Con la idea de ofrecer un concepto único en la ciudad de Reynosa, en 1990 el Grupo Hebesa inicia el proyecto del hotel Hacienda para dar a sus clientes lo mejor del arte mexicano dentro de una ciudad en constante crecimiento industrial.
Situado en el boulevard Hidalgo, y aunque la construcción del puente “Broncos” afectó la visibilidad de su fachada, la belleza de sus acabados transportan a sus huéspedes a ciudades coloniales como San Miguel de Allende, Guanajuato, Guadalajara, Morelia, entre otras.
El esfuerzo para lograrlo fue árduo, desde la búsqueda de los materiales, como la cantera y la talavera; la visita a diferentes ciudades del país para poder encontrar la decoración perfecta, así como el portón del restaurante, que es una réplica de una obra de Guadalajara, la cual no se pudo trasladar debido a las malas condiciones en las que se encontraba, corriéndose el riesgo de que se dañara más por el clima de nuestra ciudad.
Fue en la zona del bajío en donde encontraron quienes elaboraran el mobiliario, cuadros y cerámicas, logrando obtener cada uno de los elementos que decoran el hotel; el 12 de octubre de 1991 se ve culminado este proyecto.
Abogada de profesión, Martha Velasco, responsable de la decoración del hotel, se declara amante del arte mexicano y nos detalla como fue el proceso de realización de esta magna obra.
¿Cuánto tiempo llevó la decoración del Hotel Hacienda?
Durante el mes de marzo de 1991 todavía se estaban finiquitando detalles de la obra, así que podemos decir que oficialmente comenzamos la decoración en junio de ese año, fuimos vistiendo las instalaciones y para su inauguración estaba totalmente decorado.
Durante cuatro meses se fueron adaptando la herrería, los vitrales, las puertas, las chapas, los marcos, la ropería, todo en un conjunto dentro de una labor muy bonita e interesante.
Los objetos que utilizamos forman parte de la esencia de la Hacienda. Por ejemplo, tenemos un cuadro que encontramos que nos en