Tal vez pensemos que el niño inteligente debe ser un niño modelo: un niño que no infringe las normas, que está muy quieto y atento en clase, que obedece siempre, que estudia mucho, que mantiene su habitación ordenada y nunca se mete en problemas… Olvídalo. La inteligencia no tiene nada que ver con todo esto. Es más, según algunos estudios, el más inteligente tiene en realidad ciertos malos hábitos que van a sorprenderte.
Antes de alarmarnos, pensemos que son datos relativos: no quiere decir que todas las personas que tengan estos hábitos sean muy inteligentes, ni que los niños que no los tienen, no lo sean. Sin embargo, es un dato curioso, una relación asombrosa que nos llama la atención: la mayoría de niños y personas que comparten alguno de estos malos hábitos, tienen en realidad un alto cociente intelectual.
1. La impuntualidad. Puede indicar en una persona mucha seguridad en sí misma y optimismo, dos características muy positivas de aquellos que triunfan. Sin embargo, es cierto que no es recomendable ser impuntual… en prácticamente ningún rincón del mundo está bien visto.
2. El desorden. Tal vez te parezca contradictorio, pero el desorden no siempre proyecta una mente desordenada. De hecho, ¡no tiene nada que ver! Una mente con las ideas claras puede tender a ser desordenado en su mundo exterior. Incluso, el desorden está mas bien relacionado con personas más creativas y espontáneas.
3. Las quejas. Mientras que todos tendemos a pensar que las quejas solo nos hacen ver el lado negativo de las cosas, algunos psicólogos como Guy Winch afirman que pueden ser muy beneficiosas, ya que nos ayudan a presionar para conseguirlo. Son típicas de personas muy inteligentes, asegura, capaces de utilizar una queja de forma adecuada para cambiar una situación.
4. Ser respondón. Los niños más ‘contestones’ demuestran tener más capacidad para conseguir sus objetivos. Son más luchadores y esto denota perseverancia. De hecho, los niños más inteligentes, con un cociente intelectual superior a la media, discuten constantemente con la intención de expresar y defender sus ideas (en las que creen firmemente).
5. Soñar despierto. Los niños soñadores estimulan constantemente su creatividad y esto les ayuda a encontrar soluciones ante los problemas que van encontrando. Una herramienta muy útil, aunque desde fuera, todos vean a estos niños como alguien que está ‘siempre en las nubes’.
6. Trasnochar. Hay niños que por más que les mandes a la cama temprano no son capaces de dormirse. Es más, ¡parecen estar más activos! Pues te alegrará saber que muchos estudios de expertos han encontrado una relación entre la inteligencia, la creatividad y la actividad ‘nocturna’.
7. Groseros. Cada vez que un niño dice groserías o alguna palabrota, evidentemente, le corregimos. Sin embargo, varios estudios demuestran que los niños que hablan ‘con palabras más feas’, tienen un gran vocabulario y una agilidad y destreza asombrosas para manejar las palabras.
8. Ansiedad. La ansiedad produce un malestar en la persona que la sufre, sin embargo es un síntoma de alguien muy inteligente que se preocupa demasiado, pero que denota perfeccionismo, interés y un gran conocimiento. A mayor inteligencia mayor facilidad de ver los problemas e incluso de intuirlos antes de que lleguen.
¿Cuántos malos hábitos tiene tu pequeño? Atención, se deben corregir estas conductas, solo te ayudo un poco a ver el lado amable de la conducta.