Cierto es que no hay una carrera profesional ni siquiera algún curso que enseñe a una mujer sobre el arte de ser madre. Igualmente sucede con los hijos: ¿Cómo ser los mejores? En este caso, mamá se las ingeniará para educarlos y darles los cimientos necesarios para fincarles una vida próspera aunada al amor incondicional que una madre suele dar.
El embarazo representa una transformación fisiológica evidente pero también es un proceso interno que va preparando psicológicamente a una mujer para ser mamá. No hay manuales de explicación, pero sí las bases de una educación que a su vez ellas recibieron de sus padres; un modelo de conducta que se sigue, y con el tiempo y la experiencia personal se va afinando. Es un proceso generacional que va transformándose y se adapta a la época, pero que al final solo cambia en la forma porque el fondo sigue siendo el mismo: educar sobre el amor, el respeto, la honestidad, la empatía, la gratitud, la responsabilidad y la humildad. Al final solo es cuestión de valores.