y enfocar su inquietud por de manera positiva, lo inscriben a la Academia de Fútbol Correcaminos, pero no se interesa por completo. Al trabajar en equipo los resultados dependían del grupo y él quería un deporte en el que las decisiones las tomara él.
Con el tiempo se dio cuenta que el trabajo en grupo es fundamental para que los proyectos personales puedan salir adelante.
EL GRAN PASO
Después del futbol da el paso de su vida, el cual lo lleva a iniciarse de manera más profesional en el atletismo. Inspirado en la corredora Ana Gabriela Guevara decide empezar a correr en la pista de la Unidad Deportiva Solidaridad, a los 14 años de edad. Los entrenadores de atletismo eran el profesor Abel Hernández Turrubiates y el profesor Rubén Yepez Zurita, quienes bromean con él al decirle que cobraban muy caro.
Joel no se “agüita” y les pregunta qué cuánto, pues tiene mucho interés en empezar con un deporte a otro nivel.
“Disciplina y entrega en lo que van a hacer es lo que les pedimos a los jóvenes”, responde Hernández Turrubiates, su coach hasta el 2018.
Para comprobar su interés y capacidad física lo ponen a prueba pidiéndole que corra tres vueltas (1200 metros), pero Joel hace el doble, lo que en vez de ayudarlo lo perjudicó, pues le recriminan que eso no fue lo que le pidieron y la disciplina es primero.
Atento a sus enseñanzas, después de seis meses de practicar, corregir la técnica y hasta la postura de cómo debía acomodarse al salir y al correr, el entrenador le permite participar en una competencia de tres kilómetros en Pemex.
EL VALOR DE SU ESFUERZO
A las carencias económicas se sumó la envidia de algunos compañeros que trataron de desmotivarlo. Sin embargo, haciendo caso omiso empezó a participar en carreras a nivel regional.
Tenía 15 años de edad y cursaba el primer semestre de la preparatoria en el CBTis No. 7 cuando fue parte de una competencia estatal llevada a cabo en Ciudad Mante, Tamaulipas, en la que participan estos centros de estudio del estado, pero no obtuvo los resultados deseados.
“Había muchos compañeros que estaban en las grandes ligas, compitiendo a nivel nacional, y a pesar de ello a veces se bajoneaban”, reconoció.
Sabía que todo lleva un proceso, y perseveró hasta lograr avanzar.
Mientras estudiaba y trabajaba medio turno, ocupaba el poco tiempo libre que le quedaba para entrenar.
“Me iba corriendo del trabajo, después al CBTis y a practicar cuando se podía, sin importar que estuviera lloviendo o tuviera un mal día”, señaló.
Lo perseguía la idea de comprender que lo que estaba haciendo era la correcto. “¿Tendré para comer? ¿Esto va a cambiar algún día?”, se preguntaba, y a pesar de las adversidades, pensaba que sí alcanzaría sus metas.
Todas estas dificultades y carencias que pasó le ayudaron a valorar lo que ha conseguido.
“Lloré, hice corajes, pero lo valoro porque en mis adentros creía que todo cambiaría si me esforzaba”, reconoció.
‘EL DOS OROS’
En su primera carrera organizada por la Asociación Estatal de Atletismo por medio de la Federación Mexicana de Atletismo considera que no le fue bien, quedó en el cuarto y quinto sitio, porque él ansiaba estar en el podio de los tres primeros lugares.
No obstante, el esfuerzo hecho durante tantos años se vio recompensado a sus 18 años de edad, en mayo del 2010, al colocarse en el primer lugar en ambos casos: en los 800 metros planos y salto de longitud, ganándose el título de “Joel, el dos oros”. Incluso en los periódicos reconocieron su trabajo.
RUMBO A JALISCO
Joel quería trascender en el atletismo, pero también había llegado el momento de tomar una de las decisiones más importantes de su vida: entrar a la universidad. Su respuesta fue: “no”. Y en cambio se va para Jalisco donde se inscribe en el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo (CODE), cuyo objetivo es consolidar el deporte de alto rendimiento. Llega a las manos de una de las siete mejores jugadoras de futbol mexicano y hermana de la primera arbitro del país, Maribel Guadalupe Tovar.
