Alejandra Zertuche Rodríguez
Psicóloga, máster en psicoterapia gestalt infantil
Preguntas a la psicóloga
El refuerzo positivo es una apuesta segura en la educación de nuestros hijos. Se basa en un principio básico de la psicología del aprendizaje que establece que toda conducta que se refuerza positivamente se repite. Por tanto, a la pregunta: ¿cuándo utilizar el refuerzo positivo?, la respuesta es: siempre que queramos que la buena conducta se repita.
Como refuerzo positivo podemos utilizar cosas materiales o refuerzos intangibles. Por ejemplo, podemos darle un dulce cuando nuestro hijo haga algo que queremos, o podemos decirle algo así como: ¡Muy bien!, y darle un abrazo.
Las dos cosas son refuerzos positivos y en principio funcionarán de igual modo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que a medio plazo el refuerzo material se agota. Utilizar este tipo de refuerzos construye lo que se llama motivación extrínseca. Es decir, el niño hará lo que queremos solamente por recibir el premio material no por propia convicción. Además, si utilizamos el refuerzo material tendremos que ir buscando cada vez el regalo más grande, más caro… porque la motivación para realizar la conducta estará condicionada a lo que se consiga a cambio.
El verdadero refuerzo, el más valioso, el más persistente y el que más nutre la autoestima de los niños es el refuerzo intangible, el reconocimiento, el afecto. Es el refuerzo que construye lo que se llama motivación intrínseca. Consiste en que le hagamos saber lo mucho que nos gusta, lo mucho que lo valoramos, lo mucho que lo agradecemos, lo mucho que nos alegramos, lo mucho que valoramos su esfuerzo, etc. Y, por supuesto, acompañarlo de una expresión de afecto, un abrazo, un beso, etc. Es la mejor garantía de que la conducta se repetirá porque construye poco a poco la voluntad de la persona.
Por tanto. No es que la motivación extrínseca sea negativa y la intrínseca positiva; no es tan simple. Se trata de que la segunda es más sólida y más a largo plazo. Los dos tipos de motivaciones son válidos, depende del momento, de cuándo y de para qué se utilicen. Siempre recomiendo trabajar con el afecto ya que, en esta vida de adultos, el decirte lo hiciste excelente, te ves muy bien etc., motiva a las personas.
Las conductas en cuestión dependerán de la edad del niño y de los desafíos que esto suponga. El refuerzo positivo va a funcionar siempre, tenemos que perseverar en esta estrategia.
Es importante señalar que además de la conducta final, debemos utilizar el refuerzo positivo para reforzar el proceso a través del cual la conducta final se consigue, es decir, todos los intentos y los esfuerzos (aunque sean fallidos) que lleven al niño hasta el objetivo final. El refuerzo positivo del proceso es muy importante para que el niño pueda llegar a la meta.
Espero te sirvan estos consejos e intentes trabajar reforzando las conductas positivas de los pequeños. Ánimo.