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Impulsor de Reynosa

9 de noviembre de 2015 por Gabriel García

1.- Marcos Olivares junto a su amiga y fiel admiradora, su esposa Olga Laura González.2.- “Metamorfosis” es el primero de diez proyectos con los que Impulsa Reynosa pretende cambiar no sólo la imagen urbana de la ciudad, sino también las actitudes de los ciudadanos.

El presidente del consejo directivo de Impulsa Reynosa pretende regresarle a la ciudad un poco
de lo mucho que le ha dado.

Con el ferviente deseo de servirle a Reynosa, pero con la inquietud de hacerlo desde la trinchera de la sociedad civil, Marcos Olivares Olvera desea servir no de forma individual, sino de una manera organizada.
Siempre tuvo ese sentimiento de devolverle algo a Reynosa, pues cree que los hijos de esta ciudad tienen la obligación de regresarle algo.
Platicando con un grupo de amigos, encontró que en Reynosa hay un puente roto muy importante dadas sus circunstancias mismas, donde los jóvenes egresados de secundaria que desean estudiar la preparatoria, cuando dan ese paso ya están en edad de trabajar y de ser productivos, lo que los orilla a trabajar en las maquiladoras o en otras empresas para mejorar sus condiciones sociales y económicas, pero a veces se olvidan de sus estudios.
“Ese puente roto hace que los jóvenes no estén lo suficientemente preparados para continuar con sus estudios de preparatoria o universitarios. Esta situación la platiqué con unos amigos y juntos nos dimos a la tarea de formar una agrupación precisamente para tratar de cubrir ese hueco que percibimos”, dijo.
El trabajo que han hecho en las comunidades de Reynosa, les ha permitido tener esa percepción y captar cuáles son sus necesidades y demandas.
Es así como nace Impulsa Reynosa, A.C., una organización que detecta las necesidades de la ciudad en materia de educación y rescata el talento de los jóvenes que se perfilan como los grandes profesionistas del mañana y puedan contribuir a Reynosa con sus conocimientos.
Como presidente del consejo directivo de Impulsa Reynosa, Marcos se dio a la tarea de dialogar con la sociedad organizada como Rotarios, Leones y organismos y personas altruistas que le permitan aglutinar una serie de personajes de la ciudad y a su vez vincularlos con otros individuos y organismos.
Este fuerte compromiso de Marcos con Reynosa se remonta a sus raíces familiares, pues es descendiente de una de las familias más antiguas de la ciudad.
“La familia Olivares llegó a Reynosa a finales de 1772. Aquí nacieron mis padres, mis abuelos, mis bisabuelos, mis tatarabuelos, un servidor, aquí me casé y también nacieron mis hijos”, dijo.
Su padre, Amaro Olivares Segura, fue un hombre que se dedicó toda su vida a trabajar de manera muy ardua. Recuerda que fue un joven muy inquieto, gracias a las interminables charlas que sostenía con su abuelo.
“Actualmente mi padre tiene 88 años y a su edad no ha dejado de trabajar nunca. Lo hace de lunes a domingo y así es su manera de ser. Esto me da una idea de la herencia que nos ha dejado mi padre a todos nosotros. Siempre tuve mucha comunicación con mis abuelos, pues soy de esa generación donde el contacto con ellos era importante”, comentó.
Siendo un joven más responsable, Marcos se dio cuenta que con el tiempo adquirió la sabiduría de sus abuelos, con quienes compartía muy seguido durante los fines de semana, los cuales aprovechaba para quedarse a dormir en casa de ellos.
“De mis abuelos tengo muy buenos recuerdos, pero también me dejaron mucha sabiduría. Cosas que aún recuerdo, que practico y traté de dárselas a mis hijos, en su momento con mis nietos también lo haré”, agregó.
Su familia consta de siete hermanos varones y dos mujeres: Marcos, Roberto, Carlos, Sergio, Gerardo, Fernando, Héctor, María Elena y Martha Alejandra.
Su madre, María Elena Olvera Cantú, aún vive. Pero si algo tienen que agradecerle a su padre sus hermanos y él, es precisamente esa herencia de la cultura del trabajo.
“Eso es algo en lo que él siempre insistió, en que no importaba si no teníamos un título universitario. Lo más importante era tener el título universitario de la vida, del trabajo, el que nos enseñara a ser responsables. De mi madre, además de los chanclazos, pues ella era la que nos corregía, siempre nos guió en ese sentido”, dijo.
Por circunstancias académicas en 1967 dejó Reynosa para irse a estudiar a Monterrey, Nuevo León, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de donde egresó como licenciado en sistemas computacionales.
Después se trasladó a la Ciudad de México, donde radicó por espacio de diez años para desarrollarse profesionalmente, regresó a Monterrey en 1985 y finalmente volvió a su querida
Reynosa en 1997.

