Como les comenté en el tema anterior, es muy fácil involucrarnos en el abuso narcisista y no darnos cuenta de que estamos siendo violentados por un trastorno de personalidad narcisista, comúnmente llamado depredador emocional. Y esto se debe a que tienen una habilidad para la manipulación casi imperceptible, se filtran en tus emociones como la humedad, que para cuando te das cuenta, el daño ya está hecho.
Motivo por el que considero importante dar a conocer ciertas características para lograr identificar si estás siendo objeto de un tipo de violencia que, por lo regular en casos como este, se denomina pasivo-agresivo, como decía mi abuela, “son los que te dan el golpe y después un besito”.
Un tipo de personalidad abusiva tiene arranques o arrebatos muy intensos, pueden atacar verbalmente siendo muy hirientes en sus palabras, e incluso pueden golpear muebles, paredes y aventar cosas para que la víctima se sienta -ante esa impulsividad- asustada o amedrentada. Aunque no logre agredirte físicamente en ese momento, el tipo de violencia que genera es psicológica, pues en la persona agredida le genera miedo e incluso prefiere no discutir o evadir el tema en cuestión, con tal de no despertar la ira narcisista.
Posterior a este arranque impulsivo, y una vez logrado el objetivo del narcisista (amedrentar a su víctima), se vuelven cariñosos, piden perdón, y culpan a la víctima de su actitud violenta e incluso hay ocasiones en las que lloran, pero nunca aceptan su error.
Recordemos que el abuso narcisista es un patrón de conducta abusivo en el que se utiliza la humillación, la manipulación y el control de las situaciones y de las personas con la finalidad de obtener poder y satisfacción a expensas de los demás.
Con frecuencia menosprecian a las personas, las devalúan, provocando con ello invalidarlas como
seres humanos, en sus emociones, necesidades y logros personales o profesionales, socavando su autoestima y confianza en sí mismas.
El abuso narcisista implica daños a nivel emocional debido a las humillaciones, manipulaciones, críticas, amenazas y abandono. Este impacto emocional produce en las víctimas serias secuelas psicológicas que si bien sí se pueden resolver por medio de terapia psicológica, también es cierto que el proceso es un poco largo y tortuoso, pues la víctima al haberse sentido invalidado durante mucho tiempo, es difícil que vuelva a creer en sí misma o que pueda salir sola de una relación así, por lo que la resistencia al tratamiento psicológico es algo complejo aunque no imposible.
En la mayoría de los casos, una vez que la relación termina (porque la víctima se dio cuenta del abuso narcisista), la primera recomendación es mantener contacto cero con el psicópata integrado, para así evitar que continúe el maltrato, y poco a poco darle oportunidad para sanar las heridas emocionales que ocasionó la relación.
Otro de los métodos que recomendamos en terapia es evitar en la medida de lo posible la comunicación directa con él abusador -piedra gris- ya que en la medida que conoce nuestros planes para la recuperación emocional, habilidosamente busca la manera de volver a manipular a la víctima y hacer que desista de la ayuda psicológica.
El tema del trastorno de personalidad narcisista es bastante amplio, por lo que aquí en esta ocasión se toca de manera breve, sin embargo, te recomiendo que busques información en Internet, en libros, o en revistas y textos como en este caso, que puede ayudarte a identificar otras características importantes para saber si tú estás siendo víctima de una personalidad tan nociva, y así puedas salir exitosamente de una relación abusiva como lo sería si este fuera el caso.
Si te identificaste con este tema, te invito a que busques ayuda a tu red de apoyo familiar, de amistades o incluso psicológica. Recuerda: no estas sola y con ayuda, puedes salir adelante.