El amor por el país que las vio nacer y la nostalgia de estar lejos de su tierra, motivaron a Carolina Treviño y Marcela Flores Thompson, originarias de Reynosa, a concretar un proyecto acariciado por varios años: promover, a través del arte, la cultura de México y Francia, país en el que actualmente viven.
Ahora reconocidas como las señoras de Cases y Wourms, respectivamente, en diferentes fechas viajaron hasta aquel país europeo de la mano de dos franceses que les robaron el corazón.
Sin saberlo, meses después se encontrarían, sorprendiéndose al verse, pues siendo reynosenses, en México no tuvieron el acercamiento que ahora tienen en Francia.
Uniendo sus ideas, formaron “Charamusca” y este año presentaron en Reynosa una exposición fotográfica en la que artistas franceses dan a conocer aspectos de su país a través de imágenes.
ANTES DE TOMAR EL AVION
Carolina Treviño antes de hacer sus maletas rumbo a París, radicó en
diferentes ciudades de Tamaulipas, Nuevo León y Quintana Roo, tales como Ciudad Victoria, Monterrey y Playa del Carmen.
En el año de 1997 inició su formación profesional en la Universidad Autónoma de Nuevo León en la carrera de Ciencias Políticas, donde tuvo la oportunidad de convivir con estudiantes de otras facultades, relacionados con las diferentes manifestaciones del arte.
Al concluir la licenciatura, se incorporó a las filas del Congreso del Estado de Nuevo León y luego emigró a Quintana Roo, donde formalizó su compromiso con el francés Jerome Cases.
En el caso de Marcela Flores Thompson su infancia transcurrió en Reynosa, aunque por dos años tuvo que vivir en Villahermosa, Tabasco.
Recordó que a los 16 años viajó a Monterrey para iniciar sus estudios de ingeniero en Sistemas Computacionales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm) y, tras dos años de ejercer su carrera, decidió ingresar a la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde radicalmente cambió sus planes de estudio pa