A veces, lo más valioso de una comida no está en el plato, sino en la conversación que nace alrededor de él. Cuando la familia se sienta junta, incluso un día común puede transformarse en un momento significativo. Esta edición de Ruta Gastronómica parte de esa idea, la mesa como punto de encuentro, como pausa necesaria y como espacio para reconectar.
Con ese espíritu salimos a recorrer algunos de los lugares preferidos por los reynosenses y nos detuvimos en Ñañas Alta Cocina, Mediterrane y Capellini, tres escenarios distintos que compartieron algo en común: la oportunidad de reunir a la familia en torno al sabor y la convivencia.
Entre charlas que se alargan, risas que llenan el ambiente y gestos cotidianos que se vuelven memorables, cada visita reafirmó lo mismo, la familia encuentra su propio ritmo cuando comparte el mismo momento. No se trata de lo que hay en la mesa, sino de quiénes están ahí y de recordar que la comida puede ser el puente más sencillo para mantener viva la unión familiar.