Corría en la pista de la Universidad de Guadalajara, además de practicar natación en el CODE Atlas donde entrenaba este equipo de futbol.
“Si quiero estar entre los mejores, debo entrenar con los mejores, practicaba con 25 o 30 muchachos de alto nivel en México”, aseguró.
DE REGRESO A REYNOSA
Después de permanecer en Guadalajara durante un año, regresa a Reynosa donde lo invitan a participar en el 2009
en un súper maratón en Monterrey de 100 kilómetros organizado por el Pentatlón de esa ciudad.
Desconfiado, su entrenador Abel Hernández Turrubiates le da luz verde y le pide que “no se emocione mucho”, porque no tiene la preparación para este tipo de competencias de montaña.
Joel justifica que tiene las bases, el entrenamiento y la experiencia que adquirió en Guadalajara.
Con su mochila en la espalda, un galón de agua y con apenas 19 años de edad, se mide frente a alrededor de 350 competidores, adultos mayores de 30 años, que llevan equipo especializado y tienen los conocimientos en este tipo de carreras.
A pesar de que la distancia de 21 kilómetros era la máxima que Joel había corrido, en esta última a nivel general ocupó el décimo lugar, y ganó el primer lugar en la categoría juvenil.
ULTRAMARATONES
Después de este triunfo contundente, su entrenador le dice que ya está a otro nivel y debe enfocarse en las carreras de resistencia, esto es, los ultramaratones. Cambian el plan de entrenamiento y empieza a correr cada vez mayor distancia.
Al año siguiente vuelve a participar en la misma competencia pero avanza cinco lugares, quedando en cuarto a nivel general, además de que vuelve a llevarse el primer sitio en su categoría.
Su destacada actuación empieza a llamar la atención de los integrantes de la Asociación Mexicana de Deportes de Ultradistancia y le extienden la invitación para participar en un nacional y considerar las posibilidades de llegar a un campeonato del mundo.
A nivel nacional asciende al tercer lugar, y repite como ganador.
RUMBO AL MUNDIAL
En el 2012, ya con 21 años de edad, recibe la noticia de haber sido clasificado para viajar a Corea del Sur, pero por los conflictos políticos y económicos con Corea del Norte, se cancela.
Para abril del 2013 el presidente del organismo, José Luis Andonie Xcaret lo vuelve a invitar a una competencia en Francia al European Championship.
“No lo podía creer, vestir la camiseta de México, ver desfilar a los demás países, a la crema y nata en Europa”, manifestó.
Deslumbrado, emocionado y con los nervios de punta, el ambiente le jugó una mala pasada y arranca en un paso que no dominaba.
A pesar de que en el minuto 40 dominaba como el puntero, a dos kilómetros de llegar a la meta su cuerpo ya no resistió al someterlo a un esfuerzo que no lo había entrenado, y le cobró la factura dejándole en octavo lugar.
“Al iniciar y llevar la delantera pensaba que sería un gran debut en Europa y me metería entre los primeros lugares, pero no, se me bajó el switch y todo se derrumbó dentro de mí, como dice la canción”, reconoció.
En su llegada a Reynosa le aplaudieron el esfuerzo pero Joel no estaba conforme; le ganó la emoción y se deslumbró con el ambiente mundialista.
Los mejores deportistas a nivel mundial en esta disciplina ya eran sus rivales en las competencias, y gracias a su trayectoria las invitaciones le seguían llegando.
Regresa a Europa, esta vez a España, donde compite en otro ultramaratón de montaña donde consigue el 12avo lugar; insatisfecho vuelve la siguiente semana a la competencia y escala al cuarto lugar. Ya empezaba a acariciar los resultados que tanto anhelaba.
PAUSA POR EL TRABAJO
Aunque nunca dejó de correr, hizo una pausa en el deporte ya que estaba por terminar la universidad, donde se gradúa en la carrera de Licenciatura en Derecho y Ciencias Sociales y después hace una maestría en Criminología en Ciencias Forenses.
Debido a su trabajo se traslada a Querétaro, después a la Ciudad de México, San Luis Potosí y Zacatecas.
