Por José Luis Montemayor
Una gala en apoyo a las familias de migrantes y refugiados fue organizada por Catholic Charities of the Rio Grande Valley.
El evento fue realizado el 28 de abril a partir de las 18:30 horas en los Embassy Suites bajo el lema “Restaurando la dignidad humana en la frontera”.
Daniel Flores, Obispo de la Diócesis de Brownsville, explicó que esta actividad es para conseguir recursos para los servicios de la comunidad religiosa.
“Todos los necesitados, migrantes y refugiados, que sufren por alguna razón, que no tienen casa, es para ellos; es para solicitar ayuda a toda la comunidad, por estas personas que pasan momentos difíciles”, dijo.
Las oficinas de Catholic Charities están en San Juan, Brownsville, pero pueden extender sus actividades a otros condados como Starr, en un proyecto de largo plazo que apoya también a las madres necesitadas.
Mario Avilés, Obispo auxiliar, agregó que “el proyecto es ayudar a ayudar”, un juego de palabras porque se puede llegar a miles de personas que requieren de ayuda.
La misión universal de la iglesia es extender la mano a los migrantes.
La hermana Norma Pimentel, directora ejecutiva de Catholic Charities, agradeció a los presentes su generosidad para trabajar de manera conjunta por la gente necesitada.
“Somos una comunidad unida, que debemos dejar a un lado nuestras diferencias, creemos en cada uno de nosotros, para ofrecer ayuda a la gente que lo necesita”, indicó.
Janet Vackar y Sally Guerra fueron reconocidas por su labor dentro de Catholic Charities con los premios Esperanza y Cariño, respectivamente.
Objetos diversos de cerámica, pinturas y canastas de
belleza fueron parte de la subasta silenciosa, que estaba en el lobby del lugar.
Cenas en restaurantes exclusivos, un fin de semana en el Bellagio de las Vegas, así como una guitarra firmada por Fher de Maná, fueron ofrecidos al final en una subasta en vivo, con el fin de recabar fondos para la obra católica.
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