Algunas de ellas confiesan que en la escuela es donde se han portado mal, por lo que han sido reportadas por su mala conducta. Reconocen que aunque se trató de una diablura inofensiva, no lo volverían a hacer.
Pero, ¿quién de los adultos no recuerda haberse portado mal en algún momento de su vida?
Sin duda sí, y les causa risa porque no pasó a mayores y es parte de esos momentos que rompen con los esquemas establecidos del manual de las buenas costumbres.
GUERRA CON BOLAS DE PAPEL
El salón de clases se convirtió en un campo de batalla cuando los alumnos decidieron encerrarse para evitar que alguien entrara y poder iniciar una guerra con bolas de papel que después incluyó botellas de plástico y pintura, las cuales lanzaron a los ventiladores. De pronto entró al salón un profesor que fue rociado por un bote de pintura que justo en ese momento fue expulsado por el “abanico”. Esta travesura, dice Avelina Escobar, les costó un regaño. Asegura que fueron reportados y lo merecían, pues considera que la disciplina es básica en la vida de las personas.
MAMA AL AGUA
Cuando tenía cuatro años, recordó Priscyla Torres, durante un viaje que hizo con su familia a Acapulco tomó una decisión sin pensar en las posibles consecuencias, dándole un gran susto a su mamá. Platica que cuando se metía a nadar le ponían un salvavidas, ya que era muy pequeña. Un día, antes de meterse a la alberca, su mamá le pidió que la esperara mientras le llevaba el flotador, pero no hizo caso. Empezó a ahogarse y su mamá corrió y se aventó al agua para salvarla.
SE RASURA LA CEJA
Karla Zúñiga reconoce que era una niña bien portada, pero aún así no se olvida de una travesura que hizo. Platica que e
