Con los cajones llenos de novelas y cuentos deseoso por publicar, Habacuc Antonio De Rosario se estrena como guionista en “La civil” y se va hasta el Festival de Cannes de la mano de Teodora Mihai.
Después de recibir la aprobación por parte de la universidad de Amberes, con sede en Bélgica, para estudiar la maestría en literatura latinoamericana del Caribe, Habacuc Antonio De Rosario no lo pensó dos veces y decidió aventurarse para continuar por el camino de las letras. Tampoco le importó no hablar flamenco.
Renunció a su trabajo en Monterrey en negocios internacionales, y se despidió de su familia y los amigos en Reynosa, Tamaulipas, ciudad donde nació, y de la cual extraña las reuniones en torno a la carne asada.
Reconoció que por azares del destino no se atrevió a cambiar las expectativas de sus padres, pero después de recibir la noticia estaba decidido a vislumbrar nuevos horizontes.
Siempre supo que escribir le apasionaba, así que armó sus maletas y emprendió el viaje, sin siquiera imaginar que además tendría la oportunidad de conocer a la directora rumana Teodora Mihai, quien lo invitó a realizar con ella el guión de “La civil”, película que este 2021 fue ovacionada durante ocho minutos por el público de pie en el Festival de Cine de Cannes y recibió el premio de ‘Valentía’ por parte del jurado que integra la categoría Una cierta mirada.
Habacuc, un escritor de cajones llenos, con una amplia producción de novelas y cuentos que le ha sido difícil publicar, reconoce que en estos últimos años también tuvo la fortuna de encontrarse con una agente editorial, Verónica Flores, con quien está por publicar en Dharma Books su segunda novela: “No me van a agarrar durmiendo”, ambientada en Reynosa, ciudad que al igual lo inspiró para escribir “Sin trincheras” por la que recibió el Premio Binacional de Novela Joven Frontera de Palabras 2014.
Novela, cuento y actualmente en guión de cine ha incursionado.
En sus inicios participó en talleres literarios en Reynosa con la maestra Cielo Ramos, y después en la Ciudad de México con Verónica Flores, además de que su interés por la lectura le ha dado herramientas para complementar sus conocimientos literarios.
COMIENZA EL RETO
Con Teodora Mihai emprende una aventura que lo lleva de nuevo a Reynosa para trabajar en un proyecto que inicialmente sería un documental y el tema de los niños huérfanos víctimas de la violencia en Tamaulipas.
“Fue así cuando sucedió y comenzó el reto. Volteó, me miró y me preguntó (Teodora): ¿te avientas un guión? Y le respondí: pues vamos a intentarlo”, describió.
En 2014 aterrizaron en esta frontera procedentes de Bélgica donde comenzaron la investigación en escuelas y casas hogar. Sin embargo, al año siguiente se acercó con ellos para contarles su historia Miriam Rodríguez, una activista que fue asesinada el 10 de mayo del 2017, tras haber realizado por cuenta propia la búsqueda de su hija Karen y haber denunciado a los presuntos responsables del secuestro y muerte, a pesar de haber pagado el rescate que le pidieron.
Escuchar lo que había vivido, al igual que a otras madres del colectivo de familiares desaparecidos, los hizo cambiar el rumbo de su propuesta original, para contarla ahora desde el punto de vista de una madre que hasta el final luchó por justicia.
“Sin embargo, consideramos que funcionaría mejor como ficción… Se trataba de lograr un nivel artístico, un verdadero impacto en el espectador, tocar a la gente…decidimos entonces escribir un guión con la información que teníamos. Fue un proceso complicado pasar de la realidad a la ficción, ya que tiene otras reglas para narrar”, explicó.
EMPIEZA LA FILMACIÓN
Después de un largo proceso de investigación, readaptar la historia, trabajar bajo condiciones adversas en una zona peligrosa, y negativas por parte de las autoridades en la producción de un proyecto complicado por lo delicado y escabroso del tema, comenzaron la grabación cuando Miriam logra enviar a un laboratorio de Estados Unidos unos huesos humanos que había encontrado y que presumía eran los de su hija. Y cerrar el documental cuando recibió los resultados del ADN.
