Eduardo Calderón Castillo descubrió su vocación en las artes cuando apenas era un niño.
Todo comenzó con una tarea para aprobar una materia, Eduardo Calderón Castillo estaba en sexto año de primaria y su maestra Audelia le pidió montar una obra de teatro.
En aquel entonces estaba muy de moda la telenovela “El maleficio”, por lo que decidió hacer una parodia de ésta.
Hasta la fecha no sabe cómo logró involucrar a todos los alumnos de su clase para hacer un buen trabajo, pues apenas tenía doce años de edad.
Para Calderón fue una experiencia muy significativa, pues su profesora había descubierto en él un talento que el propio Eduardo desconocía, así que se inscribió en los talleres de actuación que impartía la Casa de la Cultura donde trabajó con varios maestros.
Después se formó el grupo de teatro “Per se”, que significa “Por sí mismo”, en donde tuvo la oportunidad de hacer equipo con Mario Ruiz, Marte Rodríguez y Carlos López.
Iniciaron con mucho entusiasmo, poniendo dinero de su bolsa para sacar las obras de teatro adelante.
De este grupo, menciona, surgió la actriz Mónica Gómez, quien trabaja en Televisa en algunos programas de televisión.
Más adelante como maestro de la Casa de la Cultura se comprometió a formar actores, y entre sus alumnos destacaron Juan Ríos y Mario Flores, dos reynosenses que han despegado en la actuación a nivel nacional.
En 1998, Eduardo Calderón tomó la iniciativa de formar un nuevo grupo de teatro al que llamó “Loa” en el que además de actuar, lo dirigiría.
El nombre se refiere a un género de teatro y también se define como alabanza.
Para él representaba alabar al teatro con cada puesta en escena.
LLEGA EL RECONOCIMIENTO
Como en cualquier carrera, prepararse es importante para mantenerse a la vanguardia y proponer proyectos innovadores, así que aprovechó el tiempo para tomar diplomados y talleres de cine, actuación, expresión corporal y clases de canto, algunas impartidas por profesores de Bellas Artes, entre ellos Luis Eduardo Reyes, creador de la serie “Diseñador ambos sexos” que protagonizaba Héctor Suárez Gomís.
Como director de teatro su primera obra, de manera profesional, fue “Caperucita Roja”, bajo el auspicio de la Casa de la Cultura de Reynosa, institución que Eduardo Calderón considera como su casa.
En esta etapa, reconoce que recibieron un fuerte impulso por parte de los medios de comunicación.
Sin embargo, estima que su primer gran logro fue cuando participó en el concurso de teatro “Maestro Rafael Solana” que se realiza anualmente en Ciudad Victoria, con el que obtuvo el primer lugar con la obra “La risa extraviada”. Los triunfos siguieron en este mismo concurso en las categorías de escenografía y vestuario, entre otras. Durante su participación, dijo, sumó cinco reconocimientos.
Además de Tamaulipas, ha tenido la oportunidad de participar en la Ciudad de México en el Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro, en las Jornadas Alarconianas, en Guerrero, similares al Festival Cervantino, y en eventos realizados en Austin, Dallas y el Valle de Texas.
Aunque reconoce que la mayoría de los premios obtenidos han sido por obras de teatro infantil, también aborda temas dirigidos a los adolescentes y adultos, como es el caso de: “Tengamos el sexo en paz”, “Monólogos de la vagina” y “Bajo llave”.
“La versatilidad es la base para no estancarse y llegar a un público más diverso”, comenta.
Actualmente, informó que está trabajando con los escritores mexicanos Emilio Carballido, Bárbara Colio, Rafael Pimentel y Víctor Hugo Rascón.
EL DESTINO
Eduardo Alarcón jamás imaginó ser director de teatro, pero el camino fue guiándolo hasta que llegó a enamorarse tanto de los escenarios que cada obra que montaba se convertía en un reto, dándole una enorme satisfacción.
Define que como actor se requiere poner a prueba todas las emociones, salir a escena y hacer vibrar al público, mientras que como director es muy grato descubrir plasmadas las imágenes que recreaste en tu mente a través de la iluminación, el elenco de actores y la construcción del escenario.
En ambos casos, coincidió, los nervios siempre están presentes.
“Si antes de salir a escena o iniciar con la obra no los sientes, algo está haciéndose mal”, señaló.
PROYECTOS
Por el momento, Eduardo Calderón y su equipo están trabajando en la historia infantil “La zorra ventajosa y alevosa”.
Además han sido invitados a ser parte de un festival de teatro en Cuba y en Colombia, por lo que están muy emocionados y preparándose para asistir este año.
Finalmente, Eduardo Calderón manifestó su deseo de trabajar con Patricia Reyes Spíndola, actriz y productora mexicana a la cual admira y tuvo la oportunidad de conocer tras bambalinas. Le pareció una mujer interesante y muy profesional, pues mientras sus compañeras leían revistas de chismes o estaban hablando por teléfono, ella aprovechaba para hacer ejercicios de concentración.