Desde hace miles de años, los perros han acompañado al ser humano en sus diferentes actividades, desde la caza, la ganadería y la agricultura, la guerra, la búsqueda de un refugio, hasta actividades más sofisticadas como vigilancia, patrullaje, rescate y diversas actividades militares. Pero ¿qué pensarías si te dijera que actualmente nos pueden acompañar en actividades del entorno médico y educativo? Pues no es algo tan lejano de la realidad, ya que el alcance del vínculo del ser humano con el perro es tal que podemos aprovecharle para alcanzar objetivos específicos. Ejemplo de estos objetivos son: enriquecer el ambiente, por ejemplo, de un hospital; motivar durante un tratamiento médico o una serie de sesiones de psicoterapia; favorecer una mejor retención de información durante una clase; o ayudar durante el proceso diagnóstico de una enfermedad, así como valorar su recuperación después de la misma. Una sola mirada entre un humano y un perro basta para que el cerebro de ambos comience a secretar una serie de sustancias, entre ellas la oxitocina, y que favorecen el primer contacto entre ambos. La oxitocina es una hormona que, si bien está involucrada con el trabajo de parto, el cerebro la genera también en condiciones normales, y que tiene diferentes efectos.
Sin embargo, el efecto que nos interesa por ahora es que favorece a la formación del vínculo. De la misma forma en que inicia el vínculo de una madre con su recién nacido al alimentarlo por primera vez, así también se comienza a formar un vínculo con el contacto visual. Es por eso que un perro de terapia causa tanta ternura con sus pacientes una vez que ya ha tenido contacto visual con ellos.
Cabe mencionar que los perros que ayudan con asistencia en áreas de la salud y educación han pasado por un estricto proceso de selección, en el que se evalúa su carácter y temperamento hasta encontrar el ejemplar indicado. Su entrenamiento pasa por distintas fases, que incluyen desde lo básico para ser un buen ciudadano hasta comandos muy específicos orientados a los objetivos del programa.
En K9-Rey Centro de Adiestramiento Canino implementamos diferentes programas de asistencia con perros, de los que destacan la anestesia asistida en consultorio dental y asistencia en salas de espera, que durante el tiempo en que se ha implementado ha tenido resultados muy satisfactorios tanto para los pacientes como para los familiares acompañantes, y por qué no, con el mismo personal de salud, ya que la sola presencia del perro enriquece el ambiente dentro del consultorio y en las salas de espera, reduciendo el estrés y la ansiedad. Además, con las técnicas específicas utilizadas por el binomio canino, se puede ayudar a tranquilizar al paciente sin usar dosis altas de anestésicos, incluso sin usar anestésicos.
Otra de las actividades más solicitadas es la asistencia dentro de clínicas de rehabilitación de adicciones, donde además de enriquecer el ambiente, se motiva a los beneficiarios para continuar con su proceso de rehabilitación, cambiando la imagen que habitualmente se tiene de estos programas. En nuestro país, aún falta mucho por concientizar, mucho por conocer del mundo de las intervenciones asistidas. Sin embargo, en nuestra comunidad han tenido gran aceptación debido a los resultados vistos a corto plazo, pero también están reportados resultados increíbles a largo plazo para los usuarios. Aún falta comprender la importancia de impulsar estos programas complementarios, que además de ser accesibles para la mayoría de la población, son métodos no invasivos y amigables para motivar a los usuarios en sus diferentes actividades.
Si quieres conocer más sobre las intervenciones que realizan nuestros binomios, puedes seguir estas publicaciones o contactarnos a través de nuestras redes sociales. Si quieres integrar a tu programa alguno de los servicios de asistencia con nuestros ejemplares, acércate a nuestro equipo de profesionales para encontrar el programa que más se adapte a tus objetivos.