¿Por qué decidió radicar en Reynosa y no quedarse en Monterrey o en la Ciudad de México?
Te lo voy a decir muy coloquial como dicen los rancheros: ‘porque nunca me quité los cadillos de los calcetines’. Regresé porque le tengo mucho amor a Reynosa. Como te digo aquí nací, nacieron mis abuelos, mis padres, mis hijos, mis nietos, aquí camino con ellos y le tengo un profundo cariño a Reynosa, de tal manera que me regresé tal vez porque tenía no la obsesión, pero sí el afán de servirle.
Al regresar a Reynosa, Marcos trabajó en diferentes empresas y entidades en las que tuvo jerarquías importantes, pero gracias a su vena de comerciante, estableció una tienda de artesanías cerca del puente internacional y tiempo después una empresa proveedora de insumos para la industria alimenticia con la cual se sostuvo por varios años siempre de la mano de su esposa Olga Laura González, con quien procreó a Ana Cecilia y Marcos Amaro.
Es abuelo de Israel, de 11 años de edad y Matteo, de tres, etapa que considera como una de las más hermosas de su vida.
“El ser abuelo es cuando alcanzas la felicidad total. Nunca me imaginé que al ver por primera vez a un bebé detrás de la ventana de un hospital pudiera derramar una lagrima. Definitivamente no hay placer más hermoso que el convivir con mis nietos a diario, pues es una gran ventaja tenerlos a menos de media cuadra”, compartió emocionado.
Marcos se desempeñó también como secretario de servicios administrativos en la administración municipal de Humberto Valdés Richaud y tiempo después ocupó la gerencia de finanzas de la Comisión Municipal de Agua
Potable y Alcantarillado (Comapa).
En ese tiempo dejó la secretaría, pues le hizo una propuesta al alcalde de crear una entidad o ente de población incluyente con la sociedad, pues el crecimiento de la ciudad había sido tal que se requería hacer un ordenamiento no solamente del desarrollo urbano, sino también del desarrollo técnico y administrativo.
“Reynosa había crecido de una manera muy fuerte en el desarrollo urbano y estábamos en el momento de hacer algo importante, pero el crecimiento del desarrollo debía ser exactamente el mismo o a la par del desarrollo social y económico. Por ello le propuse que creáramos el Instituto Municipal de Planeación y aceptó”, dijo.
La sociedad organizada de Reynosa lo aceptó de muy buena gana, pues el concepto fue muy claro en el sentido de que los ciudadanos lo demandaban y esto propició de alguna manera que los conceptos empezaran a cambiar.
“El foco de atención del instituto es el desarrollo urbano y sustentable. Su intención es la de vigilar que las acciones del gobierno en materia de desarrollo urbano, económico y social se hagan de manera ordenada y armónica”,
explicó.
Al concluir la administración, Marcos hizo la entrega del instituto y recibió la invitación para colaborar en el gobierno de Eugenio Hernández Flores como delegado regional de Transporte Público, cargo que ocupó durante seis años.
Al terminar su período, el alcalde electo Everardo Villarreal Salinas lo invitó a colaborar en su administración nuevamente en la Comapa, ahora como gerente comercial.
Finalmente, después de participar en la campaña del ahora presidente de México Enrique Peña Nieto, recibió la invitación para encabezar la Delegación Regional de Caminos y Puentes Federales de Ingresos con sede en Reynosa, cargo que desempeña actualmente, sin dejar de lado Impulsa Reynosa, proyecto que sigue dando frutos, pues es sorprendente la cantidad de talentos que sigue encontrando en la ciudad y que debido a sus condiciones sociales, no tienen la posibilidad de explotar ese talento.
En México existen dependencias que tienen los recursos para apoyar a esas personas, lo que hay que hacer es orientarlos. Es por ello que Impulsa Reynosa pensó en agregar el concepto de emprendimiento y capitalizar de mejor manera la asociación, convirtiéndola en una gran plataforma de vinculación entre la sociedad organizada.
“Hace poco nos contactó Josué Zura, un joven de 27 años que nos platicó que tenía un proyecto y buscaba quién lo apoyara. Es un muchacho que se dedica a la pintura urbana y nos comentó que él se ha dado cuenta que las personas cuando van conduciendo se les ve muy estresadas y tiene la idea de que cuando vamos manejando la única manera que tenemos de acabar con el estrés o elevar nuestro estado de ánimo, es toparnos con espacios con figuras agradables a la vista”, comentó.
Al principio Marcos y su equipo dudaron de su teoría, pero conforme avanzaba la plática los convenció su proyecto. Al preguntarle cuánto les costaría, los sorprendió su respuesta: sería gratis.
“Lo único que nos pedía él era que lo dejáramos manifestar sus ideas y sus expresiones y que le consiguiéramos los materiales para hacerlo. Este primer proyecto se llama ‘Metamorfosis’ porque en lo que coincidimos con Josué es que no solamente vamos a cambiar la imagen urbana, sino también nuestras actitudes. Vamos a invitar a otros muchachos a participar, pero vamos a analizar sus propuestas. Lo que buscamos nosotros con este proyecto es la transmisión de valores que tanta falta nos hacen”, explicó.
Este movimiento permitirá encontrar cuáles son las expresiones de los jóvenes, lo cual resulta muy interesante, pues se trata de jóvenes estudiantes universitarios, no de jóvenes profesionistas.
“Los jóvenes no son el futuro, son el presente y yo soy un viejo con mentalidad muy joven. Tengo que ayudar a promover esos valores que necesitamos que los jóvenes los tengan, porque ellos son los que van a construir el Reynosa de este siglo e Impulsa Reynosa se dedica precisamente a hacer la vinculación”, concluyó.

clase_editor@horacero.com.mx
Tels. 929.75.85 al 87. Ext. 106

Categoría: Entrevistas

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