FOTOS VÍCTOR BRIONES/CORTESÍA
Formar una familia es para una pareja su prioridad, después de casarse.
Y cuando llega al hogar el primer
bebé, fruto de su amor, la vida les cambia.
Para ambos es una nueva experiencia a la que deben adaptarse y que disfrutan cada día que pasa.
Ella lo llevó en el vientre desde que era una semillita y cuando escuchan decirles: “mamá”, reciben el título más alto que una mujer puede tener.
La mayoría reconoce que tener a su hijo en brazos por primera vez es increíble. Una sensación y emoción que guardan celosamente en su corazón.
GLOBOS AZULES
Ricardo Alonso Zaragoza Barrera tiene 5 meses y fue quien les dio la posibilidad de ser padres por primera vez, a Ricardo Zaragoza Páez y Esperanza Barrera de Zaragoza. Ella habla sobre el sentimiento que vivió cuando se enteró que sería mamá.
“Me sentía muy feliz. Antes que otra persona, supe que tendría un niño, pero a mi esposo le hice creer que esperábamos una niña. Preparé una sorpresa para el, y cuando vio los globos azules fue mucha su emoción”, menciona.
Reconoce que los últimos meses de embarazo le resultaron eternos, pues ya quería conocer a su bebé.
“Cuando lo tuve en mis brazos simplemente lloré y dije: ‘eres lo más hermoso que he visto en mi vida, te amaré por siempre’ “, expresa.
Confiesa que no encuentra palabras que describan lo que sintió al tenerlo en sus brazos, es el sentimiento más bonito.
“Hoy que lo tengo conmigo me esfuerzo día con día para ser la mejor mamá para Ricardo, no soy perfecta, pero siempre trataré de serlo para él”, asegura.
ILUSIÓN DE VERLO CRECER
Desde que Federico nació, la vida de María Fernanda y Federico Gómez dio un giro completo, ya que nunca imaginó, ni siquiera cuando estaba embarazada, los cambios que tendría.
“Con él comprobé que el amor a primera vista sí existe. Me ilusiona verlo crecer día con día y esa sonrisa que me hace saber que lo estoy haciendo bien. Me encanta aprender y experimentar juntos. Ser mamá de Fede es lo mejor que me ha pasado”, reconoce.
AMOR SIN CONDICIONES
“Estamos súper contentos (mi esposo Daniel Garza y yo) con la llegada de Antonella, ser mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida. Es una experiencia hermosa que no tengo palabras para describirla”, expresa Jaqueline Salinas de Garza.
Recuerda que desde el primer momento en que vio a la bebé sabía que la amaría sin condiciones, pues fue amor a primera vista.
“Estoy muy agradecida con Dios por esta bella bendición que me mandó. Antonella es mi razón de vivir y mi motor para ser mejor cada día. Me llena de emoción y felicidad saber que algún día la voy a escuchar decirme mamá”, menciona emocionada.
AMOR A PRIMERA VISTA
Teffy Garza Calderón recuerda que habían pasado ocho meses desde que contrajo nupcias con Naim Ramírez Gattas cuando se enteró que estaba embarazada. Fue una sorpresa porque no tuvo ningún malestar o síntoma.
“Pero un día, después de lanzarme del bungee y subirme a los juegos mecánicos empecé a sentir dolor de cabeza. Antes de tomar algún medicamento una amiga me aconsejó que me hiciera una prueba de embarazo, ya que el dolor era muy fuerte”.
Se hizo los estudios y el resultado fue positivo: “Está embarazada de ocho meses”, le notificó el médico.
“Hasta que el doctor nos reveló el sexo del bebé informé a mis parientes y amigos”, comenta.
Cuando vio por primera vez a su bebé se enamoró de él a primera vista.
“Me siento la mujer más bendecida del mundo por tenerlo, porque, de verdad, es lo mejor que me ha pasado”, asegura.
Actualmente Marcelo Ramírez Garza tiene cuatro meses de nacido.
UN HIJO, UNA ENSEÑANZA
Para Diana Woodin ser mamá significa tener una conexión muy especial con un hijo, desde que está en el vientre hasta el momento que se tiene en los brazos.
“Te das cuenta que siempre tendrás sentimientos encontrados, pues cada parte de su ser te preocupa y al mismo tiempo te llena de felicidad”, asegura.
