Fotos: Víctor Briones
Después de sufrir el doloroso proceso de la enfermedad de Rodrigo, su sobrino de 12 años de edad al que le detectaron un tumor canceroso en el cerebro, Jorge Mar Gea decidió crear un grupo de apoyo para niños y jóvenes de escasos recursos que padecían la enfermedad. Así nació: “Iluminando corazones a niños con cáncer”.
Durante alrededor de dos años estuvo en tratamientos, acompañado de la familia que en ningún momento perdió la esperanza de vencer en su lucha. Entre trámites, hospitales, diagnósticos alentadores y recaídas el tiempo pasó. Rodrigo cerró lo ojos cuando apenas tenía 15 años, ya no hubo más que hacer.
La tristeza de verlo partir al mismo tiempo lo inspiró para continuar ayudando a otros pequeños, pues Jorge Mar sabía el difícil camino que se tiene que transitar, no sólo por el sufrimiento de la persona querida, sino por la angustia de no contar con los medios económicos para solventar los gastos, incluso de asistencia médica, ya que las condiciones de vida en la mayoría de los casos son precarias.
Inició el proceso, sabía que tenía que tocar puertas y acudir a otras personas, organismos privados, instituciones públicas, clubes y sociedad en general.
El panorama no era alentador, y lo sabía, pero nunca cesó en su intento, de tal manera que desde hace siete años que comenzó, ha logrado obtener una casa en comodato por 15 años y en el 2014 “Iluminando corazones a niños con cáncer” se constituyó como Asociación Civil.
El inmueble está ubicado en la calle Guerrero esquina con 20 de Noviembre, en la colonia Emiliano Zapata, donde se han establecido las oficinas, además de servir como centro de recolección de insumos, ropa, despensas, medicinas, juguetes y muebles, así como taparroscas de plástico que pueden canjearse por dinero para solventar los gastos.
Aclaró el presidente de la asociación que están en trámites para ser donatarios autorizados, esto es, recibir dinero para continuar su obra de beneficencia.
“Por el momento sólo tenemos donaciones en especie… estamos en gestiones para que se nos acredite como organismo de asistencia social y nos expidan una carta del DIF estatal que avale la labor que realizamos; después acudir al Sistema de Administración Tributaria para la aprobación de donatarios”, explicó.
Señaló que han contado con la colaboración de maquiladoras, escuelas, tiendas de conveniencia, empresas privadas, clubes sociales y de esparcimiento, además de las dos pasadas administraciones de gobierno.
“Nos entregaron útiles escolares, comida y facilitaron el proceso en los velatorios, por lo cual les estamos muy agradecidos a todos”, expresó.
Además realizan diferentes actividades para recaudar fondos, entre las principales, “boteos” y una carrera 5K.
Informó que el equipo de trabajo está conformado por Alma Luz Reyes, directora; Esther Cruz, secretario; Sergio Hernández, tesorero y un grupo de voluntarios. También tienen el apoyo de un terapeuta físico, un nutriólogo y un doctor.
Sin embargo, para los tratamientos y el seguimiento médico de los pacientes, la fundación realiza las gestiones necesarias para que sean atendidos en el IMSS y el
Seguro Popular.
Manifestó que la casa donde están las oficinas tienen un área didáctica y de juegos para los niños, sala de convivencia, amplia habitación acondicionándose con camas para reposo de los enfermos y están remodelándose los baños.
El presidente de Iluminando corazones a niños con cáncer, A.C., informó que desde sus orígenes han albergado a un promedio de 110 niños, de los cuales 40 han fallecido.
“Algunos los recibimos cuando tenían apenas siete años de edad y ahora son unos
jóvenes”, comentó.
Informó que en su mayoría padecen leucemia, cáncer en los huesos o se les detecta algún tumor cancerígeno en el cuerpo.
Señaló que aunque están enfocados a los pacientes con cáncer, han recibido casos con insuficiencia renal o parálisis.
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