Através de monumentos, estatuas, bustos y placas en memoria de los héroes y personajes de Reynosa y más allá, se conserva parte de la historia de un pueblo a través del tiempo.
En la ciudad se pueden contar más de 20 obras de este tipo, la mayoría elaboradas en hierro forjado y acero fundido al alto vacío.
La más reciente, fue la inaugurada el pasado 10 de mayo de este año en homenaje a las madres de familia, realizada en cemento y bañada en pátina color bronce.
Algunas son de la inspiración de artistas locales como Héctor Olivares y Artemio Guerra, quienes en 1997 y 2009, respectivamente, realizaron, cada uno desde su lugar de trabajo, los monumentos a dos fronteras y el de los Fundadores de Reynosa.
Caminando entre las transitadas avenidas, parques y plazas públicas, así como en algunos edificios de gobierno y privados, se pueden apreciar a lo alto, recordando a algunos de los héroes nacionales y, otros más, a los que a nivel local dejaron huella.
Estratégicamente situados a lo largo y ancho de la ciudad se ubican la estatua del general Lázaro Cárdenas Del Río, el cual da nombre a este boulevard en agosto de 1973.
Rumbo a la carretera a Matamoros, en la avenida general Alvaro Obregón, también se erige desde 1989 la estatua de este ilustre personaje.
El generalísimo José María Morelos y Pavón, así como el cura Miguel
Hidalgo y Costilla, ambos situados en dos de las avenidas más importantes de la ciudad, son parte de la memoria de Reynosa.
En la Plaza Principal, establecida en 1810 aproximadamente, muestra los bustos de Miguel Hidalgo y Costilla y el del Benemérito de las Américas, Benito Juárez.
Pero los personajes locales también tienen su lugar, como es el caso de la profesora María J. González, ubicada su estatua por el rumbo de la colonia Aquiles Serdán; una más se encuentra en la colonia Aztlán, donde se erige otra en honor del ingeniero Marte R. Gómez, quien además tiene una placa conmemorativa en su casa, ubicada en el centro