Por ser originario de esta ciudad y el clavadista que asistió a tres juegos olímpicos, el mismo número de juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe, Pepe Robinson merece que la alberca olímpica de la ciudad lleve su nombre.
Luego de haber sido clavadista, campeón olímpico en natación, así como astro de la plataforma y el trampolín de 10 metros, José de Jesús Robinson González (†), nacido en Reynosa, surge en la memoria de quienes lo conocieron para inmortalizarlo.
Después de 19 años de su fallecimiento, vuelve nuevamente su recuerdo entre quienes lo conocieron, como es el caso de Agustín Cristóbal Alarcón Rodríguez, su amigo personal y quien propone graben el nombre de Pepe Robinson en su honor en la alberca olímpica del Centro de Alto Rendimiento.
Desde la inauguración de la alberca, hace dos años, las autoridades no le han puesto un nombre ni siquiera existe una propuesta oficial aún cuando Reynosa está orgullosa de haber sido la cuna de un hombre que asistió a los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón, en 1964; México en 1968 y Munich, Alemania en 1972, por el mismo número de Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe.
“Tuve la fortuna de conocer a un gran ser humano, a José de Jesús Robinson González, el cual se distinguió siempre por ser una persona de excelente calidad humana. Un compañero entrañable, muy positivo y ciudadano ejemplar”, comentó Alarcón Rodríguez.
“Quiero hacerle un atento llamado a nuestro presidente municipal, José Elías Leal y al honorable cabildo de Reynosa para que sea impuesto el nombre de José de Jesús Robinson González a la alberca del Centro de Alto Rendimiento que fue recientemente
inaugurada, pues considero que tuvo los suficientes méritos para que esta alberca lleve su nombre”, agregó.
Agustín Alarcón, gran amigo y compañero de clavados, disfruta contar las hazañas de Pepe Robinson, pero su intención es que no solamente queden en el recuerdo, sino que las futuras generaciones conozcan la carrera del primer atleta de alto rendimiento en la ciudad.
Consideró que a poco más de un año de que concluya la gestión del alcalde José Elías Leal, el cabildo tiene tiempo para analizar la propuesta, aunque no se necesita pensar mucho ya que los grandes logros que realizó Robinson González hablan por sí mismos.
“Es de justicia que lleve el nombre de Pepe Robinson, ya que es el único tamaulipeco que participó en competencias internacionales distinguiéndose por ser una persona de alta responsabilidad de disciplina deportiva”, expresó.
Una de las tantas competencias recordadas es el cuarto lugar que obtuvo en los Juegos Olímpicos de México de 1968 en plataforma de 10 metros y la medalla de bronce que se colgó en los Juegos Panamericanos de 1971 en Cali, Colombia.
Durante sus largas convivencias entre el doctor Agustín Alarcón y Robinson, se dedicaron a impulsar la natación en Reynosa, realizando de 2003 al 2007, en conjunto con el Club Rotario Reynosa y el Casino Petrolero de Reynosa, A.C. eventos importantes, donde contaron con invitados especiales como el equipo olímpico mexicano, entre ellos, Felipe “El Tibio” Muñoz Kapamas, Carlos Girón, Fernando Platas, Cristina Millán y Luis Niño de Rivera.
Alarcón Rodríguez señaló que “están manejando de pedirle permiso a no sé que tantas gentes como si no fueran suficientes sus méritos. Lo hago a título personal. Es la mejor elección porque creo que no ha habido otro como él”, aseguró.
Mencionó que es importante que las nuevas generaciones lo conozcan por ser un ejemplo para la juventud de constancia y disciplina, ya que entrenaba de cuatro a cinco horas diarias.
SU VIDA FAMILIAR
El 23 de septiembre de 1971 Pepe Robinson contrajo matrimonio con Rosalba Terán de Robinson, con quien procreó a Pepe y Rosalba.
En ese año ya sobresalía como una figura internacional en el clavadismo mexicano, pasión que lo acompañó hasta el ocaso de su carrera deportiva.
Desde entonces la pareja decidió radicar en la Ciudad de México hasta que los hijos cumplieron seis y siete años de edad respectivamente, para después establecerse en Reynosa.
Pepe convivía más con su familia durante los fines de semana, tiempo que aprovechaba para acompañar a sus hijos a las excursiones y campamentos, donde continuaba con su rutina de ejercicios para mantenerse en forma.
Siempre fue un padre amoroso y cariñoso con sus hijos y un amigo fiel con el que podían contar cuando tuvieran un problema o simplemente hacerlo partícipe de sus logros o tropiezos.
ANECDOTAS
Cuando Agustín Alarcón llegó a la Ciudad de México, en 1966, Pepe Robinson le habló y lo llevó al Deportivo “Chapultepec”, ubicado en la avenida Mariano Escobedo, donde le consiguió una credencial para que ingresara.
Al entrar al centro, sus amigos le gritaban “borrego”, “borrego” y al preguntarle por qué le decían así, le explicó que se debía a su gusto por la leche.
En este mismo lugar sus hijos aprendieron a nadar, pues vivían a cuatro cuadras.
