En marzo de este año asombró a transeúntes a pie y a los
que viajan en carro las esculturas monumentales de estilo vanguardista que se empezaron a dibujar entre el paisaje de Reynosa, a lo largo del Canal Anzaldúas, en una extensión de 743 metros lineales.
La primera en colocarse fue la que lleva por nombre
“Fuego” y, desde entonces, siete más han ido agregándose, mientras que todavía están pendientes las obras “Sinergia” y “Evolución”.
Nueve meses después, el Parque Lineal se ha convertido en otra de las atracciones de la ciudad. En éste hay bancas que invitan a tomar un momento de descanso y apreciar el arte de la arquitectura urbana.
Son diez monumentos realizados por Juan Humberto Martínez Castillo y María del Carmen Aguirre, coordinadora de la división de Ciencias de la Tierra del Tecnológico de esta ciudad, los cuales corresponden a dos etapas del proyecto.
En la primera se abordó el tema del fuego, el agua, el aire y la tierra, mientras que en la segunda son las formas urbanas, sin un simbolismo aparente, las que hacen referencia a este pasaje y que llevan por nombre: “Paso Amarillo”, “Rojo” y “Equilibrio ambiental”. Aquí también se instalarán “Sinergia” y “Evolución”.
Las esculturas están realizadas con una aleación de diversos metales recubiertos de llamativos colores de pintura anticorrosiva.
Entrevistado al respecto, el arquitecto Humberto Martínez Castillo señaló que el Parque Lineal es un lugar de encuentro donde convergen infinidad de personas, un punto clave de expresión artística.
Reconoció que no se considera escultor, pero como arquitecto su participación en este parque ha sido representar la imagen urbana de Reynosa a través de formas geométricas.