Miriam, continuó Habacuc, quería contar todo lo que vivía día con día, porque no confiaba en los periodistas, ni le interesaba la publicación de una nota en el periódico o la transmisión en un canal de televisión.
“Fue entonces cuando intentamos documentar su vida, pero nos dimos cuenta que no teníamos el acceso que nosotros deseábamos para completar el trabajo. Lo teníamos con Miriam, en su casa, en sus búsquedas, pero no con las instituciones”, mencionó.
LES NIEGAN APOYO
El escritor reynosense consideró que por falta de confianza en el proyecto de cine el gobierno del estado de Tamaulipas descartó la posibilidad de apoyarlo.
Presume que la inseguridad que tenían sobre lo que harían con el material fue el motivo para descartarlo.
“No supieron medir qué tanto estábamos nosotros dentro de la grilla política y qué tanto éramos artistas”, argumentó.
Incluso, aplicaron a los fondos del cine mexicano pero tampoco recibieron apoyo.
“Lo entendemos desde que nos dijeron que no había financiamiento en México. Una directora rumana haciendo una película de un tema tan sensible en México, en un ambiente tan volátil. No creían que el proyecto se podía lograr”, estimó.
Pero mientras en México se les cerraban las puertas, los gobiernos de Flanders y Valonia (Bélgica), así como de Rumania se las abrían, a través de las compañías productoras Menuetto y One for the Road, Les films du Fleuve y Mobra Films.
NO ES PELÍCULA DE DENUNCIA
Habacuc Antonio De Rosario aclaró que “La civil” no tiene la finalidad de denunciar, ni pretende señalar con el dedo a ninguna institución, autoridad o partido político, sino de impactar en lo artístico, emocional y sensibilidad de la gente.
“De hecho, seríamos unos locos si quisiéramos dar respuestas sobre un tema tan delicado como es la violencia en el país (México). Lo que hacemos a través del cine es sensibilizar al espectador sobre la angustia y desesperación de una mamá en la búsqueda de su hija secuestrada, lo que está haciendo, sintiendo y viviendo”, explicó.
DURANGO LEVANTA LA MANO
Aunque “La civil” se basa en información recopilada en Reynosa y San Fernando, Tamaulipas, no fue en ninguna de estas dos ciudades tamaulipecas donde se filmó.
“Sabíamos que no íbamos a poderlo hacer en Tamaulipas por la inseguridad”, aseguró.
No obstante, Durango fue uno de los estados que levantó la mano interesado en atraer inversión, debido a los problemas económicos que atravesaban, resultado de la pandemia.
De acuerdo a lo informado en su momento por el gobierno estatal, la producción les dejó una derrama de 18 millones de pesos.
Durango, así, les dio la posibilidad de grabar la película en un
ambiente natural, con paisajes maravillosos y una luz excepcional.
NO OLVIDA A REYNOSA
Además de que Reynosa sigue inspirándolo para escribir, continúa a la distancia en contacto con sus ex compañeros de colegio y la universidad.
Sus recuerdos se remontan al instituto Colón donde cursó sus primeros estudios, y aunque sus amigos, incluso él, tomaron rumbos distintos, no deja de extrañarlos, así como las tradicionales carnes asadas, tan características del noreste y norte del país.
“Acá en Bélgica tenemos dos meses sin lluvia, por lo que aprovecho para cada fin de semana hacer carne asada, porque después se me viene una larga temporada de otoño, invierno y primavera”, mencionó con cierta nostalgia.
Habacuc Antonio De Rosario no solo lleva en su corazón a Reynosa, también la hace parte de las páginas de sus novelas. Es la ciudad donde nació, lo inspiró a escribir sus primeros cuentos, y ahora se estrenó con un guión de cine al lado de Teodora Mihai donde narran el calvario que viven cientos de familias, víctimas de la violencia, representadas en Miriam.
El joven escritor que después de volar a Bélgica ahora ve su nombre publicado en las notas de los principales periódicos y se menciona en festivales tan importantes como el de cine francés en Cannes.
Después de una odisea de alrededor de siete años, “La civil” se estrena en el festival el 9 de julio de este año, en plena pandemia.
FOTOS PORTADA Y principal: Lisa Devoogdt, Película: Gudrun Burie, Fotos cortesía: foto de él en conferencia y el libro.