El entrenador era Mario Tovar, el mismo y último entrenador de Joaquín Capilla, medallista de oro olímpico mexicano.
Recuerda también que en una de las competencias nacionales donde destacó Agustín Alarcón como clavadista de trampolín de tres metros, fue favorecido por Pepe Robinson, ya que en ese momento era uno de los jueces. Ese fue un detalle que se le quedó grabado: las mejores calificaciones se las ponía él porque eran paisanos. Le decía: “primo” y trató muy bien a todos los reynosenses.
Vienen a su memoria, además, las palabras de Felipe “El Tibio” Muñoz, quien obtuvo medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1968 en natación, durante una entrevista a raíz de la muerte de Pepe Robinson: “Pepe Robinson era el cuate de todos porque saludaba a todo mundo y con todo mundo se llevaba bien. Fue una gente muy apreciada y muy querida”.
“Yo creo que el hecho de que haya venido todo el equipo olímpico a Reynosa a hacerle un homenaje, entre ellos, Carlos Girón y Fernando Platas, habla muy bien del compañerismo y del aprecio que le tenían dentro del ambiente de los clavados”, dijo Alarcón Rodríguez.
MEMORIAS
DE UN INSTRUCTOR
Pepe Robinson siempre se caracterizó por su buen sentido del humor. Era cortés con las personas y no se diga con sus amigos. Huía de los problemas y sabía tenderle la mano a quien podía.
Gracias a su carácter despreocupado, optaba por alejarse de discusiones con las personas y prefería ayudar sin esperar algo a cambio.
Ernesto Lucio Arias, su entrenador en Reynosa, quien era considerado como el primer entrenador de clavados a nivel estatal, fue quien llevó desde niño a Pepe a la alberca más importante de México.
Gracias a su amor por los clavados desde que era un niño, Pepe empezó a ser una gran figura.
A los 13 años nadaba junto a personalidades como Carmelo Marroquín, Higinio Hernández y Rubén Zambrano, conocidos clavadistas de ocasión que no tenían la visión deportiva de Pepe.
Su entrenador en México, Mario Tovar, visitó Reynosa en una ocasión junto al entonces campeón Joaquín Capilla, para ofrecer una exhibición en el Casino Petrolero de Reynosa, donde se encontraba la primera alberca olímpica de la ciudad y de todo el Estado en ese entonces.
Con el paso del tiempo, Pepe iba convirtiéndose cada vez más en una figura.
En los Juegos Juveniles de la Revolución Mexicana a nivel nacional, durante la gestión del presidente de México Adolfo López Mateos, entrenó junto a importantes figuras e iba a participar contra ellos.
Finalmente fue eliminado por ser menor de 13 años, pero se llevó el cariño de la gente y de los propios participantes. A pesar de esto, Pepe tuvo una excelente actuación y no se detuvo, pues nunca lo vio como una derrota.
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SABIAS QUE…
• José de Jesús Robinson González nació el 14 de febrero de 1945 en Reynosa, Tamaulipas.
• Sus primeros clavados los realizó en la alberca de la escuela secundaria Federal No. 1 “José de Escandón”, a la cual acudía con su hermano Rubén y sus amigos.
• El amor a los clavados nació cuando observó por primera vez una exhibición de Joaquín Capilla, quien visitó Reynosa para inaugurar la alberca olímpica del Casino Petrolero de Reynosa, A.C.
• Viajó a México para realizar sus estudios de bachillerato y universitarios pero nunca se olvidó de su pasión, dando su primer paso internacional al adjudicarse el campeonato de la categoría Juvenil B en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
• Falleció el 25 de febrero de 1996, dejando un enorme hueco y un gran legado.
JUEGOS CENTROAMERICANOS
Y DEL CARIBE
1961. San Salvador, República de El Salvador. Campeón de la categoría Juvenil B.
1966. San Juan, Puerto Rico. Primer lugar en trampolín de 3 metros.
1970. Panamá. Primer lugar en trampolín de 3 y 10 metros.
JUEGOS PANAMERICANOS
1963. Sao Paulo, Brasil. Sexto lugar en trampolín de 3 metros.
1967. Winnipeg, Canadá. Sexto lugar en trampolín de 3 metros.
1971. Cali, Colombia. Tercer lugar en trampolín de 3 metros.
JUEGOS OLIMPICOS
1964. Tokio, Japón. Decimocuarto lugar en trampolín de 3 metros.
1968. México. Cuarto lugar en plataforma de 10 metros.
1972. Munich, Alemania. Decimoprimer lugar en trampolín de 3 metros.
CAMPEONATOS NACIONALES
1964. Campeón nacional de trampolín de 3 metros.
1970. Campeón nacional en 1, 3 y 10 metros.
OTRAS COMPETENCIAS
1973. Juegos Universitarios, Moscú, URSS. Séptimo lugar en trampolín de 3 metros y plataforma de 10 metros.
1973. Belgrado, Yugoslavia. Finalista en la disciplina de clavados en el primer campeonato mundial de natación, clavados, polo acuático y nado sincronizado.