La seguridad y fluidez en sus trazos denotan la confianza que ha adquirido como artista
POR ALEJANDRA ARELLANO
Fotos: Carlos Cantú
El uso de colores vibrantes y un ojo turco que se observa por algún lugar de la pintura distinguen el trabajo de Margot Herrera, una artista que se inspira en cualquier cosa que pueda detonar su creatividad y traducirla en el lienzo.
Nacida en McAllen, Texas, la diseñadora gráfica por la Universidad Valle del Bravo agregó que además en sus obras hay mensajes ocultos que de no saberlo ni siquiera se pueden notar. Un rasgo propio que la diferencia de los demás.
Pero aclaró que cuando pinta por comisión platica con la persona que solicitó el cuadro para que el mensaje sea algo importante que forme parte de su vida, ya sean letras, símbolos, fechas, alegorías…
Respecto al ojo turco considera que es como un amuleto de buenos deseos para la casa a donde va cada pintura.
LA INSPIRACIÓN
El surrealismo con pinceladas abstractas son las corrientes que definen sus obras realizadas al óleo y acrílico, inspiradas en todo lo que la rodea, ve, escucha y siente. Desde una noticia, hasta la naturaleza, sus propios recuerdos y experiencias la motivan a sentarse frente al lienzo para iniciar su proceso creativo en su estudio, donde pasa la mayor parte del tiempo.
En esta parte no hay horarios, la inspiración puede surgir en el día o en la noche.
Por lo general, reconoce, pierde la noción del tiempo cuando está trabajando.
TRAZOS SEGUROS
Hace 28 años empezó a pintar y cuando apenas tenía 16 años de edad ya había vendido su primer cuadro con flores de alcatraces. Pero con otra visión trascendería con su obra.
Con el estudio y la práctica que ha tenido logró adquirir mayor seguridad y fluidez en sus trazos.
“Ahora son (los trazos) más seguros y denotan la confianza que he adquirido como artista y en mi obra”, considera.
EL SIGLO XX
Después de participar en varios talleres sobre técnicas mixtas en la Fábrica La Aurora en San Miguel de Allende, y de arte contemporáneo en la Casa de la Cultura, ambos en Guanajuato, así como de hiperrealismo al óleo con el maestro Omar Ortiz en la Ciudad de México, encontró nuevos caminos que no serían de los impresionistas Vincent Van Gogh, Edouard Manet o Auguste Renoir con sus famosas flores.
Su perspectiva la dirigió hacia las tendencias artísticas de principios del siglo XX. Pinturas surrealistas con una ligera influencia de abstraccionismo.
PLANES
Dar a conocer sus obras, montar exposiciones y seguir iluminando espacios son los planes de la artista radicada en Reynosa.
Más allá de la pintura
> En colaboración con el diseñador y artesano joyero Barbosa, radicado en San Miguel de Allende, Guanajuato, trabajan en sus diseños en metal piezas únicas que él se encarga de materializarlas y que ella pinta a mano y les da el acabado final en su taller.