BICAMPEÓN EUROPEO
Enfocado en su vida laboral, en el 2017 regresa a Reynosa y recibe la invitación por parte de la Asociación Mexicana de Deportes de Ultra Distancia para asistir a una carrera nacional en Monterrey en los 80 y 100 kilómetros, con el marcador a su favor: primer lugar en general y categoría juvenil, además de establecer un nuevo récord en los 80 kms, de 6 horas 42 minutos. Este triunfo le dio el pase para el campeonato del mundo en el 2018 a celebrarse en Croacia, y la clasificación para el campeonato europeo de 50 kilómetros, donde queda a la cabeza entre 150 corredores, competencias organizadas por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), actualmente conocida como World Athletics.
“Creo que fue el parteaguas, cuando veo recompensado todo mi esfuerzo, cristalizados mis sueños”, manifestó.
En el mundial de Croacia desafortunadamente se lesiona la rodilla y no puede finalizar la competencia de 100 kms. “Terminé alrededor del (kilómetro) 68 y fue donde prácticamente me tronó la rodilla. Por el nivel de atleta tuve la oportunidad de que gracias a la cobertura de gastos médicos que tengo me atendieron en Austria con una tecnología muy superior. Salí caminando del hospital, pero estuve un mes sin correr”, comentó.
Un año después de su triunfo en Francia le sigue otro en Long Beach, California, en una carrera de 50 kilómetros, organizada por la USA Track & Field (USATF), en la que resulta campeón.
Tres meses después, en abril, regresa a Francia y vuelve a ganar la medalla en los 50 kilómetros llevándose el título de bicampeón europeo.
Clasifica al campeonato del mundo de 50 kilómetros en Rumania, pero la rodilla le vuelve a dar problemas.
En febrero del 2020 alcanza a participar antes de las restricciones de la pandemia en Orange Cut Curtain los 50 kilómetros, y repite el triunfo, por lo que vuelve a convertirse en bicampeón por haber ganado en el 2019 y 2020.
Sus éxitos le dieron la clasificación para integrarse entre los grandes en competencias mundiales y europeas a realizarse en Jordania y Sudáfrica, pero se cancelaron por la propagación del Covid-19.
DEBUTA EN DUATLÓN
Para el año 2021 debutó en el duatlón, rama deportiva en la que los atletas alternan la carrera con la bicicleta. A pesar de ser nuevo en esta disciplina, se ánima a ser parte de un campeonato nacional en Ixtapa, Zihuatanejo, y queda en segundo lugar.
El 2022 viaja a Francia a una carrera de 50 kilómetros y ocupa el podio del tercer lugar.
Decide repetir su experiencia en duatlón en La Paz, Baja California sur, y levanta la copa en el segundo sitio, clasificando para el mundial que se celebrará este 2023 en Ibiza. El 23 de abril toma el avión rumbo a España donde seguramente regresara con buenas noticias.
UN EJEMPLO A SEGUIR
La vida de Joel Rodríguez Mojica ha pasado por momentos duros en los que ha tenido que tomar decisiones difíciles. Por un lado su tenacidad por llegar a ser un deportista destacado que traspase fronteras, por el otro, su interés de terminar un carrera profesional. No fue fácil, porque entre carencias económicas, desesperación, incertidumbre y dudas sobre su futuro transcurrió la mayor parte de su adolescencia.
Joel es un ejemplo a seguir, y su historia digna de compartirse, por lo que ha sido invitado a participar en conferencias de motivación para los estudiantes de la Universidad de Guadalajara, y personal de la Secretaría de Hacienda en la Ciudad de México y Querétaro.
En Reynosa, ciudad que lo adoptó desde los seis años de edad, ha impartido algunas pláticas sin costo alguno. Considera que es una responsabilidad social retribuirle todo lo que le ha dado.
“Vivimos en sociedad y nos debemos a ella. Hay que compartir lo mucho o poco que uno tiene”, expresó.
Por su experiencia de vida ha notado que los jóvenes de ahora se ahogan en un vaso de agua que está a la mitad o vacío de problemas.
“En mi caso, es importante sufrir un poco porque aprendes y valoras cada cosa que logras”, consideró.
DEPORTISTA DEL AÑO
El 2022 Joel Rodríguez Mojica lo despidió con el nombramiento del Deportista del Año a nivel estatal y local.
El gobernador de Tamaulipas, doctor Américo Villarreal Anaya, le entregó el premio como el atleta del 2022 ante la presencia de amigos y familiares