Cuando el corazón late desde la tranquilidad y el bienestar, deja a un lado la incertidumbre, justo lo que niños y adultos necesitan para salir de su zona de confort.
¿Sabías que la palabra coraje es un derivado del latín ‘cor’ corazón?
Cuando hablamos del coraje, nos referimos a estar más conectados con nuestro corazón, sentirnos en armonía con nuestro ‘yo interior’, que tan rico es y tantas experiencias buenas nos aporta.
¿Has hablado sobre ello con tus niños?
Recientemente se ha descubierto que la conexión entre corazón y cerebro tiene mucho que ver con la forma de utilizar nuestras capacidades a la hora de pensar, de ser creativos y resolutivos, de atrevernos a superar nuestros miedos.
Cuando nuestro corazón late desde la tranquilidad y el bienestar, la mente se vuelve mucho más enérgica y, lo que es más importante, deja a un lado la incertidumbre, justo lo que niños y adultos necesitamos para salir de nuestra zona de confort.
Cuando un niño muestra su coraje, ¡se nota! Y ello quiere decir que se atreve a expresarse vulnerable, a equivocarse antes de acertar, a no tener temor a cometer errores, a ser y pensar en libertad, a ir mas allá de lo conocido sin necesitar la aprobación de los que están a su alrededor.
Para fomentar el coraje y el valor en tus hijos debes tomar en cuenta lo siguiente:
- Frente a las dificultades bríndales el empujón emocional que les hace falta, y procura dejar a un lado las negatividades. Las charlas que no llevan a ninguna parte y las emociones desagradables como la rabia o la culpa.
- Cuantas más veces mejor, repíteles frases como: “tú puedes”, “lo estás haciendo genial”, “acuérdate de cuando pensabas que no podías y al final lo lograste”.
- Sé un ejemplo de motivación y aliento en los buenos y, sobre todo, en los malos momentos.
- Permite que tus niños hagan lo que quieran hacer, no límites sus sueños e ideas, por el contrario, alimenta sus pensamientos y te sorprenderás lo que pueden llegar a ser en la vida.
- Compartir con los seres queridos tus inseguridades es el mejor modo para animarlos a que expresen lo que sienten en su interior.
- Explicarles que en ocasiones el miedo se va a hacer presente, pero se trata de una emoción que fácilmente se puede desmontar. Míralo como si fuera un envoltorio, una vez lo quites podrás ver el gran poder que hay dentro.
- Permíteles que cometan sus propios errores y aprendan de ellos sin tener que oír la frase: “Te lo dije”.
- Foméntales la confianza en sí mismos y trabaja todo lo que puedas en su sana autoestima. Estas valiosas enseñanzas les harán fuertes para enfrentar cualquier reto que se le presente en el camino hacia sus metas.
- Edúcalos en la empatía y la solidaridad para que se den cuenta de que en su mano está escribir el porvenir.