FOTOS Víctor Briones/José Manuel Meza Calderón
Más de quinientos competidores con la camiseta bien puesta, se reunieron muy de mañana en la explanada del Parque Cultural Reynosa el domingo 25 de septiembre, para dar su mejor carrera contra el cáncer y apoyar en su lucha a la Fundación Teresita, centro de apoyo profesional en la lucha contra esta enfermedad.
Apenas empezaba a salir el sol y en punto de las 7:00 horas, Heriberto Deándar Robinson, director general de la revista CLASE, daba el primer banderazo de salida a los corredores de cinco kilómetros, entre los que llamó la atención un grupo de súper héroes listos para dar la batalla.
Diez minutos después, daba inicio el segundo grupo de un kilómetro, además de los niños y hasta una persona de la tercera edad en silla de ruedas, Régulo Cantú, que no cesó en su intento de cruzar la meta, y que por su esfuerzo recibió como estímulo una televisión.
Con la presencia de algunos pacientes, la tesorera de la asociación civil, Raquel Vázquez Barragán; la directora comercial de CLASE, organizadora y coordinadora del evento, Gabriela Flores Alvarado, así como la subdirectora editorial, Alejandra Arellano y la gerente administrativa, Yolanda Rodríguez, dio marcha la primera competencia “Corre con CLASE corre por una buena causa”.
Entrevistado al respecto, Deándar Robinson adelantó que para 2017 está programada la segunda carrera, gracias a la respuesta obtenida por parte de la ciudadanía y los patrocinadores, que hicieron posible llevarla a cabo este año.
“Más importante que competir, fue la finalidad la que nos motivó a organizar este evento deportivo, pues lo más significativo fue apoyar a la Fundación Teresita en sus esfuerzos dirigidos hacia las personas que sufren esta terrible enfermedad que es el cáncer”, aseguró.
Apenas habían pasado unos minutos, y los competidores con los números 132, 459 y 44 de Richard Chelimo, Justus Cherop y José Luis González ya habían cruzado la meta en el mismo orden, para ocupar el primero, segundo y tercer lugar, haciéndose acreedores cada quien a 4 mil, 2 mil 500 y mil 500 pesos.
El mismo monto de dinero se entregó a las mujeres que no se quedaron atrás: primero
Jane Kangogo, después Sofía García y al final Nora Suárez. En estas dos etapas, masculina y femenina, adultos, la diferencia de tiempo entre los kenianos y los reynosenses fue de alrededor de quince segundos, para que lo tomen en cuenta y en las próximas carreras avancen a los primeros sitios los de la ciudad. Por su parte, el niño Miguel Ángel Sáenz fue premiado con una tablet.
Llamó la atención una mujer que con ropa de vestir y en tacones se incorporó a la marcha, motivada por el ambiente, además de algunas familias con sus bebés en carreola.
Sudados y cansados pero contentos de haber participado, los atletas, algunos de ellos improvisados, fueron recibidos por los voluntarios con jugos y agua para mitigar la sed. Los más cansados aprovecharon los masajes corporales gratuitos que se ofrecieron.
Cabe mencionar que hubo participantes de Houston, McAllen, Mission y regiones aledañas a Reynosa.
El reloj marcaba casi las 10:00 horas y el Parque Cultural empezaba a quedarse solo, como único testigo del esfuerzo de innumerables personas de buen corazón que habían acudido al llamado de CLASE y la Fundación Teresita, en apoyo a quienes más lo necesitan.
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