Fotos: Víctor Briones
El Valle de Texas tuvo el honor de recibir la fiesta más representativa de Oaxaca: la Guelaguetza, donde todas las regiones del estado se reunieron en el escenario del McAllen Performing Arts Center para hacer gala de su cultura a través de sus danzas, música, indumentaria y tradiciones.
El 26 de octubre desde el Cerro del Fortín, lugar en que se celebra dos veces al año, llegó hasta esta frontera recibida con aplausos y gritos de: “¡Viva México!”, “¡Viva Oaxaca!”, por un numeroso público que no se perdió la oportunidad de presenciar este gran espectáculo.
El centro de las artes se vistió de color desde su exterior con los tapetes hechos de pequeñas piedras decorativas con diseños de calaveras y flores, una exposición de pinturas de artistas de aquella región así como una muestra de alebrijes, artesanías alegres y vibrantes de seres imaginarios, principalmente animales y plantas.
Desde las 15:00 horas gente de Reynosa y del Valle de Texas empezó a llegar y desde las cinco de la tarde ya estaban formados para ingresar.
Hubo en venta el famoso mole y queso oaxaqueño, las tlayudas y el chocolate puro de cacao dieron el sabor al evento. También accesorios y ropa bordada a mano o en telar, muy admirada por los asistentes.
CÁLIDA BIENVENIDA
El cónsul de México en McAllen y recién nombrado embajador de México en Rumania, Guillermo Ordorica Robles, agradeció la disposición de Jim Darling, alcalde de la Ciudad de McAllen y de Luis Cantú, vicepresidente de negocios internacional de la Cámara de Comercio de McAllen para hacer posible que la Guelaguetza pudiera presentarse en esta ciudad fronteriza.
“Este evento cultural es un orgullo para México y un gusto contar con la presencia aquí (McAllen) del grupo Rinconcito Oaxaqueño, participantes de la Guelaguetza”, señaló el funcionario consular.
Por su parte, Noel Sánchez, presidente de la fundación culturas oaxaqueñas, manifestó que a pesar de ser el estado más pobre de México y uno de los más afectados por el terremoto en México, a los oaxaqueños no se les borra la sonrisa y comparten la alegría de esta fiesta llena de música, baile y color con los demás.
“Eso significa Guelaguetza, unión, amistad profunda, ayuda mutua, dar sin recibir nada a cambio, fusión de culturas”, definió.
Con profunda emoción otorgó un reconocimiento a su maestro y amigo, Porfirio
Sanmiguel Gallardo, quien lo encaminó hacia los deportes y el éxito, siendo él una persona muy pobre que dormía en petate.
“Por favor, sólo les quiero suplicar una cosa: ¡diviértanse!”, exhortó de forma solemne al auditorio que sorprendido por sus palabras soltó las carcajadas.
COMIENZA EL ESPECTÁCULO
Minutos antes de las 19:00 horas, el telón se abrió con la calenda, una convocatoria, una predicción viva y un motivo de regocijo popular que marca el inicio de las fiestas patronales. Continuaron con el convite, la festividad de la Virgen del Patrocinio, en donde las chinas de Genoveva Medina se suman a las celebraciones del templo.Sones y jarabes mazatecos de la región de Huautla, recorrieron este espectáculo de danzas sin faltar el más representativo de San Pablo Macuiltianguis que es el torito serrano. Y la fiesta siguió así, entre danzas y música.
ARTE EFÍMERO
Dos tapetes elaborados con piedras pequeñas de colores en uno de los pasillos exteriores, a un lado del edificio de las artes fueron diseñados por Francisco Montiel, Juan Hernández y Daniel Balderas, alfombristas huamantlenses que han seguido esta tradición de más de 140 años.“Es arte efímero porque sólo permanece unas horas o algunos minutos; en el caso de la procesión se camina sobre los tapetes y al terminar el recorrido ya se esparció”, mencionó Montiel.
Añadió que tienen un sesgo religioso principalmente, pero también han diseñado para las corridas taurinas, en fiestas sociales y empresariales.
Informaron que la alfombra más grande que han hecho fue en la plancha del Zócalo capitalino con una extensión de más de 500 metros cuadrados y hasta en el Vaticano han sido exhibidas.
EN VELA
La noche que nadie duerme celebrada el 14 de agosto, a partir de la medianoche en Huamantla,es una fiesta a la que asisten los pobladores y cientos de turistas para ser parte de la procesión en honor a la Virgen de la Caridad. Caminan sobre más de 7 mil 500 metros de alfombras realizadas con arena, aserrín, flores, frutas, semillas y piedras decorativas.
El Festival de Títeres “Rosete Aranda” en Huamantla es otro motivo por el que los tlaxcaltecas se sienten orgullosos. Esta es la cuna del arte titiritero mexicano que floreció en el barrio de San Lucas en 1830.
Tradiciones, costumbres, creencias religiosas que hacen de Tlaxcala un lugar mágico, universal, lleno de color al que se le ha dado el título de Pueblo Mágico, y el cual fue invitado para ser parte de este festival de la Guelaguetza, donde Oaxaca se llevó los aplausos.
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