Considera que a pesar de tener la responsabilidad de educarlo, es ella la que de él recibe un aprendizaje todos los días. La enseña a ser paciente y a saber esperar con todo el amor del mundo.
“Me ha enseñado a llevar nueve meses una vida dentro de mí. Es una vida a quien tengo la responsabilidad de formar”, reconoce.
Explicó que las primeras contracciones son un aviso de que estaba por abrir sus ojos al mundo.
“En ese momento, el tiempo se detiene y todo ese cansancio que has llevado por nueve meses, todos los cambios de mi cuerpo y los dolores se esfumaron por un instante porque lo único que me importaba era él. Todo el “sufrimiento” se olvida cuando ves la imagen más bella: tu hijo”, afirma.
A partir de ese día, señala, han aceptado con gusto, ella y Bernardo Ponce, papá de Dany, tener la responsabilidad y la dicha de cuidarlo, guiarlo y mostrarle lo que es bueno y lo malo.
“Llevarlo bajo una vida de respeto y principios para cuando llegue la hora de marchar, llevarme la gran felicidad de ver a un gran hombre”, comenta emocionada.
Daniel Caleb Ponce Woodin nació el 10 de julio del 2016. Tiene 9 meses.
LA MUÑECA QUE HABÍA SOÑADO
Para Maria Fernanda Cárdenas convertirse en mamá por primera vez fue un privilegio que sólo las mujeres pueden presumir.
Asegura que nadie entiende el amor de una madre hasta que vive la experiencia.
En su caso, narró que no puede explicar ni describir lo que en su vientre estaba creciendo: una semillita tan pequeña que aún sin conocerla ya la amaba.
“Desde el momento que supe que llevaba una vida en mi ser cambió todo. Cada hora, cada día, cada mes eran eternos. Lo que sentía me inspiraba a amarlo cada día más, y cuando supe que sería una hermosa niña, mi cariño se intensificó”, señala.
Renata María, de dos meses de edad, la define como la niña de sus ojos, la muñeca que siempre había soñado y por fin había llegado a ser parte de la familia, formada por su pareja, Osmar Cárdenas.
Ella, dice, es su gran amor y parte de su corazón.
“Prometo siempre llevarte de la mano y nunca soltarte. Te amo mi pequeña princesa. Gracias por convertirme y darme el privilegio de ser tu mamá”, expresa con su bebé entre sus brazos.
AMOR INCONDICIONAL
“Cuando me enteré que esperaba a mi primer bebé, no podía contener la emoción y felicidad. Sabía que nuestras vidas iban a cambiar por completo. El embarazo no fue fácil pero estaba consciente que valdría la pena cuando lo tuviera en mis brazos. Y, por supuesto, así fue”, platica Verónica Garza de Prieto.
Asegura que junto con su esposo Humberto Prieto planearon para que Emiliano naciera el día que ella cumplía años.
Sin embargo, Emiliano Humberto Prieto Garza, como le llamaron al bebé, nació un día antes, en agosto 31 de este año.
“En ese momento conocimos realmente lo que es el amor incondicional. Supe que sería capaz de hacer cualquier cosa por la personita a la que le he dado la vida: mi hijo, que es mi mundo”, señala.
Considera que para ella ser madre es anteponer su vida por la de él.
“Significa dar todo tu corazón y entregar tus fuerzas cada día para enseñarlo a vivir; tener una razón de ser para el resto de tu vida, querer aprovechar y exprimir cada momento al máximo”, comenta.
Agrega que tener un hijo es imaginar que algún día será un hombre que la enorgullecerá, que le dará la dicha y a la vez la nostalgia de que avanzará por la vida a grandes pasos.
Reconoce que siempre estará agradecida con Dios y la vida por haberle dado la oportunidad de ser madre.
¿QUIÉN LE DIO VIDA A QUIÉN?
Anakaren Gracia y Guillermo Alfonso Esqueda recibieron por primera vez a la cigüeña el 28 de diciembre del 2016. Fue un varoncito al que llamaron Luciano Alfonso Esqueda, quien actualmente tiene 5 meses de nacido.
Al ser madre primeriza, asegura que es una experiencia inexplicable, un sentimiento súper bonito que me motiva a preguntar: “¿Quién le dio vida a quién?”.
“Luciano me tiene totalmente enamorada. Sin duda alguna ser mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida”, afirma.
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